EPISTOLA A LOS GALATAS

INTRODUCCION (Por P. Trempelas)

Galacia era una región de Asia Menor que tenía como ciudades principales Ankara (del gr. "Άγκυρα", [Ágkira]), Pesinunte (del gr. "Πεσσινούντα", [Pessinúnta] y Tabio (del gr. "Τάβιο", actual Tamniya o Tawiniya). Esta región se distinguía de Frigia, Pisidia y Licaonia, que más tarde constituyeron, junto con algunas otras partes de Asia Menor, la provincia romana de Galacia. 

El Apóstol visitó esta región por primera vez durante su segundo recorrido apostólico, cuando "pasó por Frigia y el país de Galacia" (Hech. 16, 6) y fue recibido por los gálatas con entusiasmo y con excepcionales expresiones de afecto y respeto (Gal. 4,13 y siguientes).

Pero después de la visita de Pablo a Galacia, algunos falsos maestros judaizantes, los cuales predicaron en las Iglesias recién formadas, declarando que la salvación requería la observancia de las órdenes ceremoniales de la ley y, sobre todo, la circuncisión. Y para lograr la difusión de estas enseñanzas suyas erróneas, intentaron con calumnias e injurias eliminar el prestigio apostólico de Pablo. Por eso afirmaban que Pablo no era un verdadero Apóstol, como lo fueron los tres grandes Apóstoles, Pedro, Juan y Santiago, quienes fueron considerados pilares de la Iglesia.

Estas calumnias y engaños probablemente fueron reconstruidas oralmente por el Apóstol durante su segunda visita a las Iglesias de Galacia, que tuvo lugar como parte de su tercer viaje apostólico, poco antes de llegar a Éfeso, donde permaneció durante tres años (Hechos 18, 23 y 19, 1-20).

Pero incluso después de este llamado verbal, y mientras pareció por un momento que los galatas estaban convencidos, los falsos hermanos los invadieron nuevamente y causaron grandes contiendas entre los cristianos. Después de esto, el apóstol Pablo dirigió esta carta a los Gálatas, poco después de su llegada a Éfeso, es decir, a fines del 52 d.C.



EPISTOLA A LOS GALATAS


CAPITULO 1

Saludos

1. Yo Pablo, apóstol asignado no por hombres ni por el hombre,* sino por Jesús Cristo y Dios Padre, quien lo resucitó de los muertos,  

* Yo Pablo el apóstol, que no recibí esta dignidad de hombres, ni fui llamado a ella por la intervención de ningún hombre, sino que la recibí directamente de Jesús Cristo... (P. Trempelas)


2. y todos los hermanos, los cuales están conmigo, a las iglesias de Galacia:


3. la gracia sea en vosotros y la paz de nuestro Dios Padre y de Nuestro Señor Jesús Cristo, 


4. el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados, para liberarnos del actual mundo malvado, según la voluntad de nuestro Dios y Padre,


5. al cual le pertenece la gloria por los siglos de los siglos. Amén



Decepciones de Pablo ante los gálatas

6. Me sorprende lo rápido que os alejáis de él, el cual os llamó por la gracia de Cristo, hacia otro evangelio,*

Me sorprende lo rápido que os alejáis de Dios que os llamó mediante la gracia y la donación del Espíritu Santo, y os habéis cambiado a otra doctrina de salvación, que es erróneamente llamada el evangelio por aquellos que la enseñan.  (P. Trempelas)


7. el cual no es otro, pero hay algunos que os perturban y quieren distorsionar el evangelio de Cristo.


8. Pero si incluso alguno de nosotros, o algún ángel del cielo, os predica un evangelio distinto al que os hemos predicado, que éste sea anatematizado.*

* Que éste sea excomulgado, excluído (R.A.E.) y separado para siempre de Cristo. (P. Trempelas)    


9. Como hemos dicho anteriormente, y ahora de nuevo os digo, si alguien os predica un evangelio diferente al que recibísteis, que sea anatema.


10. ¿Busco ahora la aceptación de los hombres,* o de Dios? O tal vez, ¿busco ser agradable a los hombres? Porque si todavía quisiera agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo. 

* ¿Quizás ahora quiero convencer y asegurarme el favor de la gente... (P. Trempelas) 



El evangelio que recibió de Dios y no de los hombres 

11. Os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es de los hombres,


12. pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de los hombres, sino por revelación de Jesús Cristo.


13. Habéis oído, con seguridad, acerca de mi anterior conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios, y la atacaba.


