6. APOCALIPSIS DE JUAN

El "Apocálipsis de Juan" es un libro profético en el cual el escritor inspirado por Dios expone la revelación "que le entregó Dios" para que mostrase a sus discípulos "las cosas que deben suceder pronto" (Apoc. 1,1).
Escritor de este libro es el siervo del Señor Juan, como el mismo se autodenomina en el primer versículo del libro. Algunos supusieron que este Juan era alguien distinto al apóstol Juan. Sin embargo en la historia de los años apostólicos no tenemos ningún otro serio e indudable testimonio sobre una persona tal, que tenga dentro de la Iglesia apostólica tanta importancia como para que sus escritos se consideren como "inspirados por Dios" en las normativas del Nuevo Testamento. Entonces Juan, el escritor del Apocálipsis, es el mismo que el Apostol y evangelista Juan.
El objetivo por el cual el Apóstol Juan escribió este libro fue para motivar a los creyentes para que se preparen a sí mismos para la Segunda Resurrección del Señor con presteza y metania (arrepentimiento) y animarles para que con paciencia y esperanza afrenten las aflicciones anteriores a esta presencia.
Así que el tema principal del libro es la lucha antes de la segunda resurrección del Señor, entre el Reino del Dios y el poder del satanás. Este poder del satanás al final es totalmente aplastado por Jesús Cristo y por el triunfo definitivo de la Iglesia, la cual representa el Reino de Dios.
El significado principal que gobierna en todo este libro esta lucha del cordero degollado, o sea de Jesús Cristo, el cual "vino de la Gloria para vencer".
Ya que Cristo venció a satanás en su primera presencia en la tierra, y reina junto con su Dios Padre en el cielo es también ahora el verdadero Señor del universo y de todo lo que pasa en él. A pesar del gobierno temporal y limitado en el siglo presente, el cordero sigue siendo el Señor de la historia de los hombres, y vendrá como Juez y Rey para anular al satanás y para juzgar a vivos y muertos. Entonces dará a cada uno según sus obras y construirá un nuevo orden de las cosas, en el cual la Nueva Jerusalén, que estará consituída por la interminable Iglesia triunfante celestial de los fieles "en un nuevo cielo y una nueva tierra", disfrutará de la bienaventuranza y de la gloria de Dios, ya que se encontrará en constante comunión con Él.
El lugar donde se escribió el libro es muy probablemente la isla de Patmos, donde tuvieron lugar las revelaciones de Dios a Juan que se registraron en este libro, como se declara en su inicio (1,9). El divino Apóstol fue desterrado a esta isla en el año 14 del reinado de Dometiano (es decir alrededor del año 95 d.C.), como hace referencia Eusebio en su crónica. En este mismo periodo de tiempo fue cuando Juan escribió el Apocálipsis "de las recientes impresiones" de las revelaciones que vio estando en éxtasis.





CAPÍTULO 1



Vers. 1-3. Prólogo.


1. «Revelación de Jesús Cristo. Manifestación de las voluntades divinas para Jesús Cristo y su cuerpo espiritual, es decir la Iglesia. Esta revelación dio Dios a Jesús Cristo como hombre y como gobernador de la Iglesia, para hacer conocidos a todos sus siervos fieles aquello que en breve va a llevarse a cabo según su plan divino. Y todo esto se lo explicó Jesús con un ángel suyo a su discípulo Juan.


2. Él (Juan) da su testimonio sobre todo esto, lo cual son palabras de Dios y testimonio sobre Jesús Cristo y su Iglesia. Este testimonio de Juan está basado en todo lo que se le reveló en visiones, iconos y símbolos.


3. Bienaventurado es quien lee y los que escuchan estas palabras proféticas y didácticas inspiradas por Dios, y cumplen con devoción y piedad todo lo que se ha escrito en este libro. Porque está muy cerca y llega el tiempo en que se cumplirán estas cosas.    




Vers. 4-8. Bendiciones a las siete Iglesias.


4. Juan se dirige a las siete Iglesias que se encuentran en Asia Menor que representan  a toda la Iglesia de Cristo. Os desea que tengáis la gracia y la paz del Dios Padre, quien realmente es quien existe por sí mismo y que siempre ha existido y existirá continuamente en el futuro. Os desea que tengáis la gracia y la paz de los ricos carismas del Espíritu Santo que está frente al trono de Dios, listos para enviarse para la iluminación y la santificación de los hombres.


5. Os desea que tengáis la gracia y la paz también de Jesús Cristo. Él es el verdadero y fidedigno testigo de todo, quien con su muerte selló su testimonio en relación con la verdad divina. Y resucitó el primero de todos de los muertos y es el Rey eterno que domina sobre los reyes de la tierra. A Él que nos ama y debido a su amor tuvo misericordia de nosotros y nos limpió de nuestros pecados con su sangre.


6. Y nos estableció reino espiritual y divino, y sacerdotes para que adoremos y ofrezcamos sacrificios espirituales a su Padre, al cual tiene como a su Dios, ya que se hizo hombre y se asemejó a nosotros; a este Salvador "Teántropos", Dios y hombre, se debe y pertenece la gloria y la autoridad del poder y el reino por los siglos de los siglos. Amén.


7. He aquí que viene el Señor Dios y hombre con las nubes, sobre las cuales estará sentado como Dios, y todo ojo le verá. No sólo los fieles, que en Él tienen esperanza, sino también todos los infieles y particularmente los que le crucificaron y le traspasaron sobre la cruz. Y todas las razas de la tierra, todas las que permanecieron infieles, se lamentarán golpeándose en su pecho por la pena y el temor que sentirán. Sí, amén.


8. Esto lo proclamo y lo aseguro yo, que soy el Alfa y el Omega, el principio que lo creó todo, y el final en el que terminarán todas las cosas, teniéndome a mí como su más alto objetivo, dice el Señor y Dios. Él existe por sí mismo sin que lo haya creado otro, existió eternamente y existirá continuamente también en el futuro, el Dios Todopoderoso.  




Vers. 9-20. La aparición del Señor Jesús Cristo.


9. Yo Juan soy vuestro hermano y copartícipe vuestro en la tribulación y en las persecuciones por la fe en Cristo, así como en el reino de gloria, el cual nos regalará como recompensa, si mostramos paciencia y permanecemos unidos con Jesús. Yo he sido desterrado a la isla que se llama Patmos por la predicación del logos de Dios y del testimonio que doy de Jesús, de que es el Hijo de Dios y nuestro Salvador.


10. Era un Domingo, y vine en éxtasis y comunicación directa con el Espíritu de Dios y escuché detrás de mí una gran y fuerte voz como de trompeta,


11. que decía: Escribe en un libro lo que verás y envíalo a las siete Iglesias, que representan a toda la Iglesia; es decir a las Iglesias que esán en Éfeso, en Esmirna, en Pérgamo, en Tiatira, en Sardes, en Filadelfia y en Laodicea.


12. Me giré entonces hacia atrás para ver la persona que me hablaba con esta voz. Y cuando me volví hacia atrás, vi siete candeleros de oro, que representaban las siete Iglesias. Éstas distribuyen luz en el mundo, que está oscurecido por el engaño y por el pecado. 


13. Y en medio de estos candeleros vi a su protector que es también la fuente de su luz. Era una gloriosa persona que se asemejaba a hijo de hombre y llevaba puesto un majestuoso manto que le llegaba hasta los pies y ceñido en su pecho con un cinto real de oro.


14. Su cabeza y su pelo eran blancos como la blanca lana, como la nieve; simbolizando así que Él es como el Dios antiguo de los tiempos. Sus ojos eran como la llama del fuego, que lo ilumina todo y no permanece nada oculto frente a ella.  


15. Sus pies se parecían en el brillo y la solidez a una mezcla metálica de oro y plata, como si hubieran sido limpiados y probados y vertidos en un horno. Y su voz era fuerte y sonaba como el estruendo de las muchas aguas de las cascadas, cayendo desde arriba. 


16. Tenía en su diestra siete estrellas, los obispos de las siete Iglesias, las cuales determina y gobierna. Y de su boca salía una espada aguda de dos filos, que era el símbolo del poder del logos y su justo juicio. Y su rostro brillaba reluciente y resplandecientemente como el sol cuando resplandece con toda su fuerza. 


17. Y cuando le vi, caí como muerto frente a sus pies debido a mi temor. Entonces él puso su mano derecha sobre mí, diciéndome: No temas. Yo soy el primero, porque existo desde siempre, y el último, porque existiré siempre.


18. También soy el que vive siempre y tiene la vida por sí mismo. Y estuve muerto, muriendo para la salvación de los hombres. Mas he aquí que aunque fui crucificado, vivo por los siglos de los siglos. Y tengo en mis manos las llaves de la muerte y del Hades. Porque con mi muerte he anulado la muerte y adquirí autoridad también sobre el Hades.


19. Entonces escribe las cosas que has visto, y todo lo que existe y a lo que se hace referencia en el presente, así como las que han de suceder en el futuro después de éstas hasta el final de los siglos.


20. Y lo primero de todo te explico el sentido secreto de las siete estrellas que has visto en mi mano derecha, y de los siete candeleros de oro. Las siete estrellas simbolizan los siete obispos de las siete Iglesias, que representan a toda la Iglesia. Y los siete candeleros representan a las siete iglesias. 
                   

          

CAPÍTULO 2.

Vers. 1-7. La epístola al obispo de Éfeso.

Al obispo de la Iglesia que está en Éfeso escribe lo siguiente, lo cual es válido para cada uno de los obispos de toda mi Iglesia hasta el juicio final: Esto dice el que mantiene en su mano derecha, como el único Señor y pastor principal de los siete obispos y que camina como el único gobernador y protector, los siete candeleros de oro, los cuales representan a las siete Iglesias.


2. Conozco bien tu obra y el esfuerzo que haces como pastor y obispo, y la paciencia que muestras en las tribulaciones y en las tentaciones de tu obra episcopal. Conozco bien que no toleras y que no eres tibio con los malvados. Por eso has probado y has examinado con atención a aquellos que supuestamente dicen ser apóstoles, sin ser realmente verdaderos apóstoles; y entendiste que eran falsos apóstoles.


3. Y tienes paciencia ante sus reacciones; y has mostrado perseverancia y resistencia por mí y por mi Evangelio, y no te has agotado ni te has extenuado.


4. Sin embargo estoy disgustado contigo y tengo algo en contra de tí. Porque has dejado enfriarse algo la agapi que tenías en tus primeros años.   


5. Recuerda entonces de qué altura espiritual has caído y arrepiéntete y haz de nuevo las obras de tu primera agapi. De otro modo vendré rápido a tí y desplazaré tu Iglesia del puesto central que tiene ahora, si tú y tus Cristianos no os arrepentís.


6. Tienes sin embargo esto bueno, que odias las detestables desviaciones carnales de los Nicolaítas*, las cuales odio yo también.


7. Aquel que tiene interés espiritual y sano el sentido espiritual de su alma, que escuche qué dice a las Iglesias el Espíritu Santo, que habla en ellas con sus profetas. A aquel que venza en la lucha contra satanás y los pecados, le daré de comer del árbol de la vida. Es decir que le haré digno de disfrutar los bienes eternos en el paraíso de mi Padre, quien en cuanto mi naturaleza humana es también mi Dios.     

    
* Herejía gnostica (4.10) que sostiene una resurrección espiritual o ética, excluyendo la resurrección de los cuerpos, según la cual el conocimiento de la redención para el hombre ocurre en la descarga de la carne. Los nicolaítas constituyeron la secta más antiética de los primeros años del cristianismo, quienes, bajo el pretexto de la libertad cristiana, deseaban regresar a la vida moral de los nacionales. Según Eusebio de Cesarea, la herejía duró poco tiempo.(orthodoxwiki.org)



Vers. 8-11. La epístola al obispo de Esmirna.


8. Y al obispo de la Iglesia que está en Esmirna escribe: Esto dice aquel que existe desde siempre, el primero de todos, y que existiá siempre, el último de todos; éste que murió y vivió de nuevo.


9. Conozco tu obra y tu tribulación y tu pobreza causada por la persecución. Pero espiritualmente eres rico. Conozco también que te calumnian con aprensión los que afirman supuestamente ser judíos. Sin embargo no lo son realmente, sino que son sinagoga del satanás.


10. No temas en absoluto ante lo que te sucederá. He aquí que satanás va a echar a algunos de vosotros en la cárcel para ser probados. Y tendréis tribulación durante diez días, es decir breve y no grande. Busca de ser y permanecer fiel, decidido a recibir incluso la muerte por esta fe tuya. Y te daré la vida eterna como corona por tus luchas.


11. Quien tiene interés espiritual y sano el sentido espiritual de su alma, que escuche qué dice el Espíritu a todas las Iglesias. Quien saldrá vencedor no será perjudicado por la muerte espiritual y eterna. Esta muerte para los pecadores será a continuación de la muerte corporal como su segunda muerte.



12-17. La epístola al obispo de Pérgamo.


12. Y al obispo de la Iglesia de Pérgamo escribe: Esto dice aquel que tiene la espada aguda de dos filos.


13. Conozco bien tus obras y el centro idolátrico donde habitas. Allí está fijado el trono del satanás. Y mantienes sólidamente la confesión de mi nombre y no has negado mi fe incluso ni en los días en que fue condenado Antipas, mi testigo fiel, que fue asesinado en vuestra ciudad, donde habita el satanás.


14. Tengo sin embargo contra tí alguna queja, porque tienes allí a algunos que siguen la enseñanza del adivino gentil Balaam. Éste había enseñado y estimulado a Balac, el rey de los Moabitas, a poner trampa a los Israelitas, para hacerles comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. 


15. Y también tienes a bastantes que siguen la enseñanza de los nicolaítas, como los judíos en la época de Balaam. 


16. Por tanto, arrepiéntete; pues si no, si no te arrepientes, vendré rápido a por tí, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca. 

17. El que tenga interés espiritual y no tenga cerrados sus sentidos espirituales, que escuche lo que dice el Espíritu Santo a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná que está escondido en los cielos y es deconocido a los hombres del mundo; es decir, le daré de la comunión vivificadora del pan celestial, el cual le asegurará la vida inmortal y bienaventurada. También le daré un voto a favor 
blanco e inocente. Y sobre este voto estará escrito un nuevo nombre, el nombre de la adopción y del ciudadano del reino eterno. Este nombre no lo conoce nadie sino aquel que lo recibe.




18-29. La epístola al obispo de Tiatira.
     

18. Y al obispo de la Iglesia que está en Tiatira, escribe: Esto dice el Hijo de Dios, el que tiene sus ojos como la llama del fuego, ya que que no queda nada oscuro ni oculto a ellos; y sus pies semejantes a una mezcla metálica de oro y plata.

19. Conozco tus obras y tu amor y tu fe, y tu servicio por el alivio de los pobres y de los que padecen, y tu paciencia en las tentaciones y en las persecuciones. Y las obras que hiciste en el último periodo son mayores que las que hiciste primeras. 

20. Pero tengo contra tí algunas acusaciones. Porque toleras a esa mujer que ha imitado a la antigua Jezabel, que se llama a sí misma profetisa; ésta enseña y engaña a mis siervos incitándoles a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. 


21. Le he dado un periodo de tiempo para que se arrepienta; pero ella no quiere arrepentirse de su corrupción idolátrica e insiste en su distanciamiento.


22. He aquí, denro de poco la arrojaré en cama; no en cama de placer y disfrute sino de gran castigo. Y a aquellos que son seducidos y arrastrados por ella a orgías idólatras y engaños, les daré junto con ella gran tribulación, si no se arrepienten y se desprenden de las obras de ella. 


23. Y a los hijos de esta pseudoprofeta los aniquilaré con la muerte. Y así aprenderán las iglesias a partir de estas cosas que yo soy el que investiga el cerebro y el corazón, es decir, las más ocultas profundidades del alma del hombre; y os daré a cada uno según vuestras obras. 


24. Pero a vosotros el resto de fieles que estáis en Tiatira, a cuantos no han sido seducidos por esta enseñanza falsa y no decís que habéis adquirido los supuestamente más profundos conocimientos y enseñanzas, como lo denominan los seguidores del engaño, las cuales en realidad son los más profundos engaños del satanás, os digo o siguiente:No os sobrecargaré con otras obligaciones y otros deberes.

25. Pero retened sólidamente lo que tenéis y que os fue entregado como el único Evangelio verdadero,  hasta que yo venga en mi segunda venida. 

26. Al que sea reconocido como vencedor y guarde obras hasta el fin de su vida las obras que le pido, le daré autoridad sobre las naciones, las cuales ahora persiguen a mis fieles siervos.


27. Y como yo vencí las naciones que me perseguían, así también él las pastoreará y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero y se harán trizas. Le daré esta autoridad, como yo también como hombre la he recibido de mi Padre. 


