SEGUNDA EPISTOLA A LOS TESALONICENSES
Vers. 1-4. Agradecimiento y oración hacia los fieles de Tesalónica.
1. Pablo, Silvano y Timoteo, escribimos esta epístola a la Iglesia de los Tesalonicenses, la cual se encuentra en comunión con Dios nuestro Padre y con el Señor Jesús Cristo.
2. Os deseamos que tengáis gracia sea y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesús Cristo.
3. Tenemos el deber de dar gracias siempre a Dios por vosotros, hermanos, como es digno y justo y debido. Y es digno darle gracias, porque vuestra fe aumenta y progesa en gran manera, y abunda el amor que muestra cada uno de vosotros por los demás.
4. Y es tan grande vuestra fe y vuestro amor, que nosotros mismos nos enorgullecemos de vosotros
en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y por la fe que mostráis en todas vuestras
persecuciones y en las tribulaciones que soportáis con tanta entereza.
Vers. 5-12. El justo juicio de Dios en su segunda venida.
5. Y estas tribulaciones vuestras son una clara demostración del justo juicio de Dios, las cuales permite con que seáis hechos dignos de su reino, por el cual tenéis estos padecimientos.
6. Y realmente seréis hechos dignos de estos padecimientos de heredar su reino, ya que desde luego es justo para Dios pagar con tribulación
a los que os atribulan,
7. y consolar de estas tribulaciones a vosotros que sois tribulados pero también a nosotros. Pero este consuelo lo disfrutaremos todos, cuando el Señor Jesús se manifieste desde el cielo junto con los ángeles, que son instrumentos de su poder.
8. Y se manifestará entonces el Señor con llama pírica, que por una parte abrasará el pecado, pero también resplandecerá la virtud. Y castigará a los que voluntariamente no reconocen y no respetan a Dios, así como a los que no obedecen al Evangelio de Nuestro Señor Jesús Cristo.
9. Los cuales serán castigados con la eterna perdición, lejos de la presencia del Señor y de su glorioso poder,
10. cuando venga para ser glorificado junto con sus santos y ser admirado por todos los que no creyeron. Será admirado y glorificado Cristo por todos junto con todos sus santos y los fieles, porque ha sido creído el testimonio que os dimos de él. Todos los fieles gracias a esta fe suya disfrutarán allí de los excelentes bienes de Dios.
11. Este es el motivo por el cual oramos siempre por vosotros. Es decir rezamos para que nuestro Dios os haga dignos del llamamiento que os hizo, y cumpla todo buen propósito y voluntad de vuestro corazón bondadososo, así como toda obra que inspira y que crea la fe. Y lo cumplirá con su poder,
12. para que sea glorificado el nombre de nuestro Señor Jesús Cristo con las brillantes obras de vuestra virtud, y seáis glorificados también vosotros unidos con él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesús Cristo.
Vers. 1-12. El anticristo y el final del mundo. Qué tendrá lugar antes de la segunda venida.
1. En lo que respecta, hermanos, a la venida de nuestro Señor Jesús Cristo y a nuestro encuentro con él, les rogamos,
2. que no se dejen llevar fácilmente por la locura ni pierdan la compostura. No se inquieten ni se alarmen por quienes afirman tener un supuesto don profético, ya sea de palabra o por carta, afirmando que estas cosas provienen de nosotros y que les informamos que el día de Cristo ha llegado.
3. Que nadie os engañe en ninguna manera. Y cuando os digan que ha llegado el día de Cristo, os engañen. Porque no vendrá el día de Cristo y su segunda venida, sin que antes venga la apostasía de muchos y su alejamiento de la fe, y se manifieste el hombre que más que ningún otro será instigador e instrumento del pecado, nacimiento y alimento de perdición.
4. Éste será el oponente de la verdad y se elevará a sí mismo arrogantemente sobre todo ser que tenga el nombre de Dios o que sea reverenciado con respeto y adoración. Y tanto se elevará a sí mismo, que se establecerá como dios en el templo de Dios, e intentará con signos diabólicos y falsos testimonios demostrar que él es Dios. Entonces ha de aparecer éste primeramente.
5. ¿No os acordáis de que os decía esto, cuando todavía estaba con vosotros?
6. Y debido a que entonces os lo dije, ahora sabéis qué es lo que le impide a este ilegítimo manifestarse antes de su tiempo, sino en el tiempo que Dios le ha determinado.
7. No ha llegado todavía sin embargo su tiempo establecido, porque ahora actúa en modo misterioso el poder secreto del mal y de la iniquidad, la cual en gran medida permanece oculta y no se ha mostrado aún al completo; existe de hecho alguien que impide al inicuo manifestarse. La manifestación de este inicuo entonces será pospuesta hasta que se vaya de en medio el que ahora, según la divina providencia, impide su manifestación.
8. Y entonces se manifestará el inicuo, al cual el
Señor hará desaparecer con un soplido de su boca y le aniquilará con la gloriosa aparición de
su venida.