14. Y tenía mayores progresos en el judaísmo que muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres.


15. Pero cuando agradó a Dios, quien me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia,


16. revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles*, no busqué el consejo de hombres,

* Entre los gentiles. Traducción literal: entre las naciones. Se refiere a los idólatras o paganos.


17. ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo, sino que me fui a Arabia y volví de nuevo a Damasco.


18. Después, pasados tres años, subí a Jerusalén para conocer a Pedro, y permanecí junto a él quince días.


19. No vi a ningún otro de los apóstoles, sino sólo a Jacobo, el hermano del Señor.


20. En esto que os escribo, confieso ante Dios que no miento.


21. Después fui a las regiones de Siria y de Cilicia.


22. Y yo personalmente era un desconocido para las Iglesias de Cristo en Judea.

 Iglesias que consistían en judíos que creían en Cristo. (www.imgap.gr)

 

23. Solamente oían decir que,  "Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe, la cual en otro tiempo buscaba hacerla desaparecer",


24. y glorificaban a Dios por mi causa.




CAPITULO 2

Su apostolado es admitido en Jerusalén.

1. Después, pasados catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando también conmigo a Tito.


2. Y subí después de una revelación y les expuse a ellos, particularmente a los más conocidos, el evangelio que predico a las naciones, por si en vano me afano o me he afanado hasta ahora.


3. Mas ni aun Tito, quien estaba conmigo, fue obligado a circuncidarse, aunque era gentil,* 

* En el texto original, "Ελλην", [Élin] (heleno o griego) aparece traducido por el Servicio Apostólico de la Iglesia de Grecia como "εθνικός", [eznikós], es decir, nacional, gentil o idólatra. Tal es su significación en este conexto, aunque en muchos lugares se encuentre traducido como "griego".


4. debido exactamente a los falsos hermanos intrusos, los cuales entraron para acechar nuestra libertad, que tenemos como fieles en Cristo Jesús, con el fin de esclavizarnos, 


5. a los cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros.


6. Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de personas , a mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron.


7. Pero al contrario, cuando vieron que Dios me había confiado la predicación del evangelio a los incircuncisos, como Pedro hizo a los judíos circuncidados,


8. - pues el que actuó en Pedro, para que fuese apóstol de los circuncidados, actuó también en mí para ser apóstol de las naciones -


9. y cuando ellos reconocieron la gracia que me había sido dada, entonces Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé su mano derecha en señal de fraternidad, y acordaron que fuésemos nosotros apóstoles de los gentiles, y ellos de los circuncidados.


10. Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los pobres, lo cual también he procurado con diligencia hacer.


Pedro es reprendido

11 Pero cuando Pedro vino a Antioquía, me opuse a él cara a cara, porque era digno de condena.


12. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se apartaba y se alejaba, porque temía a los que procedían de la circuncisión.*

* Porque temía que se escandalizasen los judíos cristianos. (P: Trempelas)


13. Y junto con él fingían también los otros judíos cristianos, de modo que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos.


14. Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: "Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como los judíos, ¿por qué obligas a los gentiles a vivir de modo judío?



El modo de la justificación del hombre

15. Nosotros somos judíos de nacimiento y no pecadores gentiles,


16. pero como sabemos que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe en Jesucristo, nosotros también hemos creído en Cristo Jesús, para ser justificados por la fe en Cristo y no por las obras de la ley, porque por las obras de la ley nadie será justificado.


17. Pero si nosotros que hemos buscado ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo servidor del pecado*? En ninguna manera.

¿Es por eso Cristo servidor del pecado,dado que él nos instó a dejar la ley? (P.. Trempelas)



18. Pero si construyo de nuevo, si las cosas que destruí, me muestro a mí mismo  transgresor.


19. Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios.*

* Pero no. No he pecado ni soy transgresor. Porque yo, según la ley que abolí y que castiga con la muerte a todo transgresor, morí según la ley, para vivir para la gloria de Dios. (P. Trempelas)


20. Con Cristo estoy juntamente crucificado. Y ya no vivo yo, sino que vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.


21. No rechazo la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces en vano murió Cristo.

 




CAPITULO 3

La fe y no la ley es la base de la aceptación del hombre por Dios.

1. Oh gálatas insensatos, ¿quién os conjuró para no creer en la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado?


2. Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por la fe en lo que escuchásteis?


3. ¿Tan insensatos sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, queréis ahora  acabar por la carne?


4. ¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si es que realmente fue en vano.


5. Aquel, pues, que os da el Espíritu, y hace milagros entre vosotros, ¿lo hace porque cumplís la ley, o porque creísteis en lo que escuchásteis? 