28. Le daré además la estrella de la mañana, que sale al amanecer. Es decir disfrutará la iluminación y el gozo que traerá a los justos el amanecer de la futura vida eterna.


29. Aquel que tenga sentimiento e interés espritual, que escuche qué dice el Espíritu Santo a las Iglesias. 





CAPÍTULO 3.



Vers. 1-6. La epístola al obispo de Sardis.

1. Y al obispo de la Iglesia que está en Sardis escribe: Esto dice el Señor que tiene el Espíritu Santo con todos sus carismas, y a las siete estrellas, es decir los obispos y los funcionarios superiores de las Iglesias. Conozco tus obras, pero no estoy satisfecho con ellas. Porque tienes nombre que significa que vives, pero sin embargo estás muerto.


2. Vuélvete despierto y cuidadoso y atento. Y apoya a las demás partes de la Iglesia las cuales peligraban de morir. Te escribo esto, porque no he encontrado en tus obras ni en tu arzobispado un perfecto comportamiento ante mi Padre, quien en cuanto a mi naturaleza humana es también mi Dios.


3. Recuerda entonces con qué entusiasmo aceptaste y escuchaste el Evangelio. Y arrepiéntete y guarda lo que escuchaste y recibiste. Pero si no despiertas y no estás cuidadoso y atento, te traeré la hora de tu muerte de repente, como viene el ladrón por la noche. Y no sabrás a qué hora vendré a tí para pedir explicaciones por tus acciones.


4. Tienes sin embargo en Sardis algunos fieles que no contaminaron sus vestimentas con los pecados. Y ellos caminarán y vivirán conmigo vestidos de blanco. Porque se merecen estar conmigo vestidos con manto espiritual brillante y resplandeciente. 


5. Quien vencerá siempre, será así envuelto en ropa blanca y luminosa. Y yo no borraré nunca su nombre de libro de la vida eterna y celestial. Y confesaré su nombre frente a mi Padre y frente a sus ángeles, reconociéndole como persona mía y amada por mí.


6. Quien tiene interés y sentido espiritual, que escuche qué dice el Espíritu Santo a las Iglesias.


    
7-13. La epístola al obispo de Filadelfia.


7. Y al obispo de la Iglesia que está en Filadelfia, escribe: Esto dice el santo, el real y verdadero Señor, que tiene la autoridad mesiánica y el reino de David. El que abre la puerta de los cielos y nadie puede cerrarla; y la cierra, y nadie puede abrirla.


8. Conozco tu obra como obispo. He aquí, he dado frente a tí una puerta abierta, para que tengas una acción como obispo sin obstáculos. Esta puerta nadie podrá cerrarla. Te la abro yo, porque tú tienes poco poder y pocos medios para esta acción. Sin embargo has guardado mi palabra y no has negado mi nombre en la persecución que tuviste.


9. He aquí, daré a tu rebaño algunos de la sinagoga del satanás, de aquellos que supuestamente dicen ser judíos, cuando en realidad no lo son, y dicen mentiras. Les haré venir y reverenciar frente a tus pies y que aprendan que yo te amé.


10. Pero debido además a que guardaste el mandamiento de la paciencia por mi nombre, yo también te protegeré de la hora de la tentación y de las tribulaciones que van a venir sobre toda la tierra para probar a todos los que habitan en ella.


11. Vengo rápido. Mantén bien la fe que tienes, para que nadie reciba tu corona y la recompensa por tus luchas.


12. A aquel que vence siempre, le haré pilar de mi Iglesia, la cual es el verdadero templo de Dios. Y desde este honorado puesto que le daré no saldrá ya nunca fuera. Y sobre él escribiré el nombre de mi Dios, para que sea eternamente suyo. Escribiré también sobre él el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual no ha sido construída por hombre, sino que baja del cielo, de mi Dios. Y éste será ciudadano celestial de esta ciudad. Escribiré también sobre él mi nuevo nombre "Logos del Padre hecho hombre", para ser redimido y salvado con mi sangre eternamente.


13. Aquel que tiene interés y sentimiento espiritual, que escuche qué dice el Espíritu Santo a las Iglesias.




14-22. La epístola al obispo de Laodicea.

14. Y al obispo de la iglesia que está en Laodicea escribe: Esto dice el que es la verdad por sí mismo y el Amén, el tesigo verdadero y digno de confianza, el principio creador de las creaciones de Dios.    
 

15. Conozco tus obras, que no eres frío en la fe y en el afán, ni caliente. Mejor que fueses frío o caliente. Porque si fueses frío, habría una mayor esperanza de que te arrepintieses alguna vez y de que te volvieses más entusiasta. 

16. Pero así, debido a que no eres ni cálido ni frío, sino tibio, te vomitaré de mi boca.


17. Debido a tu arrogancia y a tu presunción y vanidad te enorgulleces y dices: Soy rico en virtudes y me he enriquecido y no necesito nada. Y no sabes que en realidad eres un desventurado, miserable, pobre en virtudes y ciego, ya que no ves tu estado espiritual y desnudo. 

18. Ya que dices que te has enriquecido, te aconsejo que de mí compres, con la contrición de la humildad y la oración, virtud real y pura como el oro puro que ha sido fundido y limpiado en el fuego, para que seas rico en virtudes y en obras buenas. Serás proveído con las vestiduras blancas de la santidad y de la pureza, para que destaques con ellas, y así no sea visible a todos la vergüenza de tu desnudez espiritual. Serás proveído además con colirio e iluminación de la verdad, para que unjas con él los ojos de tu corazón, para que veas tu estado y no te defraudes a tí mismo pensando que eres rico.  


19. Te lo digo esto por amor. Yo a los que amo los reprendo, mostrándole sus errores, y les enseño. ; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. 


20. He aquí, yo estoy fuera de la puerta y llamo fuerte. Si alguno oye mi voz y abre la puerta de su corazón, entraré dentro de él, me uniré a él estrechamente, con mucha familiaridad. Y cenaré con él con alegría y complacencia por su salvación. Y él cenará conmigo disfrutando del gozo y del deleite de mi dichosa vida.   


21. A aquel que venza siempre, le daré como recompensa que se siente conmigo en mi glorioso trono, así como yo, cuando me hice hombre, vencí, y después de mi Ascensión me senté con mi Padre en su trono. 


22.  Aquel que tiene interés y sentimiento espiritual, que escuche lo que dice el Espíritu Santo a las Iglesias.





CAPÍTULO 4

Termina la presentación de las imágenes de las siete Iglesias de Asia Menor, las cuales en su totalidad contienen algún tipo de estadística de las diferentes situaciones de todas las Iglesias cristianas según el lugar en el momento de la visión.
Ahora Juan es trasladado en éxtasis al cielo y ve a Dios sobre un trono siendo glorificado.
Los cuatro animales que rodean el trono son espíritus funcionales, los cuales sirven y representan el poder divino en la naturaleza. El que se asemeja a un león simboliza la grandeza real. El que se asemeja a un becerro simboliza la fuerza, potencia y poder. El que se asemeja a un hombre simboliza la lógica. Y el que se asemeja a un águila representa los altos vuelos y la poderosa visión. Los veinticuatro presbíteros representan a la Iglesia triunfante; doce presbíteros representan la Iglesia constituída por Judíos, y los doce presbíteros representan  a la Iglesia formada por los gentiles. 
Finalmente, el mar cristalino que se encuentra frente al trono es emblema de la infinita lucidez dentro de la cual el ojo de Dios que todo lo ve.


Vers. 1-11. La glorificación celestial de Dios.

Después de esto ví; he aquí, una puerta abierta en el cielo; y la voz que escuché anteriormente sonar como trompeta, se dirigió a mí y me dijo: Sube aquí y te enseñaré lo que según el plan divino va a suceder en el futuro. 


2. Y enseguida entré en éxtasis y con las fuerzas superiores de mi alma, que eran iluminadas por el espíritu de Dios, subí al cielo. Y he aquí, un trono que estaba en el cielo, y sobre el trono se sentaba Dios.


3. Resplandecía sobre mis ojos brillante como el diamante y rojo como la cornalina (piedra preciosa que se encuentra entre las rocas de Sardis. Es decir resplandecía de modo brillante su santidad y su luz y estaba llena de fuego la entrega de su justicia. Y al mismo tiempo había alrededor del trono un luminoso arco iris, el símbolo pacífico. Y el trono resplandecía a los ojos con un color verdáceo, como si estuviera hecho de esmeralda.


4. Y alrededor del trono había otros veinticuatro tronos. Y en estos tronos vi sentados a los veinticuatro presbíteros, que representan la Iglesia triunfante que se encuentra en los cielos. Llevaban vestimentas blancas, símbolo de su santidad y de su pureza; y tenían en sus cabezas coronas de oro, símbolo de sus victorias y de su glorioso triunfo. 


5. Y del trono salían destellos y voces y truenos que declaran la inalcanzable grandeza del Dios Todopoderoso. Frente al trono había siete lámparas de fuego. Éstas simbolizan el total de los carismas del Espíritu de Dios, los cuales actúan continuamente sin agotarse jamás.


6. Delante de trono había también como un mar de vidrio semejante al cristal; éste representa que toda la creación es transparente y es distinguida claramente por el ojo de Dios que todo lo ve. En medio del trono y alrededor de él se encontraban cuatro creaciones vivientes, cuatro espíritus funcionalesde Dios llenos de ojos por delante y por detrás. 


7. Éstos son los órganos angelicales y ejecutores de las divinas voluntades, con los cuales Dios muestra su poder y gobierna la naturaleza visible y su creación. El primer espíritu funcional es semejante a un león. El segundo espíritu funcional es semejante a un becerro. El tercer espíritu funcional tiene un rostro que es semejante a un rostro humano. Y el cuarto espíritu funcional es semejante a un águila que vuela.


8. Cada uno de los cuatro espíritus funcionales tiene seis alas; son éstas símbolo de su agilidad en la ejecución de las voluntades divinas. Y todas están llenas de ojos, a su alrededor y por dentro, para verlo todo y para ser órganos apropiados del Dios omnisciente. Y no paran jamás de decir, día y noche y sin descanso: «Santo, Santo, Santo eres Señor, Dios todopoderoso; tú has existido eternamente y existes por tí mismo, sin depender tu existencia de nadie más, y estarás en el futuro eterno e interminable».


9. Y cuando los cuatro espíritus funcionales glorifican, honran y agradecen a quien se encuentra en el trono y vive por los siglos de los siglos,


10. se postran los veinticuatro presbíteros frente a él que se sienta sobre el trono y reverencian a quien vive por los siglos de los siglos. Y ponen sus coronas frente al trono diciendo:


11. Digno eres tú, Señor y Dios nuestro, de recibir toda la gloria y la honra y el poder, porque tú lo creaste todo, y todo por tí fue creado y existe, porque tú por infinito amor lo quisiste.





CAPÍTULO 5

Este capítulo describe la gloria del Cordero, de Jesús Cristo, que fue sacrificado y resucitó y cogió el libro que contiene las voluntades divinas. La realización de estas voluntades divinas asegurará la salvación del mundo. Sobre este cordero, que tiene siete ojos y siete cuernos, es decir tiene la plenitud del conocimiento y del poder divino y sobrenatural, es delegada y asignada la ejecución del plan de Dios para la salvación del mundo.


Vers. 1-14. El Cordero recibe el libro de las voluntades divinas. 

Y vi en la mano derecha de Dios que estaba sentado en el trono un libro que estaba escrito también por fuera, sellado con siete sellos.


2. Vi también a un ángel fuerte, que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y de desatar sus sellos? ¿Quién podrá comprender el contenido del libro que se refiere a los planes salvadores de Dios para el mundo, para que sea aplicable este plan?


3. Y no podía nadie, ni ninguno de los ángeles ni de los santos que se encuentran en el cielo, ni de los hombres que se encuentran en la tierra, ni de las potestades infernales que se encuentran bajo la tierra, abrir el libro, ni siquiera mirarlo.


4. Y yo lloré mucho, ya que no se encontraba a nadie digno de abrir el libro ni tan siquiera mirarlo.


5. Entonces uno de los presbíteros que representan a la Iglesia triunfante que se encuentra en los cielos, me dijo: No llores. ¡Esta aquí! El león que procede de la tribu de Judá, el descendiente de David en cuanto a su naturaleza humana, Jesús Cristo, con su muerte por crucifixión venció y recibió el poder para abrir el libro y sus siete sellos.


6. Vi entonces en medio del trono de Dios y de los cuatro espíritus funcionales y en medio de los presbíteros pararse un cordero vivo, que tenía las señales de su degüello para expiación, después del cual vivió nuevamente. Este Cordero tenía siete cuernos y siete ojos; representaban el conjunto de los carismas del Espíritu de Dios que son enviados sobre toda la tierra. Es decir Jesús Cristo, el Cordero de Dios que fue sacrificado para nosotros, es el poder y la sabiduría de Dios. Éste envía sobre nosotros los hombres el Paráclito, el Espíritu Santo y sus donaciones.


7. Y el Cordero fue y cogió triunfalmente el libro de la mano derecha de Quien esaba sentado en el trono.  


8. Y cuando cogió el libro, y demostrando claramente de este modo que lo desellaría y lo abriría, entonces los cuatro espíritus funcionales y los veinticuatro presbíteros cayeron frente al Cordero. Cada uno de los veinticuatro presbíteros tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso; éstas son las oraciones de los Cristianos que constituyen toda la Iglesia. 


9. Y los presbíteros salmodiaban un nuevo himno diciendo: Eres digno de coger el libro y de abrir sus sellos. Porque fuiste degollado sobre la cruz y con tu sangre nos redimiste para hacernos propiedad de Dios a todos nosotros; todos los que creyeron de cada tribu y lengua y pueblo y nación.


10. Y los hiciste reyes y sacerdotes para gloria de nuestro Dios. Éstos serán parte de su reino sobre la tierra y heredarán los bienes eternos.


11. Después vi y escuché voces de muchos ángeles alrededor del trono de Dios y las voces de los cuatro espíritus funcionales y de los presbíteros. Y su número era incalculable, miles y miles.


12. Y decían a fuerte voz: «El Cordero que ha sido degollado es digno de recibir todo el poder y riqueza y sabiduría y la fortaleza y la honra y la gloria y la alabanza».


13. Y escuché a todas las creaciones de Dios, cada una que está en el cielo y sobre la tierra y debajo de ella y sobre el mar, y todo cuanto allí existe decir todos juntos como una Iglesia, el mundo celestial y el terrenal de los ángeles y de los hombres: A Dios que está sentado sobre el trono, y al Cordero, el Redentor divino-humano, pertenece la alabanza y la honra y la gloria y el poder por los siglos de los siglos.


14. Y los cuatro espíritus funcionales decían: «Amén». Y los presbíteros se postraban y adoraban. 






             
CAPÍTULO 6.

En este capítulo se relata la apertura de los seis sellos del libro. Estos sellos no representan unos determinados hechos históricos, sino una serie de castigos. Con estos castigos Dios refuerza la predicación del Evangelio en cada generación y en cada época, hasta el juicio final. El primer sello representa todas las predicaciones del Evangelio hasta el juicio final. El segundo sello representa a todas las guerras. El tercero, todas las hambrunas. El cuarto, todas las enfermedades infecciosas. El quinto, todas las persecuciones contra los fieles. Y el sexto todaσ las grandes calamidades y catástrofes de la naturaleza. Éstas generan en las almas de los hombres el presentimiento del fin del mundo. Y según se van sucediendo la una a la otra a través de las generaciones, serán selladas finalmente por las tribulaciones finales y catástrofes, las cuales representan. Y significarán el desmoronamiento del estado del Anticristo.

   

Vers. 1-17. La apertura de los seis sellos.

Entonces vi al Cordero abrir el primero de los siete sellos. Y escuché al primero de los cuatro espíritus funcionales, que forman parte de la realización del plan divino, decir con una voz que se asemejaba a un trueno: «Ven». 


2. Y miré, y he aquí un caballo blanco, y aquel que estaba sentado sobre él tenía un arco. Y le fue entregada una corona, símbolo de la victoria y de su reino. Y el jinete, que representaba la predicación del Evangelio, salió enseguida vencedor y continuó venciendo hasta el final.


3. Y cuando el Cordero abrió el segundo sello, escuchó al segundo espíritu funcional decir: «Ven a ver».


4. Salió entonces otro caballo rojo como el fuego, y al jinete que se sentaba sobre él y representaba a la guerra le fue entregado el permiso por Dios de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y para ello se le dio una gran espada.


5. Y cuando el Cordero abrió el tercer sello, escuchó al tercer espíritu funcional decir: «Ven a ver». Y miré y he aquí un caballo negro, y al jinete que estaba sentado sobre él mantener en su mano una balanza y representaba la hambruna y las enfermedades infecciosas.