9. La venida de este inicuo será con todo el poder y con falsas señales y milagros, que hará el ayudante y colaborador del satanás.
10. Su aparición tendrá lugar con todo tipo de viles engaños, basados en la injusticia y en la inconsciencia. Pero estos engaños prevalecerán sólo entre los que se
pierden, por cuanto no admitieron amar y seguir la verdad, siendo así salvados.
11. Y por eso Dios permitirá que la energía maligna venga a ellos, la cual les llevará al engaño, para que crean en la mentira,
12. a fin de que sean condenados todos los que no creyeron en la verdad, sino que aceptaron la injusticia de todo corazón.
Vers. 13-17. La salvación de los escogidos. Fomento de la estabilidad.
13. Pero nosotros tenemos el deber de dar siempre gracias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Señor, porque desde el principio Dios os ha escogido, antes de todos los siglos, para ser salvados mediante la santificación que transmite el Espíritu Santo y mediante la fe en la verdad del Evangelio.
14. Dios os llamó a esta salvación de la santificación y de la fe mediante el Evangelio que predicamos, de modo que obedeciéndole a él participéis en la gloria de nuestro Señor Jesús Cristo.
15. Así que, hermanos, de acuerdo con todo lo que os hemos dicho, manteneos firmes, y mantened las tradiciones que habéis aprendido de nosotros, sea por palabra hablada o sea por carta.
16. Y este mismo Jesús Cristo nuestro Señor y nuestro Dios y Padre, quien nos amó y nos dio eterna consolación que no tendrá fin, y que nos regaló la esperanza por los bienes celestiales,
17. espero que conforte vuestros corazones y que os confirme en toda enseñanza verdadera y en toda obra buena.
CAPITULO 3
Vers. 1-5. Pide sus oraciones.
1. Lo que ahora queda entonces por deciros es esto: Orad, hermanos, por nosotros, para que se extienda sin obstáculos el logos del Señor, y para que sea glorificado y para que triunfe, así como lo fue entre vosotros, tal como se extiende y es glorificado entre nosotros.
2. Orad también para que seamos liberados de los hombres ilícitos y malvados; y éstos son bastantes. Porque no es para todos la fe, sino que la obtienen sólo aquellos que tienen una disposición sincera.
3. Pero es fidedigno el Señor. Él os afirmará y guardará del
malvado, para no ser removidos de la fe por ellos.
4. Y tenemos confianza respecto a vosotros, basada en nuestra relación con el Señor, que lo que os encargamos, y que ahora lo aplicáis, continuaréis aplicándolo.
5. Deseo que el Señor dirija y afirme vuestros corazones en el amor hacia Dios y a la paciencia que no enseñó Cristo con su ejemplo.
Vers. 6-18. Instrucciones para inactivos
6. Os encargamos además, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesús Cristo, que no tengáis estrechas relaciones, sino que evitad a cada hermano que se comporta desordenadamente, y no según la enseñanza que recibieron de nosotros todos los fieles, incluso estos que andan desordenadamente.
7. Y no es necesario que os diga qué os hemos entregado con nuestro ejemplo y con nuestra enseñanza; porque por vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos; dado que cuando estábamos entre vosotros no anduvimos desordenadamente evitando el trabajo y así no os dimos el motivo para que penséis que vivimos a la costa de los demás.
8. Ni admitimos de nadie que nos ofreciese los medios de nuestra alimentación y de nuestro sustento, sino que lo suministramos con fatiga y cansancio, ya que noche y día trabajamos para no ser gravosos a ninguno de vosotros;
9. Υ fuimos nos sometimos a este laborioso trabajo, no porque no tuviésemos derecho de pediros lo necesario para nuestro sustento, sino para ofreceros a nosotros mismos como ejemplo para que nos imitaseis.
10. Porque también cuando estábamos con vosotros, la misma orden os dábamos, de que si alguno no quiere trabajar, no debe tampoco comer.
11. Y ahora os repetimos la misma orden, porque oímos que entre vosotros hay algunos holgazanes, que andan
desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno.
12. A estos hombres entonces encargamos y les rogamos, con la autoridad que nos da nuestro Señor
Jesús Cristo, que trabajen tranquila y pacíficamente y que coman el pan que ganen con su propio esfuerzo.
13. Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien, también hacia ellos, hacedlo diligentemente.
14. Pero si alguno no obedece a las instrucciones que os damos por escrito con esta
carta nuestra, tomadlo bajo señalamiento, y no os juntéis con él con familiaridad, para que se avergüence se corrija.
15. No lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como
a hermano.
16. Y el mismo Señor, de quien emana la paz, deseo que os dé siempre paz en toda manera. Y así no quede entre vosotros ni la más pequeña causa de confrontación o de altercado. Deseo que el Señor sea con todos vosotros.
17. La salutación de corazón que sella la carta, la escribí yo Pablo con mi propia mano; y esto es signo de pureza en toda carta mía, que demuestra que realmente es mía; así acostumbro a escribir.
18. La gracia de nuestro Señor Jesús Cristo sea con todos vosotros. Amén.