6. Así, Abraham creyó a Dios, y esto le fue contado como justificación.


7. Veis, entonces, que los que son hombres de fe, éstos son hijos de Abraham.


8. Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones.


9. De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham.


10. * Porque todos los que se basan en las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.

* Entonces sólo por la fe se dan las bendiciones, porque todos los que se basan... (P. Trempelas)


11. Y que por la ley ninguno es justificado por Dios, es manifiesto, porque: "El que es justificado por la fe vivirá"


12. Pero la ley no se basa en la fe, sino que dice: "El que hiciere estas cosas vivirá por ellas".


13. Cristo nos redimió de la maldición de la ley, haciéndose el mismo por nosotros maldición, - porque está escrito: "Maldito todo el que es colgado en un madero,-


14. para que venga la bendición de Abraham a los gentiles por Jesucristo, a fin de que recibiésemos la promesa del Espíritu por la fe.


15. Hermanos, os voy a hablar utilizando un ejemplo humano: Un testamento validado de hombre, nadie puede invalidarlo ni añadir algo. 


16. En el caso de Abraham, las promesas fueron hechas a él y a su descendiente. No dice: "Y a tus descendientes", como si hablase de muchos, sino de uno: "Y a tu descendiente", el cual es Cristo.


17. Quiero decir lo siguiente: la ley que vino después de cuatrocientos treinta años no puede anular un pacto, el cual había sido ratificado anteriormente por Dios y se refiere a Cristo, para abolir la promesa 


18. Porque si la herencia está basada en el cumplimiento de la ley, entonces no se da como base la promesa. Pero Dios la concedió a Abraham mediante la promesa.



El propósito de la ley

19. Entonces, ¿cuál es el objetivo de la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniese el descendiente a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador.*

* Fue ordenada por ángeles y entregada a través de las manos de Moisés, como mediador entre Dios y los judíos. (P. Trempelas)


20. Pero el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno.*

*El mediador no lo es de una sola persona, sino de al menos dos. Una persona en este caso es Dios, y la otra son los judíos, quienes debían cumplir en todo la Ley, para vivir a través de ella. Pero la transgredieron y por ello fueron maldecidos. (imgap.gr)  


21. ¿Luego la ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si la ley dada pudiera vivificar, entonces en realidad la justificación provendría de la ley.


22. Mas la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes.*

Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos. (Rom. 11, 32)


23. Pero antes que viniese la fe, éramos resguardados siendo cerrados bajo la ley, hasta que fuese revelada la fe. 


24. De manera que la ley ha sido nuestro instructor hasta que viniese Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.



El resultado de la fe

25. Pero ahora, que ha venido la fe, ya no estamos bajo instructor, 


26. porque por la fe sois todos hijos de Dios en Cristo Jesús;


27. porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, os habéis revestido de Cristo.

* Porque todos los que habéis sido bautizados en el nombre de Cristo y le confesáis así vuestro Salvador, os habéis revestido de Cristo y os habéis unido a él. (imgap.gr)


28. Ya no existe judío ni griego, no existe esclavo ni libre, no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.*

* No hay más diferencias de nacionalidad, ni de clase social, ni de  género. No hay diferencia entre un judío y un griego, no hay distinción entre un esclavo y un hombre libre, no hay distinción entre un hombre y una mujer. Porque todos vosotros os habéis convertido  en una nueva persona por vuestra unión con Jesucristo. (P. Trempelas)


29. Y si sois de Cristo, entonces  linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.

 



CAPITULO 4

Adopción divina por la fe en Cristo

1. Lo que quiero decir es que, mientras que el heredero sea menor de edad, en nada se diferencia del esclavo, 


2. sino que está bajo la autoridad de tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre.*

*Y no se diferencia del esclavo, porque, mientras es dueño de su herencia paterna, depende de comisionados que lo custodian y de amas de llaves que administran sus bienes paternos, hasta el momento designado por el padre.


3. Así también nosotros, cuando somos menores de edad, estamos esclavizados bajo los rudimentos del mundo.


4. Pero cuando se cumplió el tiempo, Dios envió a su Hijo, quien nació de mujer  bajo la ley,*

* quien se sometió voluntariamente a la Ley de Moisés.


5. para que redimiese a los que eran esclavos bajo la ley, a fin de que  recibiésemos la adopción.


6. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba*, Padre!

* Padre, en lengua aramaica.


7. Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, entonces también eres heredero de Dios por medio de Cristo.



Pablo exhorta a los fieles a no volver hacia atrás.

8. Pero entonces, debido a que no conocíais a Dios, estabais esclavizados por seres, los cuales en esencia no son dioses.


9. Mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar?


10. Guardáis determinados días, meses, periodos y años.

¿Observáis ahora y guardáis, como los judíos, determinados días de la semana, del mes, de los periodos del año y las fiestas del año? (imgap.gr)


11. Me temo que quizás haya trabajado en vano con vosotros.


12. Hermanos, os ruego que os hagáis como yo, porque yo también era como vosotros. Ningún mal me habéis hecho.


13. Sabéis que la vez anterior, debido a una enfermedad del cuerpo*, os anuncié el evangelio y a pesar de que mi cuerpo era fastidio para vosotros,

* La enfermedad de que padecía el Apóstol y que le obligó a permanecer en Galacia (2 Co. 12, 7), algunos piensan que era una enfermedad de la vista, por lo que dice en el vers. 15 y por las grandes letras con que escribe cuando no tiene a quien dictar (6, 11). (De la Biblia Straubinger)

 


14. no me despreciasteis ni me detestasteis sino que me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.


15. ¿Dónde está entonces la satisfacción que sentisteis? Porque os doy testimonio de que si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos.


16. ¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad?


17. Los que distorsionan el evangelio sienten celo por vosotros, pero no para bien, sino que quieren apartaros del verdadero evangelio, para que vosotros tengáis celo por ellos.


18. Bueno es mostrar celo en lo bueno siempre; y no solamente cuando estoy con vosotros.


19. Hijos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros.


20. Cuánto quisiera estar ahora mismo con vosotros y cambiar el tono de mi voz, pues estoy perplejo en cuanto a vosotros.



Ejemplo del Antiguo Testamento

21. Decidme vosotros, los que queréis estar bajo la ley: ¿no habéis oído la ley?


22. Está escrito, que Abraham tuvo dos hijos, uno de su esclava y el otro de la libre.


23. Pero el de la esclava nació según la ley natural, mientras que el de la libre nació por el poder de la promesa de Dios.


24. Esto es una alegoría. Estas dos mujeres son los dos pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para esclavitud; éste es Agar, 


25. -porque la palabra Agar indica el monte Sinaí en Arabia-, y corresponde a la Jerusalén actual, la cual es esclava junto con sus hijos. 


26. Mas la Jerusalén de arriba es libre, y ella es madre de todos nosotros, 


27. Porque está escrito: "Regocíjate, oh estéril, que no das a luz. Alza la voz y clama, tú que no tienes dolores de parto, porque tendrá más hijos la desolada, que la que tiene marido".*

* Y ella es la madre de todos nosotros, porque está escrito por Isaías: Alégrate, Iglesia, que antes de la venida de Cristo y antes de que se diera el Espíritu Santo eras estéril y no engendraste hijos. Saca  ahora tu voz y grita con gran alegría, tú que no sufriste dolores de parto. Porque mientras estabas desierta en hijos, ahora tus hijos son más que los de la Jerusalén terrenal, la cual conocía al Dios verdadero y estaba relacionada con él, y así se presentaba como teniendo marido. (P. Trempelas)


28. Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa.


29. Pero como entonces el que había nacido según la ley natural, perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora.


30. Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre.


31. De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre.

 





CAPITULO 5

1. En la libre entonces, por medio de la cual Cristo no liberó, permaneced firmes y no queráis subyugaros de nuevo en yugo de esclavitud. 


Han de elegir entre Cristo y la ley

2. Yo Pablo os digo, que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo no os beneficiará en nada.*

* He aquí, yo Pablo os digo y os aseguro que, si os circuncidáis, como recomiendan los falsos maestros, Cristo de nada os aprovechará. (imgap.gr)


3. Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley.


4. De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.


5. Pues nosotros por el Espíritu, por con la fe como base, esperamos la justificación por la cual creemos.*

*Porque el resto de nosotros, con el Espíritu Santo en nosotros, esperamos confiadamente los bienes que nos ha prometido la justificación (vindicación, exculpación) mediante la fe, y esperamos recibirlos solo por el poder de esa fe.


6. Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe, la cual es manifestada en las obras del amor vivo y verdadero.



7. Vosotros corríais bien; ¿quién os impidió obedecer a la verdad?


8. Esta persuasión no procede de Dios, el cual os llama.


9. Un poco de levadura puede leudar toda la masa.


10. Tengo el convencimiento en el Señor, de que no tendréis distinta opinión. Pero el que os perturba llevará la sentencia, quienquiera que sea.