6. Y escuché algo como una voz salir de entre los cuatro espíritus funcionales que decía: «Un kilo de trigo se sobrevalorará debido a la carencia, y se venderá a un dinario, es decir el salario de un día; y tres kilos de cebada a un dinario. Pero no les quites el aceite y el vino, y déjaselo abundante».


7. Y cuando el Cordero abrió el cuarto sello, escuché la voz del cuarto espíritu funcional decir: «Ven a ver».


8. Y miré y he aquí un caballo amarillo. Y el jinete que estaba sentado sobre él representaba las enfermedades infecciosas y las epidemias; su nombre era "la muerte". Por detrás le seguía el Hades, para coger las almas de los que morirían. Y le fue dado autoridad sobre un cuarto de los habitanteσ de la tierra para matarles con hambre y con espada y con muerte, y a algunos de ellos entregarlos a las bestias de la tierra para que los despedazasen.


9. Y cuando el Cordero abrió el quinto sello, mientras tanto hubo persecución contra los Cristianos en la tierra, durante la cual fueron martirizados muchosY vi bajo el cielo un altar con las almas de quienes en cada época habían sido sacrificados por el logos de Dios y por el testimonio que recibieron de Cristo y lo mantuvieron firmemente.


10. Éstos clamaron a gran voz diciendo: «¿Hasta cuándo, Señor, tú que eres el soberano y dominante, el santo y verdadero, tendrás paciencia y no realizarás tu juicio, y no buscarás venganza y castigo, por nuestra sangre derramada injustamente, sobre todos los que habitan en la tierra?»


11. Y les fue entregado a cada uno de ellos una vestimenta blanca, que simbolizaba su gloria y su bienaventuranza. Y se les dijo también que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el establecido número de elegidos de entre sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos y dar testimonio, como lo dieron también ellos. Miré cuando abrió el sexto sello, 


12. Y vi, cuando el Cordero abrió el sexto sello, que venían tempestades y grandes catástrofes naturales, que aterraron a los hombres que se encontraban sobre la tierra. Esto representaba todas las tempestades y terremotos que ha habido en cada época y que concluirán con la catástrofe que será precedida por la determinada finalización del estado del anticristo. Y tuvo lugar un gran terremoto, y el sol se oscureció y se puso negro como la vestimenta de luto del saco de piel de animal.  



13. Y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos verdes cuando es sacudida por un fuerte viento. 


14. Y el cielo se extendió y fue separado como un pergamino que se enrolla. Y todas las montañas y todas las islas fueron desplazadas de su lugar. 


15. Y los reyes de la tierra, y los magnates, los oficiales superiores del ejército y los ricos y los poderosos de la tierra, y todo siervo y todo libre se escondieron en las cuevas y en las peñas de los montes.


16. Y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros y escondednos del temible rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero.


17. Porque vino el gran día en que estalló su ira; ¿y quién podrá sostenerse y mantenerse frente a él?





CAPÍTULO 7

Antes de ser abierto el séptimo sello, se presentan dos escenas, las cuales son descritas en este capítulo. Doce mil de cada tribu, de cada una de las tribus de Israel, son sellados por el ángel, con el objetivo así formar de parte del reino de Dios. Éstos son judíos cristianos, o son judíos que todavía no han creído, pero que están predestinados según el conocimiento previo de Dios a creer más tarde, en el momento adecuado; y las dos interpretaciones tienen sus defensores. Nos inclinamos más hacia la segunda. La denominación sin embargo innumerable de las tribus de Israel, unido al hecho de que nada nos indica que los 144.000 hayan regresado ya, defiende que éstos tienen una elección segura por parte de Dios, reservándose sin embargo para una futura determinación, y su llamada y regreso tendrá lugar en el futuro.



Vers. 1-8. El sellado de los 144.000 judíos.  

Después de esto vi a cuatro ángeles en los cuatro rincones de la tierra o en los cuatro puntos cardinales, manteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento sobre ella, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol, y hubiese en todas partes paz y tranquilidad.  


2. Vi también a otro ángel subir por donde sale el sol, es decir desde el lugar del Paraíso y de la luz. Y este ángel tenía el sello del Dios vivo y verdadero. Y voceaba con fuerte voz a los cuatro ángeles que mantenían hasta aquel momento los cuatro vientos, pero les fue entregado autoridad y permiso para soltarlos, para causar catástrofes en la tierra y en el mar. 


3. Y les dijo: «No provoquéis daños y catástrofes sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre los árboles, hasta que sellemos a nuestros siervos de Dios poniendo señal en sus frentes, para ser así protegidos de las desgracias que dentro de poco serán lanzadas». 


4. Y escuché el número de los sellados. Era ciento cuarenta y cuatro mil sellados, de cada tribu de los descendientes de Israel.


5. Es decir de la tribu de Judá, doce mil sellados. De la tribu de Rubén, doce mil sellados. De la tribu de Gad, doce mil sellados. 


6. De la tribu de Aser, doce mil sellados. De la tribu de Neftalí, doce mil sellados. De la tribu de Manasés, doce mil sellados. 


7. De la tribu de Simeón, doce mil sellados. De la tribu de Leví, doce mil sellados. De la tribu de Isacar, doce mil sellados. 


8. De la tribu de Zabulón, doce mil sellados. De la tribu de José, doce mil sellados. De la tribu de Benjamín, doce mil sellados. Todos estos fueron sellados y apartados para alguna misión futura. Esteban predeterminados para creer en Cristo y como fieles formar parte en las luchas futuras.




9-17. La innumerable multitud de cada nación frente al trono.


9. Después de esto miré y he aquí una gran multitud de gente, la cual nadie podía contar. Y esta gente innumerable era de todas las naciones y de todas las tribus y pueblos y lenguas. Estaban delante del trono y frente al Cordero. Vestidos con ropas blancas, y mantenían en sus manos ramas de palmeras. Estas palmeras eran símbolo de la victoria frente al pecado, y también símbolo de la nueva vida santa a la cual accedieron.


10. Y clamaban a gran voz, diciendo: «La salvación de todos nosotros, los que constituímos la Iglesia triunfante que se encuentra en los cielos, no nos pertenece a nosotros, sino a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al sacrificio redentor del Cordero». 


11. Y todos los ángeles estaban alrededor del trono y alrededor de los presbíteros, que representaban a todos los Santos, y alrededor de los cuatro espíritus funcionales. Y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios, 


12. diciendo: «Verdaderamente, todo himno y gloria y sabiduría y agradecimiento y honra y poder y fortaleza, pertenecen a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén». 


13. Y ante la duda que me surgió, respondió uno de los presbíteros y me dice: «¿Quiénes son éstos que están vestidos de ropas blancas y de dónde han venido?»


14. Yo le dije:  «Mi Señor, tú sabes quiénes son y de dónde han venido». Y entonces él me dijo: «Éstos son los fieles y los testigos que han salido de la gran tribulación. Esta tribulación representa a todas las persecuciones y tribulaciones que sucederán en todas las generaciones hasta el juicio de las naciones. Éstos han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Su santidad y su limpieza proceden del sacrificio redentor de Cristo». 


15. Y debido a que fueron limpiados y santificados con el sacrificio del Cordero, ahora están frente al trono de Dios y le adoran sin parar noche y día en su templo que se encuentra en los cielos. Y El que se sienta en el trono habitará en ellos y los hará residencia suya.


16. Ya no pasarán hambre, tampoco pasarán sed, tampoco caerá sobre ellos el sol abrasante, ni ningún golpe de calor. Es decir que no sufrirán a partir de ahora ninguna privación, ni preocupación, ni pena.
 
  
17 Porque el Cordero que está en medio del trono de Dios los pastoreará como ovejas racionales y los guiará a fuentes de aguas que transfunden vida. Y será quitada de los ojos de ellos toda lágrima. De este modo sus vidas serán sin penas y llenas de descansos espirituales y deleites. 






CAPÍTULO 8.

Continúa con la apertura del séptimo sello. El contenido de este sello está constituído por una serie de siete trompetas. De estas trompetas, seis representan la venida de heridas más graves y más serias que las que fueron descritas con los seis sellos. Estas heridas son nuevas medidas pedagógicas, más severas que las otras, con las cuales Dios busca guiar al infiel y pecador mundo a la metania y al regreso. Estas medidas representan la enseñanza que existirá en cada generación hasta el final de los tiempos.
En este capítulo se describen los cuatro toques de trompeta. Al primer toque de trompeta le sigue caída de granizo mezclado con fuego y sangre. Esta tempestad es semejante a la hambruna del tercer sello, pero la hambruna ahora está establecida. Al segundo toque de trompeta le sigue la catástrofe de los mares, a causa de la cual son interrumpidas las comunicaciones. El tercer sello es algo correspondiente con el cuarto sello. Es decir que tenemos infección de las aguas, muertes de muchos hombres y enfermedades infecciosas. Al cuarto sello le siguen perturbaciones de los cuerpos celestiales y oscurecimiento del horizonte y del aire. Nada indica que todo esto haya de ser entendido alegóricamente. Se trata de tempestades en la tierra, en el mar, en los ríos y en el aire, que vendrán sobre todas las generaciones. Estas tempestades, cuando venga el tiempo establecido, concluirán con la abolición del reino del Anticristo y con el juicio de las naciones.



Vers.1-5. El séptimo sello y el inciensario de oro

1. Cuando el Cordero abrió el séptimo sello del libro, se hizo silencio en el cielo durante una media hora. Con mucha devoción y respeto y atención los que se encontraban en el cielo seguían los terribles acontecimientos que denτro de poco tendrán lugar.


2. Y después vi a los siete ángeles más solemnes, los que estaban frente a Dios. Y les fueron entregadas siete trompetas, para señalar cada uno con su turno el comienzo de los respectivos castigos pedagógicos de Dios. 


3. Y otro ángel vino entonces y se paró ante el altar celestial, manteniendo un incensario de oro. Se le dio mucho incienso para ofrecerlo. Esto simboliza las oraciones y las intercesiones de la Iglesia triunfante que se encuentra en los cielos. Para que de este modo todas las oraciones de todos los fieles luchadores que se encuentran en la tierra sean fortalecidas en el altar de oro que está delante del trono de Dios. 



4. Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el aroma del incienso junto con las oraciones de los santos que se encuentran en la tierra. 



5. Y el ángel tomó después el incensario, y lo llenó de fuego del altar, y arrojó este fuego a la tierra. De este modo fue arrojado sobre la tierra fuego de tribulaciones y pruebas, que eran expiadoras para los fieles, pero correctivas y exterminadoras para los infieles. Y hubo entonces truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.





Vers. 6-13. Las cuatro primeras trompetas



6. Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas. 


7. El primer ángel tocó la trompeta. Hubo entonces granizo y fuego mezclados con sangre, y fueron lanzados sobre la tierra. Era una gran tempestad en contra de la vegetación de la tierra. Y esta tempestad arrasó con la tercera parte de la tierra y con la tercera parte de los árboles, y con toda la hierba verde. La catástrofe era grande pero no absoluta; constituía la pedagogía para los dos tercios de la tierra que quedaban.


8. Tocó el segundo ángel la trompeta. Y calló sobre la tierra algo parecido a una gran montaña ardiendo. Y la tercera parte del mar se convirtió en sangre. 


9. Y murió la tercera parte de los seres vivos y de los organismos que viven en el mar. Y fue destruida la tercera parte de los barcos que llevan a cabo las comunicaciones marítimas. Era una gran tempestad contra los mares y contra los océanos. 

10 Tocó también la trompeta el tercer ángel, señalando la tempestad en contra de las aguas dulces y potables. Y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha. Y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas. 


11. Y el nombre del meteorito es ajenjo (de la planta Artemisia absinthium*, que es de sabor amargo). Y la tercera parte de las aguas se volvió amarga como el ajenjo y fueron contaminadas. Y muchos hombres murieron a causa de esas aguas. 


12. El cuarto ángel tocó la trompeta, señalando la tempestad en contra de los cuerpos celestiales y de la atmósfera. Y golpeó a una tercera parte de la luz y del calor vivificante del sol y a un tercio de la luna y a un tercio de las estrellas; para que se oscureciese de este modo un tercio de la luz de estas luminarias celestiales y causar alteraciones meteorológicas; y así que no se vea un tercio de la luz del día y de la noche y de modo similar un tercio de la luz de las estrellas y de la luz de la luna.


13. Vi entonces y escuché a un ángel como águila volar por el medio del cielo, diciendo a gran voz: ¡Pobres, pobres, pobres de los infieles y de los gentiles que moran en la tierra, debido a las desgracias que vendrán después, cuando suenen los toques de las trompetas de los otros tres ángeles que están por sonar!.


* Algunas fuentes afirman que esta planta en idioma ucraniano se conoce como "Chernobil"




CAPÍTULO 9.

Al quinto toque de trompeta le siguieron trastornos en las sociedades humanas, las cuales son invadidas por una epidemia espiritual de origen diabólico. Esta epidemia demoniaca genera en las almas de los que no están sellados agonía e irradiación melancolía insoportable, que impulsa al suicidio. Los saltamontes que se presentan en este apartado no son sensibles, pero han de ser aceptadas alegóricamente como fuerzas satánicas. Y su influencia y la herida que causan describen cierto tipo de ataques demoníacos y de cautiverio del mal. En este cautiverio o fijación a la riqueza, las derrocamientos sociales, las confrontamientos de las pasiones humanas crean una situación insoportable. Todo lo que sigue después del sexto toque de trompeta, es considerado por muchos intérpretes que se refieren a incursiones e invasiones de bárbaros y extranjeros que provienen del Este, que distribuyen a su paso ruinas y catástrofes. Y estas heridas no hacen referencia a una determinada época. Tienen su preludio en cada generación. Serán aumentadas sin embargo en el periodo de la lucha final, la época del Anticristo.




Vers. 1-12. La quinta trompeta. 

1. Y el quinto ángel tocó la trompeta. Y vio a satanás como estrella que hubo caído del cielo a la tierra, le fue entregada la llave y el permiso para abrir el pozo del lugar oscuro donde estaban encerrados los demonios. 


2. Y abrió el pozo del abismo. Y salieron del pozo una gran multitud de espíritus malvados, que eran como humo de un gran horno encendido. Y del humo del horno se oscureció el sol y el aire. Tantos y tan densa era la multitud de los demonios que salieron del abismo.


3. Y cuando esta nube de humo comenzó a extenderse, aparecieron en la tierra saltamontes; éstos no eran seres de un material sensible sino espiritual. Y por concesión divina les fue dada autoridad de producir males, autoridad como ésta que tienen los escorpiones  de la tierra. Esta autoridad suya sin embargo era de naturaleza espiritual, así como los saltamontes eran seres espirituales.


4. Les fue dado sin embargo la orden de no dañar la hierba de la tierra, ni ninguna planta verde, ni ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes. 


5. Les fue dada la orden de no matar a estos hombres, sino sólo de torturarles durante cinco meses, es decir por un periodo de tiempo determinado. La tortura, el tormento psíquico y el dolor de estos hombres será semejante al dolor que provoca el escorpión, cuando clava su aguijón venenoso a un hombre.         


6. En aquellos días los hombres que se encuentren lejos de Dios, debido a su agonía psiquica y a su desesperación anhelarán la muerte, pero no la hallarán. Suplicarán morir, y la muerte huirá de ellos. 


7. El temible aspecto de estos seres demoniacos y malhechores y el terrible armamento no será sólo atroz y espeluznante, sino también tentador. Se asemejaban a caballos preparados para la guerra. Y sobre sus cabezas, tenían como coronas de oro. Y sus caras eran como caras humanas.


8. Tenían cabello como cabello de mujer; y sus dientes eran como dientes de leones.


9. Tenían pechos como corazas de hierro. Y el batir de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla.


10. Tenían colas semejantes a las de los escorpiones, y también aguijones. Y sobre sus colas venenosas por concesión divina les fue dado poder para torturar a los hombres durante cinco meses, es decir durante un determinado periodo de tiempo.


11. Tienen como dirigente suyo, rey y jefe al ángel malvado del abismo. Su nombre en hebreo es Abadón, que en griego significa "Apollíon", es decir destructor.      


12. Después de la acción de estos seres demoniacos, la primera herida torturadora, que es llamada "el primer ay", pasó. He aquí, vienen aún dos "ayes" después de esto.





Vers. 13-21. El sexto toque de trompeta.


13. Tocó la trompeta el sexto ángel. Y oí una voz que salió de entre los cuatro cuernos que se encuentran en las cuatro esquinas del altar de oro que estaba delante de Dios,


14. diciendo al sexto ángel: Tú que tienes la trompeta, libera a los cuatro ángeles castigadores, que están atados junto al gran río Éufrates. 


