EPISTOLA A FILEMÓN

 INTRODUCCION.  (Por P. Trempelas)


Filemón era un cristiano rico de Colosas, a quien Pablo atrajo a la fe cristiana, como se muestra en el versículo 19 de la carta. Esta carta también está dirigida a Apfia, quien al parecer era la esposa de Filemón. Incluso está dirigido al soldado Arquipo, probablemente hijo de Filemón, que tenía un cargo eclesiástico en la Iglesia de los Colosenses. Según el Mineo (libro litúrgico con las fiestas y los santos por meses), el 22 de noviembre se celebra "la memoria de los santos Apóstoles Filemón, Arquipo, Apfia y Onésimo, discípulos del Apóstol Pablo".

Onésimo, mencionado en la carta, era un esclavo de Filemón, quien, después de escapar de su hogar, se refugió en Roma, donde conoció a Pablo y se sintió atraído por él por la fe. El apóstol Pablo, por supuesto, quería tener a Onésimo cerca de él para recibir sus servicios de él, pero no quería hacerlo sin el consentimiento de su maestro. Después de todo, Onésimo, al huir, quizás por algún robo, había agraviado a su amo, y como cristiano tenía que apresurarse para reparar la injusticia que había cometido. Entonces, con motivo de la partida de Tíquico de Roma hacia Colosas y Laodicea, Pablo envió con él a Onésimo a su señor, después de escribir esta carta de recomendación. La escribió al mismo tiempo que escribió la carta a los colosenses. Con esto, le ruega a Filemón que acepte favorablemente a Onésimo, que le hizo daño.



EPISTOLA A FILEMÓN


Prólogo

1. Pablo, prisionero de Cristo Jesús, y el hermano Timoteo, al amado Filemón, colaborador nuestro, 


2. y a la amada Apia, y a Arquipo, nuestro compañero de milicia, y a la iglesia de su casa; 


3. Gracia sea a vosotros y la paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesús Cristo.



Solicitud de liberación de siervo

4. Doy siempre gracias a mi Dios, cuando te recuerdo en mis oraciones, 


5. porque escucho sobre el amor y la fe que tienes hacia el Señor Jesús, y hacia  todos los santos,


6. y pido para que tu participación en la fe sea merecedora del conocimiento de todos los bienes, que nos trae nuestra unión con Cristo Jesús. 


7. Tenemos gran gozo y consuelo por tu amor, porque por ti, han sido confortados los corazones de los santos, hermano.


8. Por lo cual, aunque tengo mucha libertad en Cristo para mandarte lo que conviene, 


9. pero debido al amor, más bien te ruego. Siendo como soy, yo Pablo ya anciano, y ahora prisionero de Jesucristo, 


10. te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones, 


11. el cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora nos es útil  a ti y a mí. 


12. Te lo envío de nuevo y tú, pues, recíbele como a mí mismo.* 

* Y tú recíbele a él, que tanto le amo, con benevolencia, como si fuese mi mismo corazón y mis mismas entrañas. (P. Trempelas) 


13. Quisiera mantenerle conmigo, para que me sirviese, en lugar tuyo, en la prisión en que estoy por el evangelio,


14. pero no quisiera hacer nada sin tu consentimiento, para que tu favor no fuese como de necesidad, sino por voluntad tuya.


15. Quizás para esto se apartó de ti por algún tiempo, para que le recibieses para siempre; 


16. no ya como siervo, sino como más que siervo, como hermano amado, particularmente para mí, pero cuánto más para ti, tanto como ser humano como cristiano. 


17. Entonces si me consideras amigo, recíbele como si fuese yo mismo. 


18. Y si te hiciese algún mal o te debiese, ponlo a mi cuenta. 


19. Yo Pablo lo escribo de mi mano, yo lo pagaré; por no decirte que me debes a tí mismo. 


20. Sí, hermano, quisiera sentirme confortado en cuanto a tí en el Señor; consuela mi corazón en el Señor.


21. Te he escrito porque estoy convencido de que obedecerás, aunque sé que harás aun más de lo que te digo.



Epílogo

22. Prepárame también alojamiento, porque espero que, por vuestras oraciones, seré entregado a vosotros.*

Prepárame también alojamiento. Porque espero que con vuestras oraciones Dios me salvará, me liberará de la cárcel y me entregará de nuevo a vosotros. (P. Trempelas)


23. Te saludan Epafras, mi compañero de prisiones por Cristo Jesús, 


24. Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis colaboradores.


25. La gracia de nuestro Señor Jesús Cristo sea con vuestro espíritu. Amén.