11. Pero si yo, hermanos, aún predico necesaria la circuncisión, ¿cómo sucede que todavía sea perseguido? En tal caso se ha quitado el tropiezo de la cruz.*

* Pero si yo, hermanos, todavía predico que la circuncisión es necesaria, como se me predicó antes de ser llamado al oficio apostólico, ¿por qué habría de seguir siendo perseguido por los judíos? Ya no hay ninguna razón para la disputa entre los judíos y yo. Y entonces se ha abolido el escándalo causado a los judíos por la predicación de la crucifixión de Cristo, la cual (la predicación) abroga la ley. (P. Trempelas)


12. O pueden incluso emascularse los que os perturban.



La libertad ha de ser dirigida por el amor

13. Pero vosotros, hermanos, estáis llamados para la libertad. Solamente que no uséis la libertad como excusa para el disfrutes carnales, sino servíos por amor los unos a los otros,


14. porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.


15. Pero si os mordéis y os devoráis el uno al otro, mirad que no os devoréis entre vosotros.*

Mirad que no os hagáis desaparecer entre vosotros. (P. Trempelas) 



La guía del Espíritu

16. Quiero decir que seais guiados por el Espíritu, y entonces no satisfaréis los deseos de la carne,


17. porque la carne tiene deseos contrarios al espíritu, y el Espíritu contrarios a la carne. Estos son contrarios el uno respecto al otro, a fin de que no hagáis lo que queráis.  

 

18. Pero si sois guiados por el Espíritu, entonces no estáis bajo la ley.


19. Manifiestas son las obras de la carne: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,


20. idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,


21. envidias, homicidios, borracheras, derroches, y cosas semejantes a estas, acerca de las cuales os advierto, como ya entonces os advertí, de que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.


22. El fruto del Espíritu es el amor, gozo, paz, tolerancia, benignidad,* bondad**, fe,

* disposición bondadosa y amabilidad.

** aptitud y comportamiento servicial.


23. mansedumbre, sobriedad. En contra de éstos no existe ley.


24. Pero los que son de Cristo, han crucificado la carne junto con sus pasiones y sus deseos.


25. Si vivimos por el Espíritu, hemos de andar también por el Espíritu.


26. No nos volvamos vanagloriosos, provocando el uno al otro y envidiando el uno al otro. 


 

CAPITULO 6

1. Hermanos, si alguno es arrastrado a algún pecado, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.*

* Y si un hombre cae por debilidad en algún pecado, ustedes que son espiritualmente fuertes, corríjanlo y edúquenlo en un espíritu de mansedumbre. De hecho, tú que corriges al otro, ten cuidado de no caer en la tentación; y esto sucederá bien sea por ser seducido por el mismo pecado, o por ser dominado por la impaciencia o por la vanidad y la codicia, y por el egoísmo en general. (P. Trempelas)


2. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y de este modo cumpliréis la ley de Cristo.


3. Si piensa alguien que él es algo, no siendo nada, éste se engaña a sí mismo.


4. Que cada uno examine su obra, y entonces el motivo de su jactancia será sólo sobre sí mismo, y no sobre otro,


5. porque cada uno llevará su propia carga.


6. El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye.


7. No os engañéis, Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre siembre, esto también segará.


8. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción. Mas el que siembra para el Espíritu, segará del Espíritu vida eterna.


9. Pero no perdamos el coraje para hacer el bien, porque en el tiempo adecuado segaremos, si no nos rendimos.


10. Por lo tanto, mientras tengamos la oportunidad, hagamos el bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.*

* sobre todo a aquellos que, por la fe en Cristo, se hicieron nuestros familiares y nuestros hermanos. (imgap.gr)


Epílogo

11. Mirad con cuán grandes letras os escribo de mi propia mano.


12. Todos los que quieren parecer virtuosos mediante medios exteriores, éstos os obligan a que os circuncidéis, solamente para no padecer persecución a causa de la cruz de Cristo.


13. Porque ni aun los mismos que se circuncidan, guardan la ley, pero quieren que vosotros os circuncidéis, para jactarse de vuestro sometimiento a un patrón exterior.  


14. Pero lejos esté de mí jactarme en nada más que en la cruz de nuestro Señor Jesús Cristo, mediante la cual* el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.**

* Por Su muerte en la Cruz 

** Y al creer en su muerte, el mundo ha muerto y ha perdido su poder para mí. Pero yo también he muerto por el mundo. (P. Trempelas)


15. Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino la nueva creación.


16. Y a todos los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea a ellos, y al Israel de Dios.


17. De aquí en adelante que nadie me cause molestias; porque yo tengo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús.


18. La gracia de nuestro Señor Jesús Cristo sea con vuestro espíritu, hermanos. Amén.