15. Y entonces fueron desatados los cuatro ángeles, que según el plan de Dios se habían preparado para actuar en aquel determinado momento y día y mes y año con el objetivo de eliminar a un tercio de los hombres.


16. Vi entonces una caballería innumerable. Y el número de los ejércitos de los jinetes que se expandió era de doscientos millones. Era imposible contarlos. Pero oí su número. 


17. Estos ejércitos significan invasiones catastróficas e imposiciones de bárbaros y son dirigidos invisiblemente por fuerzas satánicas organizadas. Y así vi en esta visión a los caballos y a sus jinetes sentados sobre ellos. Tenían corazas rojas como el fuego, azuladas como el zafiro y amarillos como el azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones. Y de sus bocas salía fuego, humo y azufre. 



18. Por estas tres plagas, es decir por el fuego y por el humo y por el azufre que salía de sus bocas, fue eliminada la tercera parte de los hombres.



19. Los caballos trajeron esta catástrofe, porque su fuerza destructora no estaba solo en su boca sino también en sus colas. Porque sus colas eran semejantes a serpientes que tenían cabezas. Y con su veneno distribuían la muerte. 


20. Y sin embargo, a pesar de este castigo pedagógico de Dios, el resto de los hombres, todos los que no fueron muertos por los golpes y los traumatismos de estos caballos, no se arrepintieron de la adoración de ídolos que fabricaban con sus manos. Ni aun así se arrepintieron, ni dejaron de adorar a los demonios, y a los ídolos de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar, sino que son inertes, insensibles y muertos. 


21. Estos hombres no se arrepintieron y no abandonaron sus homicidios, ni sus hechicerías, ni su fornicación, ni sus hurtos. Y si muchos de ellos tenían el nombre de Cristiano, en el fondo de ellos permanecieron idólatras, teniendo a sus ídolos el dinero, la carne y el mundo.





CAPÍTULO 10.

Del mismo modo que entre el sexto y el séptimo sello, también entre la sexta y la séptima trompeta se interpone un episodio que se refiere muy probablemente al desenlace de la marcha de Israel durante el juicio que vendrá después del séptimo toque de trompeta. Un ángel del cielo, que representa al Hijo del hombre, lo cual se explica a partir de su distinguida presencia, anuncia la lucha final que tendrá lugar dentro de poco. Este ángel le ofrece a Juan un pequeño libro sobre sus manos para que se lo trague. Esto constituye un símbolo de aplicación y comprensión completas del contenido del libro. Nos posicionamos a favor de la opinión de que el libro trata de la vuelta de Israel. Porque la historia de Israel, como al principio de su formación nacional y hasta ahora, se separó de la historia del resto del mundo, por eso aquí adecuadamente se presenta como un folleto que está contenido en el gran libro que se halla en las manos del Cordero.
Dado que la séptima trompeta es la continuación de las seis trompetas que se hallan en el gran libro, el contenido de este pequeño libro nos parece lo más probable que se extienda hasta al capítulo 15, a partir del cual comienza la narración de los eventos durante el séptimo toque de trompeta.
Este pequeño libro se presenta en un principio con un dulce sabor, ya que anuncia el gozoso regreso de una gran parte de los judíos a Cristo. (Los 144.000 judíos que anteriormente fueron sellados, en este periodo regresan). Sin embargo a continuación el contenido de este libro se presenta amargo debido a los sufrimientos que tendrán lugar tras este regreso, así como probablemente debido al fanatismo de los judíos que debido a su terquedad permanecieron en su incredulidad.




Vers. 1-11 El ángel da el pequeño libro de la vuelta de Israel.

1. Después vi un ángel fuerte, que descendía del cielo como representante del Hijo del hombre. Por esto, así como el Hijo del hombre, también éste ángel tenía a su alrededor una nube y sobre su cabeza había un arco iris. Su rostro era brillante como el sol y sus pies eran como columnas de fuego.


2. En su mano tenía un pequeño libro abierto. Y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra seca.


3. Y clamó con gran voz como un león que ruge. Y cuando rugió, otros siete ángeles clamaron con fuertes voces que eran como truenos.


4. Y cuando clamaron los siete ángeles con voz de trueno, yo entendí qué dijeron y me prepraba para escribir sus palabras. Pero entonces escuché una voz del cielo diciéndome: Sella y guarda en oculto estas palabras que han dicho los siete ángeles con voz de trueno y no las escribas.


5. Entonces el ángel fuerte que ví sobre el mar y la tierra, levantó hacia el cielo su mano derecha


6. y juró por el Dios que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y todas las cosas que están en él, y la tierra y todas las cosas que están en ella, y el mar y todas las cosas que están en él. Y así aseguró mediante juramento que no queda ya más tiempo, 


7. sino que dentro de muy poco, en los días en que la voz del séptimo ángel sea escuchada, cuando toque la séptima trompeta, comenzará a realizarse el misterioso plan final de Dios para el mundo, como Dios lo predijo y con ello agració a sus siervos, los profetas tanto del antiguo como del Nuevo Testamento.


8. Después, la voz que había escuchado un poco antes desde el cielo me habló de nuevo y me dijo: Vete y coge el pequeño libro abierto que mantiene en su mano el ángel que está sobre el mar y sobre la tierra.


9. Fui entonces donde el ángel y le dije que me diese el librito. Y él me dijo: Toma, y trágatelo. Es decir comprende la profecía que contiene este librito, apréndetela bien y digiérela. Ésta te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel. Es decir que te llenará de gozo el jubiloso anuncio de esta profecía. Pero el camino que llevará a su realización final y fijamiento estará lleno de amargura.


10. Entonces cogí el librito de la mano del ángel, y me lo tragué. Y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo comí, se amargó mi vientre. 


11. Me dijeron entonces: Ahora que has sentido y has digerido esta profecía, es necesario según la voluntad de Dios, que profetices otra vez sobre pueblos y naciones, sobre hablantes de lenguas extranjeras y muchos reyes. 




CAPÍTULO 11.

Se considera que hasta el versículo treinta de este capítulo se hace referencia al regreso en grupo de Israel. El templo que es medido se encuentra en la ciudad santa, "la cual se llama la Sodoma espiritual y Egipto, y también fue donde  el Señor fue crucificado", y también fue en la plaza de esta ciudad donde fueron puestos los dos cadáveres de los mártires para ser vistos por la gente; todo esto muestra que con todo esto se hace referencia a acontecimientos que están directamente relacionados con Jerusalén y con la vida del pueblo judío.Y el que el patio que se encuentra fuera del templo no sea medido por Juan, y el que la ciudad sea entregada para ser invadida por las naciones, constituyen dos elementos que se considera que indican  que una gran parte del pueblo judío permanecerá insistentemente en la incredulidad y negará incluso la fe en Dios, ya que vivirá con las naciones y se asimilará a ellos. Pero otra parte, la cual representa la medida del templo principal, regresará a Cristo.
Los dos mártires son sagrados predicadores del Evangelio que surgen del seno de este pueblo, similares a Elías y Moisés *. Su muerte es vengada severamente por Dios. Sin embargo, ¿su resurrección hace referencia a la energía sobrenatural que les volverá a dar la vida o bien constituye un símbolo que declara que la obra de estos dos mártires la asumirán otras personas mártires que se parecerán en todo a ellos, a las cuales los dos mártires anteriores, de algún modo volverán a vivir? Nos inclinamos por la segunda versión. 
En los versículos 15-19 se describe el séptimo toque de trompeta y es anunciado el triunfo final del reino de Dios después de las duras luchas contra el Anticristo que seguirán.  

* Según otros intérpretes los dos mártires serán Enoc y Elías. Ver N.P.Basiliádi, Apocálipsis de San Juan, Cap. 11 de la Introducción  


Versículos 1-14. El regreso en grupo de Israel y los dos mártires.

1. Me fue dada después una caña semejante a una vara y me dijo el ángel: levántate y mide con esto el templo de Dios y el altar, y todos los que rinden culto a Cristo dentro de este templo. Estos ya pertenecen a Cristo y es la parte de Israel que regresará a él.


2. Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte. No lo midas, porque ha sido entregado a las naciones idólatras. Éstas invadirán la santa ciudad durante  cuarenta y dos meses, es decir durante un perodo de tiempo que ha determinado Dios de modo preciso. Los judíos que se encuentran en este patio se mezclarán con los idólatras y vivirán con ellos con irreverencia. 


3. Me dijo Cristo a continuación: daré a mis dos testigos la orden de profetizar. En sus personas volverán a vivir Moisés y Elías*, como en la persona del Precursor volvió a vivir Elías. Profetizarán durante 1260 días o 42 meses, es decir el tiempo que dure la invasión de Jerusalén. Y estarán vestidos con el raso. Esto simbolizará que su predicación será sobre la metania (arrepentimiento y cambio). 

* Según otros intérpretes, los dos testigos serán Enoc y Elías. Ver N.P. Basiliádi, Apocálipsis de Juan, capítulo 11 de la introducción.


4. Estos dos mártires habrán actuado de modo tal que habrán traído muchos frutos, lo cual traerá mucha alegría. Su vida será completamente santa e iluminada. Por esto, ellos son las dos olivas de las cuales habla Zacarías (4,3), y los dos candeleros que están puestos frente al Señor de la tierra.

5. Y si alguien quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos. Es decir no sólo sus palabras serán potentes y su entusiasmo ardiente, sino que también les acompañará el poder y la protección divina.


6. Ellos habrán adquirido de Dios poder milagroso y tendrán la autoridad, como la tuvo Elías, de cerrar los cielos para que no llueva en los días en que profetizarán. Tienen además autoridad sobre las aguas de la tierra para transformarla en sangre y para castigar a la tierra con plagas, tantas veces como quieran.


7. Y cuando completen su testimonio sobre Cristo y el anticristo, la bestia que sube del abismo del Hades, es decir el anticristo, luchará contra ellos, les vencerá y les matará.


8. Y sus cadáveres permanecerán sin enterrar en la plaza mayor de la ciudad de Jerusalén. Ésta se llama metafóricamente Sodoma y Egipto, para declarar la inmoralidad y la idolatría de sus habitantes. Allí fue donde fue crucificado el Señor de estos dos mártires.


9. Y los hombres no arrepentidos de los distntos pueblos y de las tribus y de los habladores de lenguas extranjeras y las naciones verán sus cadáveres durante tres días y medio. Es decir por un tiempo equivalente a los tres años y medio, que durará la invasión de Jerusalén. Y no permitirán enterrar sus cadáveres. Es decir la victoria contra estos testigos y el menosprecio de ellos y de su predicación y el silencio de sus bocas durará lo que el mismo tiempo que el de las naciones. 


10. Y los habitantes de la tierra que permanezcan sin arrepentirse, se alegrarán de la muerte de estos dos testigo menospreciados, se regocijarán sobre ellos y se alegrarán. Y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetas con su predicación controladora  habían atormentado a los habitantes de la tierra que estaban sin arrepentirse. 


11. Pero después de estos tres días y medio entró en los cadáveres de estos dos testigos aliento vivificador por Dios. Y ellos se restablecieron vivos sobre sus pies. Y cayó un gran temor y terror sobre todos los que vieron su resurrección. (Es decir que su predicación y su acción milagrosa les revivieron como personas que tenían el mismo entusiasmo que los otros dos y el mismo espíritu profético y testimonial)*

Según otros intérpretes se trata de una resurrección real de Enoc y de Elías. Ver N.P. Basiliádi, Apocálipsis de Juan, capítulo 11 de la introducción.


12. El triunfo y el reconocimiento de su obra fue evidente e indicativa. Porque escuché desde el cielo una fuerte voz, que les decía: Subid aquí arriba. Y subieron al cielo con la nube. Y les vieron sus amigos atemorizados y presos del pánico.         


13. Aquel día tuvo lugar un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad que mató al testigo, cayó.  con el terremoto murieron siete mil personas. Este número representa que el divino castigo caerá sobre un determinado número de personas. El resto fueron gobernados por el miedo, y aterrados como estaban y gobernados por este miedo glorificaron al Dios del cielo. 


14. La segunda herida, que se denomina "ay y pobre", pasó. Aquí viene rápido el tercer "pobre".




Vers. 15-19. El séptimo toque de trompeta. 

15. Entonces tocó la trompeta el séptimo ángel. se escucharon fuertes voces en el cielo y anunciaron como hecho cumplido el triunfo final de Cristo en la lucha inminente contra el anticristo. Los que voceaban, decían: ha predominado definitivamente y por completo el reino y el gobierno de nuestro Señor y Mesías Jesús Cristo sobre el mundo. Y gobernará ya por los siglos de los siglos.


16. Y los veinticuatro presbíteros que están frente al trono de Dios y se sientan en sus tronos, se prostraron sobre sus rostros y adoraron a Dios


17. diciendo: Te agradecemos Señor, que eres el Dios Todopoderoso y existes sin haber recibido de nadie tu existencia, y has existido siempre y existirás por todos los siglos. Te agradecemos, porque hsa asumido tu gran fuerza y reinas.


18. Las naciones idólatras, claro, se han enfurecido y se han levantado contra tí. Ha venido sin embargo tu ira que las ha eliminado. Ha venido también el tiempo de la resurrección de los muertos, para que les juzgues y les des la recompensa a tus siervos: los profetas y los santos y todos los que respetan tu nombre, los pequeños y los mayores; y para que acabes con aquellos que con su vida corrupta destrozan y corrompen la tierra.


19. Se abrió entonces el templo de Dios que está en el cielo. Y apareció ante los ojos de todos dentro del templo el arca de la alianza del Señor; ésta es la "no hecha por manos" Santa de los Santos, la bienaventurada, inamovible y eterna herencia de los hijos de Dios. Y hubo truenos y voces y relámpagos y terremotos y gran granizo. Todo esto era símbolo de la presencia y aparición de Dios. Señales parecidas se presentaron también en el Monte Sinaí, cuando Dios hablaba a Moisés.



CAPÍTULO 12 

Después del séptimo toque de trompeta comienzan una serie de hechos que presagian la venida del Anticristo. Éstas se ubican en el cielo. Porque los correspondientes sucesos terrenales están basados y se reducen a factores y a condiciones y a términos supraterrenales (sobrenaturales) y celestiales.
La mujer misteriosa probablemente simboliza el reino de los cielos en la teocracia judaica y en la Iglesia que la sucedió. La prmera, la cual engendra el nacimiento del Mesías, fue sustituida por la Iglesia después de su nacimiento de la Theotokos (Teotocos, Madre de Dios) María. Y la Iglesia todavía siente los dolores del parto, dentro de las almas de sus hijos.
El dragón que se mueve para exterminar al Mesías que ha nacido es el satanás. Éste gobierna con el politeísmo y pretende con éste controlar también el cielo. La  lucha del monoteísmo contra la idolatría y la decadencia del satanás de la altura de su dominio y se representa con la batalla triunfal del Arcángel Miguel contra el dragón. Y la persecución del satanás contra la mujer y el resto de sus descendientes representan las persecuciones del satanás contra la Iglesia militante que se encuentra en el tierra.



1-17 La mujer y el dragón. 

1. Después apareció en el cielo una gran y extraordinaria señal. Apareció una mujer que tenía a su alrededor el sol y brillaba como él. Bajo sus pies estaba la luna; y tenía una corona sobre su cabeza con doce estrellas. Esta mujer es el símbolo del reino de Dios. Ésta va a establecerse, a través de la Iglesia, también sobre la tierra. Y está rodeada por todos los Profetas y por los doce Apóstoles.


2. Esta mujer estaba embarazada y al sentir los dolores del parto voceaba y sufría por el nacimiento del Mesías. Debido a la reacción del mundo pervertido y a la oposición de la naturaleza del pecado se anula el nacimiento del Mesías y se dificulta la formación de Cristo en cada alma.


3. Apareció entonces otra señal en el cielo. Y he aquí que un gran dragón rojo como el fuego, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete coronas. Éste era el símbolo del satanás asesino de hombres, quien se alegra viendo sangre, de quien los muy numerosos medios y su poder mundial son representados por sus siete cabezas, cuernos y coronas.


4. Y la cola de este dragón arrastró a un tercio de las estrellas del cielo, es decir los ángeles desertores que cayeron junto con él, y él los arrastró desde el cielo sobre la tierra. Este dragón se puso frente a la mujer que iba a dar a luz, para devorar al niño en cuanto nazca. Y también más antiguamente con la maquinación de Herodes y con las tentaciones en el desierto (a Jesucristo), el dragón intentó con manía hacer desaparecer al Mesías.


5. Y la mujer dio a luz un niño varón. El cual había de regir todas las naciones con cetro de hierro; y este hijo fue arrebatado ceca de Dios y cerca de su trono. El Mesías invulnerable por el pecado eludió la maquinación del dragón y fue ascendido al cielo.


6. Y la mujer se fue al desierto. Es decir que la Iglesia se alejó espiritualmente del mundo, y mientras habita en el mundo, vive fuera de él. Allí en el desierto le ha preparado un lugar Dios, para sustentarla sus medios por espacio de mil doscientos sesenta días, es decir durante tres años y medio; este será el tiempo de las naciones y el periodo de pruebas y de tribulaciones que se determinó más arriba.



7. Hubo entonces guerra en el cielo, donde el dragón con la idolatría intentó colocar su trono eliminando de los corazones de los hombres la fe y la adoración del único verdadero Dios. Por esto Miguel y los ángeles que se encontraban bajo sus órdenes vinieron a luchar contra el dragón. Y el dragón luchó y sus ángeles junto con él.


8. Sin embargo no permaneció, y su derrota fue tan grande, que no hubo ya lugar para él en el cielo.


9. De este modo fue arrojado el gran dragón, la antigua serpiente que arrastró a los primeros en ser creados a la desobediencia, este que es llamado diablo y satanás, y engaña a toda la tierra, fue arrojado bajo la tierra, y junto con él fueron arrojados también sus ángeles oscuros.


10. Escuché entonces una fuerte voz en el cielo diciendo: ahora se llevado a cabo la esperada salvación y el poder y el reino de nuestro Dios, y la potestad y el gobierno de su Cristo. Porque ha sido expulsado del cielo y arrojado abajo el acusador de nuestros hermanos que viven en la tierra. Éste les acusaba y les reclamaba como suyos delante de nuestro Dios día y noche.


11. Pero nuestros hermanos fieles le vencieron. Y su victoria es debida a la sangre y al sacrificio del Cordero y al testimonio que dieron dentro del mundo idólatra para un único Dios. Y por este testimonio suyo no amaron y no tuvieron en cuenta sus vidas, sino que la despreciaron hasta la muerte.
 

12. Por tanto alegraos y celebrad, cielos y todos los que habitáis en ellos. Pobres sin embargo los de la tierra y el mar. Porque descendió el diablo y bajó a vosotros con odio y gran manía, porque sabe que le queda poco tiempo ya y su autoridad pronto será desmantelada.


 13. Y cuando el dragón vio que fue arrojado en la tierra, fue a por la mujer que dio a luz al hijo varón. De este modo comienzan las persecuciones del diablo contra la iglesia. 


14. A la mujer sin embargo le fueron entregadas las dos grandes alas del gran águila. Es decir que la puso Dios debajo de sus alas y de su protección. Le fueron entregadas esas alas para volar al desierto, a su lugar, donde le fue determinado por Dios, para nutrirse allí lejos del rostro y la amenaza de la serpiente durante un año e incluso dos años e incluso para medio año más. Es decir, para los tres años y medio del periodo de las persecuciones, las pruebas y las tribulaciones.
 

15. Y debido a que la serpiente no podía atraparla, sacó de su boca detrás de la mujer agua como un río, para arrastrarla y ahogarla dentro de este río. Esto simboliza las muchas persecuciones y los sangrientos martirios, a través de los cuales el satanás buscó ahogar a la Iglesia.
 

16. Pero la tierra ayudó a la mujer. Abrió su boca y se tragó el río que puso el dragón de su boca. Es decir, con esta imagen las persecuciones se presentan como nimias y sin un resultado serio.


17. Entonces se enfadó el dragón con la mujer. Y fue a pelear con el resto de sus descendientes, los cuales cumplían los mandamientos de Dios y contenían la confesión de fe en Jesús. 
 
 
 
 



CAPITULO 13

La primera bestia a la que se hace referencia en este capítulo es emblema del Anticristo, de su poder terrenal y de su autoridad de política contraria. Sirve como instrumento al dragón, es decir al satanás, en su lucha contra el reino de Dios. Surge desde el fondo del mar, es decir de la intranquila y agitada masa del mundo pagano. El profeta de hecho toma esta imagen del estado romano actual, el cual ha concentrado también sobre sí mismo el poder y las características de las otras bestias que son descritas por Daniel, es decir los estados que precedieron al estado romano. Esta imagen representa también a todos los estados que fueron conformados y que serán conformados en toda la tierra hasta el completo gobierno del reino Dios. Los gobernantes de estos países y la mayoría de los pueblos luchan junto con el dragón y le ayudan a hacer desaparecer el nombre del Cordero.
La otra bestia, que tiene cuernos de cordero, simboliza el poder espiritual que constituye en el establecimiento del irreverente estado del Anticristo. Es su pseudoprofeta. Su principal representante era entonces el sacerdocio idólatra, así como cada tipo de declaración antidivina en el campo espiritual que fueron heredadas. A éstas han de adjuntarse también las herejías y cada alteración de la verdad cristiana y del espíritu cristiano por parte de los indignos trabajadores eclesiásticos.
El número del Anticristo 666 se ha interpretado de distintos modos, y siempre sin seguridad. Destaca la posibilidad según la cual este número, el cual en el código vaticano está escrito con las tres grandes letras JXS (en gr. ΧΞΣ), recuerda las letras de la palabra Cristo (en gr. ΧΣ). Estas letra con la interposición de la letra X (en gr. "Ξ", [ksi]), que se asemeja a una serpiente se separan y se deshacen y con este se destrozan. Esto recuerdo a los contemporáneos "ofites" (en gr. serpiente es "οφíδι", [ofidi]).
El tiempo del gobierno del Anticristo -por supuesto simbólico- es la mitad del número siete, el cual representa un conjunto completo y entero. El tres y medio entonces significa que cuando el anticristo llegue a la cima de su desarrollo, en ese punto exactamente, en que su fuerza se encontrará en la cima, entonces caerá como un árbol al que le acaba de caer un relámpago.


 Vers. 1-10. La primera bestia, el Anticristo.

1. Me senté entonces cerca del mar. Este mar simbolizaba no sólo el abismo sino también el agitado y alterado mundo idólatra. Y vi que del mar  subía una bestia, el anticristo, el cual no tiene ningún sentimiento humano, es sangriento e inhumano. Y la bestia esta tenía diez cuernos y diez cabezas, y sobre sus cuernos tenía diez diademas. Estas eran símbolo de su gran poder y de su autoridad real y de la multitud de los directores de su gobierno mundial y político. En su cabeza había escritos nombres de blasfemia; éstos declaraban el endiosamiento de los césares de entonces y de los posteriores estados absolutistas y ateos hasta la época del anticristo.


2. La bestia que vi se asemejaba a un leopardo, y sus pies eran como los de un oso, y su boca como la de un león. El estado romano se considera como icono del poder ateo mundano y político, la cual actuó desde entonces y hasta la época del anticristo y actuará contra el reino de Cristo. Esto acumula el salvajismo, la inhumanidad, la arrogancia y el poder de todos los estados idólatras antes que éste, los cuales ha conquistado y heredado. Y el dragón satanás le dio a la bestia su poder y su gran autoridad. 


3. Vi luego una de sus cabezas; parecía tener una herida mortal. Pero su herida mortal fue curada con energía diabólica. Y esto sucedió para que de este modo la bestia pareciese, por imitación diabólica, el Cordero vivo y degollado. Y toda la tierra se llenó de admiración y siguió a la bestia .


4. Y todos ellos reverenciaron al dragón que dio la autoridad a la bestia. Y reverenciaron a la bestia diciendo: ¿quién es tan fuerte y valiente como la bestia y quién puede luchar contra él?


5. Y el satanás le dio boca  para decir palabras arrogantes y blasfemas. Y por concesión de Dios se le permitió hacer guerra durante 42 meses, es decir durante tres años y medio.


6. La bestia abrió su boca para decir palabras blasfemas contra el Dios y contra su morada celestial y contra los ángeles y los santos que conviven con El en los cielos. Les negó a todos y ha endiosado la autoridad estatal. Levantó su ídolo como el dios único que merece ser adorado y reverenciado.


7. Le dio también el permiso parta hacer la guerra con los miembros de la Iglesia que se encuentran en la tierra y que les gane. Se le dio también, por concesión divina, el derecho para gobernar cada nación y pueblo y lengua.


8. Su gobierno mundial momentáneo tendrá el siguiente resultado: reverenciarán a esta bestia todos los habitantes de la tierra cuyo nombre no está escrito en el libro de la vida del Cordero degollado, según la eterna providencia de Dios desde el tiempo en que se empezó a crear el mundo.


9. Quien tenga interés y sentido espiritual, que escuche.


10. Si alguien lleva a otros al cautiverio, se convertirá él también en cautivo. Si alguien mata a cuchillo, según la decisión de la divina justicia morirá también él a cuchillo. Todas las injusticias y presiones que realizará la bestia mediante sus órganos, serán pagados y castigados con la misma moneda y con la misma medida. Aquí aparecerá la paciencia y la fe de los Cristianos.    




Vers. 11-18. La segunda bestia, el Seudoprofeta.

11. Después vi otra bestia salir de la tierra. Tenía dos cuernos que parecían los cuernos del Cordero, pero hablaba como dragón. Es el seudoprofeta, que se presenta exteriormente como oveja, pero esconde dentro de él la maldad del lobo y del satanás.


12. Esta bestia realiza y ejecuta todo el poder de la primera bestia y está completamente sometido a él. Y convence a la tierra y a aquellos que viven en ella para que adoren a la primera bestia, cuya herida mortal se había curado.


13. Y como seudoprofeta hace grandes y falsos milagros, haciendo incluso bajar fuego del cielo delante de los ojos de los hombres.


14. Y debido a estos milagros, que por concesión divina se le permitió hacer frente a la primera bestia, engaña a todos los que habitan en la tierra, sugiriéndoles construir un icono, un ídolo de la bestia, y endiosar así a la bestia que recibió la herida del cuchillo pero sin embargo vivió. 


15. También se le permitió dar vida a al icono de la primera bestia, de modo que el icono hablase. Y se le permitió actuar así para que fuesen muertos todos los que con las falsas de la segunda bestia no fuesen convencidos para adorar a la bestia y el icono de la primera bestia.


16. Y actúa así de modo que todos, los pequeños y los grandes, los ricos y los pobres, los libres y los esclavos, declaran una perfecta sumisión a la bestia y aceptan la incisión y el sello suyo imborrable en su mano derecha o en su frente, para que de este modo se muestre públicamente y claramente que son siervos de la bestia.


17. Y crea exclusión económica contra los Cristianos, de modo que nadie pueda comprar o vender sino sólo aquellos que tienen su sello y su incisión. Este sello es el nombre de la bestia o el número que se compone de la suma del valor numérico de cada letra de su nombre.


18. Aquí está la divina sabiduría que está oculta a los hombres que se encuentran lejos de Dios. Quien tiene iluminado el entendimiento que mida los números que cada letra del nombre del anticristo significa, y que añada el número de la bestia. Porque no es un número de un superhombre o una persona sobrenatural, sino nombre número de un nombre de humano. Y el número que resulta de la suma del valor numeral de cada letra por separado del nombre de la bestia, es seiscientos sesenta y seis ( en numeració griega, "χξς", letras [ji], [ksi] y [sigma], correspondientes a 600, a 60 y a 6 respectivamente). Es decir es nombre que contraría y falsifica y deshace el nombre de Cristo. 





CAPITULO 14

Después de la terrible imagen del goberno del Anticristo anterior, sigue una escena capaz de reforzar a los fieles, somo sucedió en el capítulo 7. El Cordero se presenta sobre el monte Sión, la Iglesia militante terrenal, para ser rodeada de los 144.000, los cuales en el capítulo 7 fueron sellados y establecidos para esta difícil fase de la lucha contra el Anticristo. Es la parte elegida de los fieles, que constituyen ya parte especialmente escogida del pueblo de Dios y del Cordero. Son los apartados del pueblo israelita y llamados, todos los que se previnieron de cada contaminación de mezcla con las naciones que constituyen el "kaliéleon", el árbol fructífero que se ha bendecido con la sangre de Cristo y se ha incorporado en su árbol cuya raíz es santa. 
Voces celestes anuncian la predicación del Evangelio por toda la tierra, el cual ya se ha predicado por todo el mundo, y la crisis que se acerca. Según esta crisis cae Babilonia, la ciudad que es representada por la Roma antigua y constituye el centro de la política estatal y espiritual fuerza antidivina. Viene también el castigo de los siervos del Ancristo. También se representa el juicio que se acerca en el cual como el segador en la siega, así también el Dios protegerá a los suyos y los guardará como el trigo valioso. Y pisará a sus enemigos como hace el vendimiador a las uvas. 



Vers. 1-5. 

1. Y he aquí que miré; y vi que el Cordero estaba sobre el monte de Sión y gobernaba dentro de su Iglesia terrenal. Y con El estaban los ciento cuarenta y cuatro mil del pueblo israelita que ya habían regresado y que creían. Estos tenían grabado sobre sus frentes el nombre del Cordero y el nombre de su Padre.


2.Y oí una voz de la Iglesia triunfante, que se encuentra en los cielos, voz fuerte semejante al ruido de muchas aguas que caen desde lo alto y como el sonido de un gran trueno. Esta voz que voz que oí era como melodía de citaristas que tocan sus cítaras. 


3. Y salmodian un nuevo himno frente al trono de Dios y frente a los cuatro espíritus funcionales y a los veinticuatro presbíteros. Y nadie más podía entender ni comprender el contenido ni la melodía de este himno sino sólo los ciento cuarenta y cuatro mil que con la sangre del Cordero fueron redimidos y se salvaron. Estos eran los escogidos de entre la multitud de los habitantes de la tierra. 


4. Estos rechazaron por completo al mundo y no tuvieron ninguna relación carnal con mujeres, para permanecer dedicados completamente al Cordero. Es decir que son vírgenes. Estos siguen al Cordero a dondequiera que vaya, desafiando cualquier peligro. Estos fueron redimidos y separados de los hombres, para ser la primera y elegida ofrenda y sacrificio a Dios y al Cordero.

5. Y no se escuchó ninguna mentira de sus bocas, porque son irreprochables.





Vers. 6-13. Tres ángeles anuncian la predicación del Evangelio y el Juicio. 

6. Vi también a otro ángel que volaba por medio del cielo, que traía otro jubiloso mensaje. Este mensaje existía en la voluntad de Dios desde la creación del mundo, y fue anunciado desde hace muchos siglos por los profetas y habló a través de los apóstoles; hace referencia a la salvación de los fieles por medio de Cristo y a la condena de los infieles. Y el ángel tenía este jubiloso mensaje para anunciarlo y predicarlo por toda la tierra y por cada nación y etnia y cada hombre de habla extranjera y cada pueblo.



7. Y decía a grandes voces: Temed al Señor, y glorificadle. Porque ha venido la hora en que juzgará al mundo. Adorad a aquel que hizo el cielo, y la tierra, y el mar, y las fuentes de las aguas.


8. Despu
és vino otro segundo ángel que decía: cayó, cayó la gran Babilonia. Es decir: cayó Roma y todos los centros de irreverencia estatales y de los poderes espirituales anticristianos que por ella son representados en todas las generaciones y también en los últimos tiempos. Esta alegórica Babilonia ha regado todas las naciones con su poder embriagador y su furiosa prostitución y su ímpetu idólatra y su corrupción.


9. Después de éstos vino otro, el tercer ángel, y dijo con fuerte voz: quien adore a la bestia y a su imagen y recibe la marca y el sello de él y es marcado en su frente y en su mano, 


10. beberá también él del vino del odio de Dios, que ha preparado puro y aspero que ha sido preparado en el cáliz de su ira. Y será atormentado con fuego y azufre frente a los ángeles santos y frente al Cordero.


11. Y el humo del azufre y del fuego que les tormentará ininterrumpidamente estará subiendo por los siglos de los siglos. Y no tendrán descanso alguno de día ni de noche, los que adoran ahora a la bestia y a su imagen, y quien ha sido señalado con la marca y el sello de su nombre.


12. Aquí, en este tiempo del anticristo, se verá la paciencia, el progreso y la resistencia de los Cristianos que cumplen los mandamientos de Dios y que mantienen la fe de Jesús .


13. Y oí una voz del cielo que me decía: Escribe: son bienaventurados desde ahora los muertos, que mueren creyendo en el Señor y unidos a El. Sí; son bienaventurados, dice el Espíritu Santo. Porque mueren para descansar de sus fatigas. Descansarán, porque sus santas obras les acompañan y las tienen con ellos en la otra vida.


Vers. 14-20. La siega y la vendimia del mundo.

14. Vi entonces representarse y preanunciarse el juicio de Dios. Y he aquí una nube luminosa. Y sobre la nube vi sentarse a alguien que se asemejaba con hijo de hombre. Y tenía sobre su cabeza una corona real dorada y en su mano mantenía una hoz afilada.


15. Salió entonces de la morada celestial de Dios otro ángel que decía con gran voz a quien estaba sentado en la nube: envía tu hoz y siega, porque ha venido la hora de segar y recoger nosotros los ángeles a los elegidos. Porque ha madurado la semilla de la devoción y el respeto y se han secado las espigas que que tenemos que segar de la tierra.


16. Entonces el que se sentaba sobre la nube arrojó su hoz sobre la tierra, y la tierra fue segada y fue recogido el trigo maduro de los elegidos.


17. Entonces salió de la morada celestial de Dios otro ángel manteniendo él también una hoz afilada.


18. Y otro ángel salio del sacrificatorio donde la sangre de los mártires pedía venganza contra los habitantes irreverentes de la tierra. Y éste ángel dominó el fuego del infierno con el cual serán castigados los irreverentes. Este voceó con fuerte voz al ángel que tenía la hoz afilada y le dijo: envía tu hoz afilada y vendimia a los irreverentes como uvas de la viña del anticristo de la tierra. Porque han madurado las uvas de la tierra y han llegado a su maldad insuperable.


19. Y lanzó el ángel su hoz en la tierra y segó la viña que plantó y cultivó en la tierra el anticristo y echó sus uvas en el gran lagar de la ira de Dios.


20. Y fue pisado el lagar que estaba fuera de la ciudad, en el valle alegórico de Josafat, donde simbólicamente tiene lugar la crisis de las naciones. Y de este lagar corría mucha sangre; tanto, que se formó un grande y profundo río, dentro del cual flotarían los caballos hasta sus riendas. Y se inundó una extensión de 1600 estadios. Tan grande y desatrosa era esta matanza.


  
   

CAPITULO 15 

El juicio fue anunciado, pero no aún no tuvo lugar. Antes sucederán nueve nuevas heridas, las cuales se corresponden y asemejan con las heridas de los siete sellos y trompetas. Están contenidas en siete bombonas, que mantienen siete ángeles. Antes de vaciarse estas siete bombonas, es presentada la multitud de aquellos que vencen a la bestia cruzando el mar de fuego de la persecución, cantando el himno que cantó Israel cuando atravesó el mar de Eritrea. Después de esto sigue la preparación del lanzamiento de las últimas siete heridas.


Vers. 1. Los siete ángeles con las siete heridas.

Y vi otra señal grande y milagrosa en el cielo. Vi siete ángeles, los cuales tenían las siete últimas heridas, que eran mucho más fuertes que las anteriores. Porque con ellas se completó y se cumplió del todo la ira de Dios.  


Vers. 2-4. Los vencedores de la bestia salmodian el canto de la victoria. 

2. Y vi algo como un mar de cristal, que representaba que toda la creación es diáfana y es vista claramente por el ojo Dios que todo lo ve. Pero ahora estaba estaba mezclada con fuego, que preanunciana el justo juicio y la energía castigadora de Dios. Este juicio de Dios en forma de fuego probará las obras y el valor de cada uno de nosotros. Hará brillar a los justos y abrasará a los pecadores. Y vi a los que salen vencedores de la lucha contra de la bestia y en contra de los iconos y en contra de su nombre, ponerse sobre el mar de cristal y tener guitarras que les fueron entregadas por Dios. Habían pasado ellos también por el mar de fuego de las persecuciones y se sientan ahora seguros en el mare de fuego del cielo.


3. Y salmodian el canto del siervo de Dios Moisés, salmodiaban los israelitas cuando cruzaban el mar de Eritrea. Salmodian también el canto dedicado al Cordero y dicen: grandes y milagrosas son tus obras, Señor, tu que eres el Dios Todopoderoso. Justas y sabias y basadas en la verdad son tus medidas conductoras y pedagógicas que llevas a cabo tu que eres el rey de las naciones.


4. ¿Quién no temerá, Señor, y no glorificará tu nombre?  Porque tu eres el único santo y venerable, y por eso vendrán todas las naciones frente a ti y te reverenciarán. Porque tus justos juicios y acciones se han revelado.



Vers. 5-9. Las siete bombonas con las siete heridas.


5. Después de esto vi que se abría el templo de la celestial y verdadera escena del martirio.


6. Y salieron del templo los siete ángeles que tenían las siete heridas. Estos estaban vestidos con vestimentas de lino limpio que brillaba y ceñidos alrededor de sus pechos con cintos dorados.


7. Entonces uno de los espíritus funcionales dio a los siete ángeles ocho bombonas doradas, llenas de ira de Dios que vive por los siglos de los siglos.


8. Y el templo de llenó de humo, que representaba la presencia de la temible gloria y poder de Dios.


9. Y nadie podía entrar en el templo y acercarse a Dios que estaba allí, hasta que no se cumpliesen las siete heridas de los siete ángeles.






CAPITULO 16 

Continúan las siete heridas, los últimos siete castigos de Dios hacia la humanidad que está sometida al gobierno de la bestia. El Anticristo cultivó ocultamente en los hombres la esperanza de un siglo de oro sin Dios y en contra de Dios. Cristo golpea ya y destruye con su bastón de hierro el estado del anticristo. Las siete bombonas, las cuales recuerdan a las siete plagas de Egipto, están relacionadas con los siete toques de trompeta. Sin embargo son más radicales que éstas, porque consiguen poner en su contra un tercio de la tierra, sino en contra de toda la población irreverente de la tierra. El resultado de estas heridas es nuevamente el no arrepentimiento y la dureza de los hombres que son golpeados por ellas.
Con la sexta bombona se reúnen para luchar en el Armagedón, es decir en el monte Meguidó. Esta montaña es el monte Carmelo, que se encuentra en Galilea, y al pie de esta montaña se encontraba la ciudad de Meguidó. En este monte el profeta Elías había reunido a los sacerdotes de la diosa Ashera (ver 1 Reyes 18,19), y constituye un clásico terreno de sangrientas batallas en la Biblia. Es un lugar simbólico, que simboliza los terrenos de todas las guerras devastadoras, las cuales a través de los siglos devastan a la humanidad y concluyen con el conflicto final. Después de esto vendrá la caída de la Babilonia simbólica, la cual representa a Roma, y la victoria de del reino de Cristo.



Versículos 1-11. Las cinco bombonas son derramadas por toda la tierra. 

1. Después escuche una fuerte voz desde la morada celestial de Dios, la cual decia alos siete angeles: id y arrojad sobre la tierra las siete bombonas de la ira de Dios.

2. Se fue entonces el primer angel y arrojo en la tierra su bombona. Y como habia pasado tambien entonces con la sexta plaga de Egipto, despues del primer toque de trompetra del angel, asi se hace tambien ahora. Una herida mala llena de dolores vino a los hombres que tenian la incision y el sello de la bestia y que reverenciaban su imagen. Esta herida esta relacionada no solo con los dolores fisicos de heridas corporales, sino con dolores psíquicos de las pasiones pecaminosas que influyen con violencia a las almas alteradas. 


3. Despues, el segundo amgel ha vaciado su bombona en el mar. Y el mar se ha transformado en sangre, que parecía sangre de hombre asesinado. Y cada ser vivo que vive dentro del mar, se murio.


4. El tercer angel vacio su bobona en los rios y en las fuentes de las aguas. Se convirtieron sus aguas en sangre. 


5. Y escuché el ángel que gobierna las aguas que decia: justo eres Tú, Venerable, que no fuiste creado por nadie, sino que existes por ti mismo y siempre has existido porque has hecho este juicio justo y castigo.


6. Por los irreverentes han derramado la sangre de los santos y de los profetas, les has dado tambien tu de beber sangre en vez de agua. Son merecedores de este castigo.


7. Y desde el sacrificatorio escuché una voz que decía: si, Señor, Dios Todopoderoso. Verdaderos y justos son tus juicios, tus decisiones y tus castigos.



8. Y el cuarto ángel vació su bombona sobre el sol. Y como se hizo con el cuarto toque de trompeta, así ahora se permitió al sol quemar con fuego a los humanos. 


9. Y los humanos se quemaron mucho con gran fuego y calor. En vez de arrepentirse y glorificar a Dios, blasfemaron en Su Nombre, quien tiene autoridad sobre estas heridas.


10. Y el quinto ángel arrojó su bombona sobre el trono de la bestia, y cayo una densa oscuridad en su reino. Y los hombres del anticristo del mucho dolor que sufrían se mordian sus lenguas.


11. Y en vez de arrepentirse, blasfemaron al Dios del cielo, debido a los dolores y a las heridas por las que sufrían.



Vers. 12-16. La sexta bombona. La última guerra, el Armagedón. 


12. Entonces el sexto ángel vació su bombona en el gran río Éufrates. Y el río secó sus aguas, para que pudiese cruzarse libremente abriéndose así el camino a los reyes que habían de venir de las partes de oriente con sus tropas para adentrase y desertizar la tierra.
  

13. Y de la boca de la falsa e imitadora y triada sat
ánica, es decir de la boca del dragón (del satanás) y de la boca de la bestia (del anticristo) y de la boca del falso profeta, vi salir tres espíritus inmundos. Estos debido a su repugnante inmundicia, su vanidad y su verborrea maquinanate, se asemejaban a ranas.


14. Pero en realidad no eran ranas. Eran espíritus demoniacos, que hacían falsos milagros. Estos demonios con sus milagros salieron y fueron a por los reyes de toda la tierra, con el fin de que, con su malvada inspiración e influencia, convocarlos en batalla que tendría lugar en aquel gran día. En aquel día el Dios Todopoderoso mostraría excelentemente su presencia y su poder para destruir al anticristo.


15. He aquí, dice el Señor, vengo de repente como ladrón. Bienaventurado es aquel que permanece velando y con atención y nepsis (alerta, atención y sobriedad) psíquica protege sus vestimentas espirituales y el atuendo luminoso de su alma; para no caminar en su vida desnudo de obras de virtud y caridad y vean así los ángeles y los santos que se encuentran en el cielo la fealdad de su desnudez.


16. Y los espíritus demoniacos se reunieron y juntaron a los reyes en el lugar llamado en hebreo Armagedón. Este lugar simboliza los lugares de los asesinatos de las desatrosas guerras de todas las generaciones hasta la época en que tendrá lugar la más desastrosa de todas, un poco antes del  predominio final del evangelio.



Vers. 17-21. La s
éptima bombona.


17. Despu
és de esto, el séptimo ángel vació su bombona en el aire. Y del trono de Dios dentro del templo celestial salió una fuerte voz que decía: ha terminado. Se ha cumplido la providencia de Dios que aspira a la destrucción y desaparición del anticristo. 

18. Y cayeron entonces relámpagos y voces y truenos y tuvo lugar un gran terremoto. Tan destructivo y tan grande no hab
ía sucedido nunca, desde que hay hombres en la tierra. Estas señales representan una intervención tan radical, que como relámpago y terremoto herirán y arruinarán el gobierno del anticristo.  


19. Y de este seísmo la ciudad grande, que constituye el centro del poder y de acción del anticristo, se dividió en tres partes. Y las ciudades de las naciones cayeron. Y la gran Babilonia noética (espiritual humana) fue recordada frente a Dios (entonces esta era representada por Roma, pero después, cada época tiene su Babilonia moral; y en la época del anticristo existirá la Babilonia pecadora por excelencia). Fue recordada Babilonia para darle de beber del fuerte e indignante vino del vaso del odio y de la ira de Dios. 

20. Y todas las islas se perdieron, y las monta
ñas desparecieron y no se encontraron. Esta imagen del desastre simboliza la caída y desaparición de los países contrarios a Dios a lo largo de los siglos, y lo peor de ellos, que será anterior a la definitiva consolidación del evangelio.


21. Y cayó del cielo sobre los hombres gran granizo, cuyas bolas o piedras ten
ían el peso de un talento, es decir alrededor de los 34 kilos. Pero los hombres, en vez de arrepentirse y cambiar, blasfemaron contra Dios por el desastre que les provocó el granizo, porque esta herida fue en extremo grande.






CAPITULO 17


En este capítulo se predice la caída de Babilonia noética (espiritual humana), la cual entonces representaba Roma, la mujer que estaba sentada sobre la bestia roja y ensangrentada, la ciudad que est
á construída sobre las siete montañas o colinas. Y las siete cabezas de la bestia representan según el profeta las siete colinas y además siete reinos. De éstos, cinco cayeron, uno continúa existiendo y el séptimo no ha venido todavía.
Según los antiguos intérpretes, los cincos reinos que cayeron son los cinco dominadores del mundo precristiano e idólatra, el egipcio, el asirio, el babilonio, el persa y el griego. El romano, el cual existía ya entonces, es el sexto. Sin embargo, según los determinados intérpretes más actuales, (entre los cuales está también Godet) el reino asirio y el babilonio son contados como uno según la clasificación de Daniel; de este modo el quinto es el reino judío, el cual se restableció en la época de los Macabeos. Éste en la época de Cristo se introdujo en las naciones de la tierra y se desarrolló como sinagoga del satanás. Como séptimo reino se calcula el reino del Anticristo.
Por otra parte, los diez reinos que tendrán un reinado breve y temporal, el cual no han recibido todavía, según algunos intérpretes, son los gobernantes de las principales provincias romanas; según otros sin embargo son los reyes de los reinos que se formaron a partir de la disolución del imperio romano.
De todos modos con el número siete, que es simbólico y esquemático, hemos de referirnos al total de estados precristianos y postcristianos ateos que son inspirados por la bestia y le sirven. Mientras que con el número simbólico diez hemos de referirnos al total de gobernantes que son sumisos a la bestia de cada uno de los reinos ateos que gobiernan en la época de después de Cristo.                     



Vers. 1-6. La Babilonia noética y la bestia.

Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete bombonas y habló conmigo y me dijo: ven que te enseño cómo será condenada y castigada esta ciudad que es prostituta debido a su inmoralidad y su distanciamiento del Novio celestial. Esta prostituta es grande y está sentada sobre muchas aguas; éstas representan a los distintos pueblos y naciones y lenguas con espíritu terrenal y carnal. 


2. Con esta se prostituyeron los reyes de la tierra y se embriagaron los habitantes de la tierra del vino de su prostitución, es decir de su espíritu idólatra. Y la inmoralidad ética de Roma, que estaba representado entonces por la Babilonia ética, fue transmitida a los reyes que dependían de ella y a los pueblos que estaban sometidos a ella.


3. Y el ángel me transportó espiritualmente en éxtasis a un lugar que había sido abandonado por Dios y estaba, a causa de la maldad de sus habitantes, desierto de su gracia. Y vi a una mujer, la ciudad de Roma, que representaba entonces la Babilonia ética; vi a esta mujer sentarse sobre la bestia roja sanguinaria y ensangrentada. Ésta estaba llena de nombres de blasfemia, y tenía siete cabezas y diez cuernos. Es decir que el estado y la autoridad de esta prostituta estaban basados en el anticristo y eran inspirados por él. Y sus reyes tenían títulos irreverentes, que mostraban el endiosamiento de ellos mismos y de sus ciudades.


4. Y esta mujer estaba vestida con atuendos majestuosos y reales. Tenía un traje púrpura que estaba rojo y lleno de sangre; era dorado y estaba adornado con adornos de oro y piedras preciosas y perlas. En su mano mantenía un vaso de oro lleno de las abominaciones de su idolatría. Mantenía también las obras impuras de su corrupción y de su alejamiento del Novio celestial, con las cuales contaminó la tierra.


5. Sobre su frente tenía ecrito un nombre que para la mayoría es misterioso e incomprensible: Babilonia la grande, la metrópoli y capital de las ciudades que se han alejado de Dios y se han convertido en prostitutas, en centro del libertinaje y la idolatría de las abominaciones de la tierra.


6. Y vi a la mujer embriagarse con la sangre de los Cristianos que condenó, y con la sangre de los mártires de Jesús Cristo. Y cuando la vi, dudé y me sorprendí de su apariencia tan majestuosa y de su triunfo contra los santos y los fieles. 




Vers. 7-11. Las siete cabezas de la bestia.


7. Pero el ángel me dijo: ¿Por qué te maravillas y dudas? Yo te explicaré el incomprensible y desconocido misterio de la mujer y de la bestia de siete cabezas y diez cuernos.


8. La bestia que has visto son los estados ateos que son inspirados por satan
ás. Estos existían y cayeron, y después revivieron con el estado de Roma, la cual sin embargo caerá y es como si no existiese. Esta bestia vendrá de nuevo del abismo con los estados ateos y anticristianos que sucederán al estado de Roma. Pero con la victoria de Cristo viene el desastre y la desaparición de esta bestia. Y dudarán y se maravillarán todos los que habitan sobre la tierra, cuyo nombre no ha sido escrito en el libro de la vida eterna desde que comenzó a crearse el mundo. Se admirarán, porque verán a la bestia que existía y ahora no existe, pero que sin embargo revivirá, volverá a venir y estará presente. 


9. Aquí se muestra el nus que está iluminado por Dios y que tiene sabiduría verdadera y espiritual. Las siete cabezas de la bestia representan las siete montañas y las colinas sobre las cuales esta contruída la mujer, la ciudad de Roma; ésta representa la actual Babilonia ética, pero también todas las que aparecerán hasta la época del anticristo.


10. Las siete cabezas simbolizan además siete reinos y estados. Cinco eran precristianos y cayeron. Uno, el romano, existe aún, y el otro no ha venido todavía. Y cuando venga, según el plan de Dios, debe durar poco tiempo.


11. En cuanto a la bestia que exist
ía y ya no existe, este es el octavo reino; pero es también de los siete. (Porque la misma bestia inspira a los ocho estados, y a cada uno de estos los revive como una existencias aparte. Pero también la vida de la bestia depende de estos siete estados y se incorpora en ellos). Sin embargo también éste está encaminado hacia su destrucción y su desaparición.



Vers. 12-18. Los diez cuernos de la bestia.


12. Y los diez cuernos que has visto simbolizan diez reyes, los cuales hasta ahora no han reinado todavía. Pero como reyes recibirán su autoridad real por una hora y y reinarán por muy poco tiempo como aliados de la bestia.


13. Éstos tienen un mismo propósito, y aceptarán entregar su poder y su autoridad a la bestia.


14. Ellos lucharán contra el Cordero. Pero el cordero les vencerá, porque es el Señor de los señores y el Rey de reyes. Y los que están con él, están llamados y elegidos por Dios y fieles.


15. Y me dijo el ángel: las aguas que has visto, sobre las cuales está sentada la prostituta, simbolizan pueblos y multitudes, lenguas y naciones, sobre las cuales
ella gobierna.


16. Pero el estado del pecado tiene siempre dentro de él la corrupción, la descomposición y la disolución. Y cada nuevo país del mundo es construído sobre las ruinas del anterior, el cual sucede tras haberle derribado anteriormente. Así sucederá también con el imperio romano. Los diez cuernos que has visto, es decir los diez reyes, y la bestia que les inspira odiarán la ciudad de Roma, la prostituta que simboliza la Babilonia moral de cada época. La desertizarán y la dejarán desnuda. Porque robarán su riqueza y comerán sus carnes repartiendo su dominio y sus países; y la arrasarán con fuego.



17. Porque Dios puso dentro de sus corazones que fuesen instrumentos de sus planes y cumpliese su voluntad; que se pusiesen de acuerdo y entregasen todos a una sus países a la bestia, de modo que se realicen completamente las profecías de Dios sobre la bestia.



18. Y la mujer que has visto es la gran ciudad de Roma. Ésta ahora reina sobre los reyes de la tierra, pero dentro de poco estos reyes la derribarán.
        


         



CAPÍTULO 18. 

En este capítulo es anunciado desde el cielo la caída inminente de la Babilonia noética* y los males que vendrán contra ella.

* ver definiciones 85, 86 y 97 del "Léxico Ortodoxo Griego-Español" de la Biblioteca




Versículos 1-24. La caída de la Babilonia noética.

1. Y después de esto vi a otro ángel descender del cielo. Tenía gran autoridad, y la tierra brilló y se iluminó de su resplandeciente gloria.


2. Éste exclamó con gran voz diciendo: cayó, cayó Babilonia la grande. Se ha convertido en morada de demonios, refugio seguro de todo espíritu inmundo, y nido protegido de cada ave impura, odiada y salvaje ave de rapiña. 


3. y la ha sucedido esto, porque todas las naciones han bebido del excelentemente embriagador vino de la idolatría y el distanciamiento de Dios idólatra y de su corrupción. Y los reyes de la tierra se prostituyeron junto con ella, porque fueron arrastrados por ella a una corrupta e irreverente vida id
ólatra. Y los comerciantes de la tierra se enriquecieron con el poder de su libertinaje y de su arrogante "sarcolatría" o adoración del cuerpo y de sus pasiones.


4. Entonces escuché otra voz proveniente del cielo, la voz de Dios, diciendo: salid fuera de la ciudad todos los que pertenecéis a mi pueblo; para que no seáis coparticipantes y cómplices de sus pecados y no recibáis vosotros también los castigos y las heridas con las cuales será golpeada.


5. Porque sus pecados han llegado hasta el cielo y Dios no olvida sus injusticias.


6. La voz de Dios se dirigió después a los enemigos de Babilonia y le dijo: dadla de vuelta lo mismo que ella dio a los demás. Doblad el castigo y devolvedla el doble de todo lo que ella ha hecho. Con el mismo vaso de la ira que invitó a los demás, invitadla a que beba el doble.


7. Cuanto se ha glorificado a sí misma y con su desenfreno y libertinaje ha vivido, tanto torturadla y tanta aflicción dadla. Porque se ha enorgullecido dentro de ella, dentro de su vanidoso e irreverente corazón, diciendo: yo me siento en mi trono como reina; viuda no soy y no veré luto y aflicción jamás.


8. Por eso en un día le vendrán todas sus heridas; y la muerte y la aflicción y el hambre. Y será abrasada con fuego, porque es poderoso el Señor y Dios que la juzga y la condena. 
  



9. Y los reyes de la tierra que se prostituyeron con ella y se alejaron de Dios y fueron entregados a lascivias, cuando vean el humo de sus incendios, llorarán y se lamentarán con dolor por ella.


10. Y debido a que temerán sus torturas y sus calamidades y temblarán por si sufren ellos lo mismo, permanecerán alejados y dirán: ¡ Ay, ay, la gran ciudad de Babilonia, la ciudad poderosa ! Porque en una hora ha venido tu condena y tu castigo.


11. Y los comerciantes de la tierra llorarán y se lamentarán por ella, porque ya nadie comprará tus bienes.


12. No comprarán sus bienes: el oro y la plata, las piedras preciosas y las perlas; la tela lujosa de lino amarillento y la púrpura, las telas rojas de seda. No comprarán cada objeto variadas maderas del oloroso cedro de África y cada tipo de marfil, así como todo lo que es de madera lujosa y de cobre y hierro y mármol.



13. No comprarán la canela y el amomo (planta muy preciada con la que se hace un perfume muy costoso) y el incienso y la mirra y el vino y el aceite y la sémolay el trigo y los animales y las ovejas y la carga que trasladan los caballos y los vehículos de cuatro ruedas los troncos que venden los vendedores de cuerpos, incluso de los seres vivos.


14. Y la fruta que deseaba tu alma se han perdido para tí. Y todas las grasas y lo brillante y lo sabroso se han perdido para ti y nunca las volverás a encontrar.



15. Todos los que se protituyeron con éstas y se enriqecieron gracias a esta ciudad, permanecerán lejos debido a su miedo por sus torturas, llorarán y se lamentarán.


16. Y dirán: Ay, ay, la gran ciudad, que se había vestido con atuendo de lino real amarillento y púrpura y rojo, que estaba dorada y adornada con ornamentos dorados y con piedras preciosas y perlas. Ay, porque en una hora desapareció su tan grande riqueza.


17. Y todos los capitanes de barcos y todos los que viajaban por el mar hacia Babilonia y los marineros y todos los que trabajaban en el mar se mantuvieron alejados.



18. Y vocearon fuertemente, al ver el humo de su incendio devastador y la decían: ¿qué otra se parecía a esta gran ciudad? 



19. Llenos de aflicción se echaron tierra sobre sus cabezas; se lamentaban y gemían y decían con llanto: Ay, ay, la gran ciudad. De su riqueza y de su cara retribución se enriquecieron todos los que tenían el barco en el mar y hacían traslados. Ay, porque en una hora se ha desertizado.



20. Y la voz se volvió ahora hacia el cielo: llénate de alegría ante el destrozo de esta ciudad, y todos los que se encuentran en el cielo, los Santos, los Apóstoles y los Profetas. Porque el Dios la juzgó y la dio el castigo que se merecía por la sangre derramada injustamente.



21. Y un ángel fuerte levantó una gran piedra como una piedra de molino, la arrojó al mar y dijo: con tal ímpetu será golpeada Babilonia, la gran ciudad, y no aparecerá nunca más.
   


22. Dentro de tus caminos desiertos ya no se escucharán melodías de citaristas ni de cantantes ni de flautistas ni de trompetistas. Ni ningún artista de cualquier tipo de arte se encontrará ya en tus ruinas. Y el ruido de la piedra de molino no será escuchado ya en tu zona.



23. Ninguna luz de candil se verá ya dentro de tus casas derrumbadas. Y las voces alegres del novio y de la novia no se ecucharán ya dentro de tus ruinas. Porque tus comerciantes eran los plutócratas que se aprovechaban y oprimían a la población; con sus mágicos fármacos fueron engañadas y degeneradadas todas las naciones


24. y además porque dentro de ti, Babilonia noética, se ha encontrado derramada la sangre de los Profetas y de los Santos y de todos los Mártires que han sido asesinados sobre la tierra.







CAPITULO 19.

En este capítulo se describe primero el eco de la caída de la Babilonia noética en el cielo. A continuación sigue la gloriosa venida de Cristo, la cual no ha de confundirse con la que tendrá lugar en el fin de los tiempos y el juicio mundial. Se trata de una invisible, breve y drástica intervención de Jesús Cristo, con la cual es destruido finalmente el poder antidivino del Anticristo y es asegurado el gobierno triunfante del Evangelio y la cristianización verdadera del mundo, así como el triunfo de la obra de Cristo durante un gran periodo de años.*

* Todo lo expuesto en este capítulo es interpretado de modo distinto por otros Padres y escritores eclesiásticos. Ver N.P.Basiliadi, Apocalipsis de Juan, Introducción, Cap. 19


Vers. 1-10. El eco de la caída de la Babilonia noética en el cielo.

Después de esto escuché en el cielo algo como una fuerte voz de una multitud de gente, la voz de los ángeles y de los santos que se encuentran en el cielo, los cuales decían: ¡Aleluya! alabad a Dios. La salvación y la gloria y el poder pertencen a nuestro Dios.


2. Porque son verdaderas son y justas sus decisiones y sus jucios. Ha juzgado y condenado a la gran prostituta, la Babilonia noética, que ha corrompido la tierra con la idolatría y con degeneración. La castigó Dios por la sangre de sus siervos derramada con su mano. 



3. Y por segunda vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo de su incendio sube por los siglos de los siglos, porque su destrucción es determinante y eterna.


4. Entonces los veinticuatro presbíteros y los cuatro espíritus funcionales animales se postraron y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, diciendo: ¡Amén! ¡Aleluya!. Es decir, "sí, cierto". Alabad a Dios.


5. Y se escuchó una voz angelical desde el trono, que decía: alabad a nuestro Dios todos sus siervos, todos los que le respetáis, los pequeños y los grandes.


6. Oí también un ruido como de mucha gente, que como el estruendo de muchas aguas que caen desde lo alto, y como el estampido de grandes truenos, que decían: ¡Aleluya!, porque tomó ya posesión del reino el Señor nuestro Dios, el Todopoderoso;


7. llenémonos de gozo, júbilo y entusiasmo y démosle la gloria a Él, pues llegó la hora de la boda del Cordero, el espiritual y celestial y eterno Novio Jesús Cristo. Y su mujer, la novia espiritual Iglesia, se ha vestido de gala y está preparada.


8. y le fue dada por Dios vestirse con vestimenta de lino amarillado brillante y limpio, que simboliza la realeza de su gracia y santidad. Porque la vestimenta de lino amarillado simboliza las virtudes de los santos de la Iglesia triunfante, la nueva Jerusalén, la eterna Novia de Cristo.


9. Me dijo entonces el ángel: escribe, son bienaventurados los que están invitados a la cena de la boda del Cordero, porque participarán en el eterno gozo y bienaventuranza. Y me dijo: estas palabras son verdaderas, son palabras de Dios; éstas afirman la bienaventuranza de los fieles, la cual es debida a su unión con Cristo.


10. Yo entonces caí ante los pies del ángel para reverenciarlo. Pero él me dijo: ten cuidado, no hagas esto y no me reverencies. Yo también soy siervo como tú, y uno de tus hermanos que mantienen su confesión y su testimonio hacia Jesús Cristo. Reverencia a Dios. Si de nuevo quisieras reverenciarme debido a que te anticipo el futuro, aprende que la confesión y el testimonio de la fe en Jesús Cristo, que ésta ofrece el espíritu de profecía.





Vers. 11-21. La drástica intervención de Jesús Cristo.


11. Entonces vi el cielo abierto. Y he aquí, un caballo blanco. Y el jinete que estaba sentado sobre él se llamaba fiel (digno de confianza como Juez) y verdadero (puro Hijo de Dios). Y juzga con justicia y lucha de modo triunfante y vencedor. 


12. Sus ojos son como la llama del fuego, ya que nada se le escapa ni le queda oculto. Y sobre su cabeza lleva muchas diademas reales, porque éste es el Rey de todos los reyes. Y tiene escritos muchos nombres. Tiene también un nombre escrito, el cual sin embargo nadie más lo conoce en profundidad excepto él; porque su naturaleza y su esencia son incomprensibles.


13. Estaba vestido con ropa teñida de sangre, porque derramó su sangre por la salvación de los hombres, y por este sacrificio fue elevado al cielo y en la tierra como vencedor eterno. y su nombre le ha sido dado antes de todos los siglos. Este nombre suyo es "El Logos de Dios".


14. Le seguían montados sobre caballos blancos sus ejércitos angelicales celestiales; y estaban todos vestidos con vestimentas de lino amarillado, limpias y resplandecientes.


15. De su boca sale el logos* de la verdad, que es como espada afilada por sus dos filos, para expulsar con éste arma espiritual a las naciones. Éste, que como Dios tiene poder invencible, pastoreará los pueblos de las naciones con báculo de hierro. Éste pisa el lagar del vino embriagador de la ira del Dios todopoderoso. Y posee la autoridad castigadora y poder de su Padre.

* la razón, el motivo, la causa, el origen.


16. Sobre su vestimenta y en el punto en que esta vestimenta cubre su muslo, tiene escrito el nombre: Rey de reyes y Señor de señores.


17. Y vi a un ángel que estaba en el sol. Esta posición suya simbolizaba su divino resplandor y su gran altura, hacia la cual había volado. Éste clamaba con fuerte voz. Y decía a todas las aves salvajes y rapaces que vuelan por en medio del cielo: venid, reuníos en la gran mesa que os prepara la ira de Dios.



18. Para que comáis carne de reyes y carnes de soldados y carnes de fuertes y carnes de caballos y las carnes de los jinetes que se sientan sobre ellos, y las carnes de todos los obedientes del anticristo, y de los libres y de los siervos, y de los pequeños y de los grandes.



19. Vi entonces a la bestia y a los reyes de la tierra y sus ejercitos reunirse para hacer la guerra en contra del Mesías, el cual está sentado sobre un caballo blanco, y en contra de su ejército celestial.



20. Y la bestia, es decir el anticristo, fue hecho prisionero, y junto con él el pseudoprofeta, que hizo los falsos milagros frente a él; con éstos engañó a todos los que aceptaron el imborrable sello del anticristo y todos los que reverencian al ídolo y a su imagen. Y los dos fueron arrojados vivos en el lago de fuego, que arde con azufre.



21. El resto fueron muertos con la espada del Mesías montado en el caballo blanco; y su espada salía de su boca. Y todas las aves salvajes y rapaces se saciaron con las carnes de sus cadáveres. El arma del Vencedor es espiritual, es el logos de la verdad que sale de su boca. Espiritual es también la catástrofe de sus adversarios, sin excluirse la matanza entre ellos en las guerras y la matanza de muchos.







CAPITULO 20.

Después de la definitiva victoria de Cristo contra el Anticristo y el pseudoprofeta sigue su reino de mil años, la cual es interpuesta entre la destrucción del Anticristo y el fin de los siglos. Ésto será sellado con la segunda venida, el Juicio mundial y la renovación del universo.
El reino de los mil años ha de ser comprendido espiritualmente. El número de mil es simbólico y no ha de ser entendido literalmente, pero significa un periodo de tiempo muy grande. El reino de Cristo se hace realidad con la dominación y proliferación del Evangelio en la humanidad, con la cristianización real de la mayoría del mundo y el desarrollo de una verdadera civilización cristiana entre unas sucesivas y numerosas generaciones.
Y la resurrección de todos los que no reverenciaron a la bestia ha de ser entendida como su restablecimiento en el devoto recuerdo y honra como parte de la Iglesia militante, que está constituida ya por la mayor parte de la humanidad. Ahora se desconoce  por la mayoría de los hombres y es silenciado el heroísmo de los mártires de la fe, y en la memoria de los hombres permanecen sobretodo los mártires de la ciencia y los héroes nacionales. Entonces sin embargo los mártires de la fe permanecerán con una corona de luz eterna frente a los ojos de todos. Volverán a vivir ya con la multitud de confesores de la humanidad cristianizada, los cuales serán grandilocuentes como aquellos y estarán inspirados por el mismo espíritu de dedicación y de abnegación. No seran asesinados como los mártires, pero testificarán igualmente con ellos la confesión de la verdadera fe.
En esta pacífica proliferación del Evangelio lo siguiente será el espíritu de lucha atravesando una cierta calma. Además durante este gran periodo pacífico el Evangelio dará ya sus frutos completos, aunque permanecerán naciones sobre las cuales el efecto del cristianismo no será de raíz ni profundo. Será simplemente marcado en este periodo a un gran nivel nunca antes visto, que se percibe también ahora en aquellos periodos que median entre grandes conflictos y guerras, los cuales representan el último conflicto. Despuás de dichas guerras tiene lugar normalmente algún giro y regreso a Dios de los pueblos que han sido puestos a prueba. 
De aquí en adelante se desarrolla el nuevo y último ataque de satanás contra los fieles, después del cual el Juicio final del mundo.*


* El problemático tema del reino de los mil años es diferentemente interpretado por otros Padres y escritores eclisiásticos. Según éstos, con la expresión "mil años" se hace referencia al tiempo, el largo periodo, desde la humanización del Salvador Cristo hasta la aparición del Anticristo. También es es diferentemente interpretada la resurrección de quienes no reverenciaron a la bestia, y no como su restablecimiento en el devoto recuerdo y honra como parte de la Iglesia militante. 




Vers. 1-6. El reino de los mil años.  



1. Y vi también descender del cielo a un ángel. Éste tenía en la mano la llave del Hades y tenía una gran cadena echada sobre su mano.

2. Y agarró al dragón, la serpiente antigua que había engañado a los primeros en ser creados. Este es el Diablo, que calumnia y difama a Dios y a su obra; es Satanás, el director de los espíritus malvados, que arrastra a la humanidad al engaño. Y le ató por mil años, es decir durante un periodo muy grande de tiempo, durante el cual el Evangelio triunfará y entregará sus frutos.

3. Y le arrojó al abismo, en el oscuro fondo del Hades. Lo cerró (el abismo), y lo selló por selló por encima y aseguró bien su encarcelamiento, para que no engañase ya a la gente, hasta que se cumpliesen los años del gran periodo que simbolizan los mil años. Después de esto, según el plan de Dios, he de ser atado de nuevo durnte un pequeño periodo de tiempo.



4. Luego vi unos tronos: y sobre ellos, se sentaron los Apóstoles y los Santos, a los cuales les fue entregada por Dios la autoridad judicial y real. Y vi las almas de los que habían sido degollados por hachas y otros instrumentos de tortura por el testimonio y la confesión de la fe en Jesús y en el logos de Dios. Éstos no reverenciaron a la bestia ni a su ídolo, y no aceptaron su marca en las frentes ni su sello imborrable sobre sus frentes y sobre sus manos. Y vivieron y reinaron junto con Cristo durante el perido representado por los mil años. Así como Cristo fue reconocido Rey y fue glorificado por todos los que habitan en la tierra durante este periodo, así también volverán a vivir en los corazones de todos y serán glorificados también estos Mártires*.

* Ver anotaciones en la introducción

5. El resto de los muertos, que anteriormente eran admirados y sus nombres inmortalizados por los hombres del mundo, fueron olvidados completamente y no vivieron en el recuerdo de cada uno, de modo que se cumplió el periodo simbolizado por los mil años. Este es el primer reestablecimiento de las memorias de estos héroes y su primera resurrección. *
* Ver anotaciones en la introducción.


6. Bienaventurados y santos son aquellos quienes formarán parte de la primera resurrección. Sobre ellos no tiene autoridad la segunda muerte, que procede de la completa separaciión del hombre de Dios. Sino que serán sacerdotes dedicados a Dios y a Jesús Cristo. Y serán glorificados y reinarán junto con Cristo durante el periodo simbolizado por los mil años. Porque como Cristo será glorificado con honores reales por los hombres de la tierra, así serán honorados también ellos.






Vers. 7-10. La liberación y la derrota de satanás.


7. Y cuando se haya cumplido el gran periodo que simbolizan los mil años, será desatado satanás de su prisión;


8. y saldrá y engañará a las naciones, que mientras tanto pasaban por cierta relajación en la vida cristiana y que se encuentran sobre los cuatro puntos de la tierra, alejados de los devotos y los fieles decididos que están reunidos en el centro de la tierra. Éstos estaban representados por el rey al que se refiere Ezequiel, Gog y el pueblo que se llamaba Magog. A éstos sacarC satanás para juntarlos para luchar contra Cristo, y su número será como (los granos de) la arena del mar.

9. Y se extendieron estas naciones sobre toda la tierra, y rodearon el ejército de los santos y la ciudad amada, es decir la iglesia militante. Pero descendió fuego del cielo y los destruyó.


10. Y el diablo, que los había engañado, fue arrojado en el lago de fuego y azufre, donde también fueron arrojados la bestia y el pseudoprofeta. Y serán atormentados allí día y noche por los siglos de los siglos. 




Vers. 11-15. El Juicio final del mundo.



11. Ahora sigue el Juicio final del mundo. Entonces vi un gran trono blanco; esto simboliza con su tamaño y con su color la grandeza y la reluciente limpieza de Dios. Le vi también a Él que estaba sentado sobre el trono. Entonces se fue de delante de él y desapareció de su rostro el contorno y la forma perecedera de la tierra y de los cuerpos celestiales del cielo. Y no se encontró lugar para ellos. Porque nuevos cielos y nueva tierra esperamos después del Juicio final. 


12. Y vi a los muertos estar delante del trono, a los grandes y a los pequeños, todos los que murieron desde que apareció el hombre sobre la tierra. Y fueron abiertos los libros que tenían grabadas sus acciones, para ser juzgados según éstas. Después fue abierto también otro libro, el libro de la vida, que contiene los nombres de los destinados para la vida eterna. Y fueron juzgados los muertos según sus obras, que estaban escritas en estos libros desde que existien los hombres. 


13. Y el mar entregó los cuerpos de los muertos que se habían ahogado en él desde que existen los hombres. Y la muerte y el Hades entregaron todos los muertos que habían muerto desde el principio del mundo y se mantenían atados en el lugar común del Hades. Ycada uno fue juzgado de acuerdo con sus obras. 


14. Entonces, la muerte y el Hades fueron arrojados en el lago de fuego; esto significa que se anuló ya para siempre la muerte y el Hades. El lago de fuego es el infierno eterno, la segunda muerte, la eterna separación de Dios. Esta separación crea infierno eterno y desgracia a todos los que son condenados a vivir en este lugar. 


15. Y el que no fue hallado escrito en el libro de la vida, fue así mismo arrojado en el lago de fuego.






CAPITULO 21

En este capítulo se describe el establecimiento de la nueva Jerusalén en la tierra que ha sido renovada. Esta nueva Jerusalén baja del cielo como novia preparada para la boda. Constituye la escena en la cual Dios convive eternamente con los hombres que viven en bienaventuranza. Esta novia del Cordero es descrita como ciudad celestial no hecha por manos humanas que brilla continuamente, está indudablemente fundada y eternamente asegurada. Constituye una cómoda estancia para todos los que habitan en ella. Sus habitantes son al mismo tiempo las piedras vivientes con las cuales ha sido construída. Y los doce cimientos de esta ciudad, los doce Apóstoles, son "adornados con toda suerte de piedras preciosas"; y toda la construccion de sus muros y de toda la ciudad hasta los más profundos cimientos, se ha construido a partir de la piedra preciosa de jaspe y de oro puro. 
Sus ciudadanos son vivificados por el agua de la vida  y alimentados por el fruto del árbol de la vida. Éstos, dado que se encuentran en comunicación directa con Dios y con el Cordero, ven su rostro y le adoran, y son ellos mismos el templo viviente de Dios. Por eso la nueva Jerusalén no tiene templo, porque la misma constituye la santa morada de Dios. Toda la descripción es puramente bíblica y reúne las características de la ciudad no hecha por manos humanas que está desplegada en los libros de los profetas del Antiguo Testamento.



Vers. 1-8. El nuevo cielo y la nueva tierra.  


1. Entonces vi un nuevo cielo nuevo y una nueva tierra. Porque el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido. Y el mar, que era inestable y estaba agitado y representaba el mundo de las naciones, del cual surgió la bestia, ya no existía. Todo se hizo nuevo.

2. Vi también la ciudad santa, Jerusalén, también ésta nueva, descender del cielo, hecha por Dios, preparada como novia engalanada para su esposo, Jesús Cristo. 


3. Y oí una fuerte voz, que salía del trono de Dios, y decía: he aquí el verdadero e incorrupto y no hecho por manos humanas tabernáculo, donde convivir
á Dios con los hombres. Dios convivirá con ellos, y ellos serán su pueblo. El mismo Dios estará con ellos.


4. 
Hará desaparecer Dios cada lágrima de sus ojos; y no habrá ya muerte, ni llanto, ni alarido, ni habrá más dolor. Porque las tribulaciones de antes y los sufrimmientos de los santos pasaron para siempre.


5. Y me 
dijo Dios, que está sentado en el trono: he aquí, que todo lo hago nuevo. Y me dijo a mí: Escribe lo que te he dicho, porque estas palabras mías son fiables y verdaderas.


6. Y me dijo Dios: todo ha sido hecho nuevo. Yo soy el Alfa y el Omega, el principio creador y la causa de la creaci
ón, el final y más alto propósito de todas las creaciones. Yo a aquel que en su vida terrenal estaba sediento de justicia y felicidad y la alegría, le daré de beber gratuitamente de la fuente de mi santa y  bienaventurada vida. 

7. El vencedor heredará los bienes que ofrece este agua de la vida. Y yo ser
é para él Dios, y el para mí será mi hijo.


8. Pero para los que se acobardaron en la lucha contra la bestia, y para los infieles y para todos los que se volvieron repelentes con sus detestables y sucios pecados innaturales, para los homicidas, los que se prostituyen, los hechiceros y los idólatras, y en general a todos los que amaron la falsedad del pecado, ha sido preparado su lugar dentro del lago que hierve y arde con fuego y azufre. Esta separación suya de mí y este interminable castigo y tormento suyo es la segunda muerte.



Vers. 9-27. La nueva Jerusalén

9. Entonces vino uno de los siete ángeles que tenían las siete bombonas que estaban llenas
 de las siete últimas plagas, me habló y me dijo: Ven que te mostraré la Novia, la esposa del Cordero; es decir la Iglesia triunfante, la cual se unirá con Cristo.


10. Y me trasladó espiritualmente en éxtasis no al desierto, donde estaba entonces Babilonia, sino a un monte alto y grande. Porque sólo el que sea elevado espiritualmente puede ver y comprender lo celestial. Y desde allí me mostró la ciudad santa, Jerusalén, bajando del cielo, construída por el mismo Dios.


11. Tenía el brillo y la gloria que le daba la presencia de Dios. Su brillo, que iluminaba y centelleaba, era similar a una piedra preciosa. Era como el jaspe cristalino.


12. Tenía a su alrededor un muro grande y alto, para protegerla y asegurarla. Tenía también doce puertas, tantas como las tribus de la nueva Israel de la gracia. Y cerca de estas puertas tenía doce ángeles guardianes para protegerla. Y sobre ellas estaban escritos unos nombres, los nombres de las doce tribus de los descendientes espirituales de Israel. 



13. Había además tres puerta situadas al lado este del muro, tres puertas en su parte norte, tres puertas al lado sur y tres puertas al lado oeste.


14. Y vi que el muro de la ciudad tenía doce piedras como cimientos, y sobre ellas estaban escritos doce nombres, los nombres de los doce apóstoles del Cordero.


15. Y el ángel que hablaba conmigo tenía para medir una caña de oro, para medir con ella la ciudad, las puertas y la muralla.


16. La ciudad está construída en forma cuadrada; esto simboliza la solidez, la perfección y la firmeza de su construcción. Es tan larga como ancha. Y el ángel midió la ciudad con la caña de oro; y ésta tenía una extensión de doce mil estadios, es decir, mil quinientos kilómetros. El número es simbólico y representa el enorme tamaño y la espaciosidad de la ciudad. Su altura, su anchura y su largura son iguales entre ellas.


17. El ángel midió también su muralla. Y tenía de altura ciento cuarenta y cuatro codos*. Era, claro, desigual respecto a la altura de la ciudad, pero era suficiente para que la ciudad estuviese asegurada. Y era bajo intencionadamente, para que no fuese obstaculizada la visión de la majestuosidad y de toda la grandeza de la ciudad. Además el simbólico y esquemático número es una cifra que se obtiene de la medida que hace el ángel según la medida humana. 

*(unos 72 m).


18. El material además con el que fue construída la ciudad es lujoso. Sus muros estaban hechos de diamante hasta sus cimientos. Y la ciudad estaba construída de oro puro, que brilla como vidrion limpio. 


19. Y los cimientos de los muros de la ciudad estaban adornados con todo tipo de piedras preciosas. El primer cimiento era de diamante, el segundo de zafiro, el tercero de calcedonia o rubí, el cuarto de esmeralda.


20. el quinto de sardónica (tipo de piedra de ónice de color castaño), el sexto de cornalina, el séptimo de crisólito, el octavo de berilo, el noveno de topacio, el décimo de crisopraso o lapislázuli, el undécimo de jacinto, el duodécimo de amatista. Estas pidras preciosas simbolizan diversas virtud, que son superiores cualquier otro tipo de valor. Con éstas están adornadas los santos Apóstoles. Ellos con sus enseñanzas establecieron la Iglesia y como piedras vivas tienen el puesto de los fundamentos o cimientos en la Jerusalén celestial.  


21. Y las doce majestuosas puertas seran doce perlas. Cada uno de estas puertas estaba hecha de una enorme y preciosa de perla. Y la plaza de la ciudad estaba hecha de oro puro tratado, como el cristal que es transparente y brillante.


22. Dentro de esta ciudad no vi templo. Porque su templo es el Señor Dios omnipotente y el Cordero. Ellos están siempre presentes y son adorados directamente por los habitantes de la ciudad.


23. Y la ciudad no necesita el sol ni la luna para que la alumbren. Porque la ilumina la gloriosa brillantez de Dios, que es luz. Y como su lumbrera tiene a Cristo, que es la luz de la verdad.


24. Y los que una vez pertenecieron a diferentes naciones de la tierra y están ahora salvados, caminarán rodeados de la luz divina de la ciudad. Y los reyes de la tierra que heredaron la salvación la entregarán su gloria y su honra.


25. Y sus puertas no cerrarán jamás en aquel interminable día. Porque allí no existirá ya noche.


26. Y la ofrecerán la gloria y la honra de las naciones que consiguieron su salvación.


27. Sin embargo no es posible que entre en ella de ninguna manera cualquier cosa sucia, o contaminada, así como quien cometió cualquier obra detestable y contrario a la verdad. Ningún pecador entrará en ella, sino solamente los que se hallan escritos en el Libro de la vida del Cordero.






CAPITULO 22

En este último capítulo continúa la descripción de la bienaventurada vida de los habitantes de la nueva Jerusalén. Del versículo 6 en adelante sigue el epílogo o recapitulación del libro, en el cual se confirma con voz angelical todo el contenido del libro. En éste se incluye también el último mandamiento y promesa de Jesús Cristo. Finalmente se anuncia una nueva advertencia suya sobre su pronta venida.



Versículos 1-11. La bienaventurada vida de los habitantes de la nueva Jerusalén

Después el ángel me mostró un río lleno de agua que transmite vida inmortal. Y este río era transparente y brillante como el cristal, y manaba del trono de Dios y del Cordero. Este río era símbolo de la gracia divina que todo lo vivifica.


2. Me enseñó además en medio de la plaza de la ciudad el árbol de la vida, que alrededor de él y por todas sus partes era regado por el río y daba doce veces frutos. Cada mes fructificaba y daba su fruto. Esto era un símbolo de Cristo. Porque la unión y comunión con él transmitirá la afortunada e inmortal vida a los hijos de Dios que fueron adoptados mediante la fe. Éstos se alimentarán de los frutos del árbol. Las hojas sin embargo del árbol las utilizarán los hombres que provienen de las naciones y que vivían de acuerdo con la ley de la conciencia; porque éstos no conocieron a Cristo y no fueron adoptados por Él.


3. Allí no habrá ya ningún destierro ni expulsión como aquella que tuvo lugar con los primeros en ser creados del Paraíso. El trono de Dios y del Cordero se encontrarán dentro de esta ciudad. Y sus siervos le adorar asiento en ella, y sus siervos le adorarán.


4. Verán su rostro y su gloria, y tendrán el nombre de él sobre sus frentes; no solo para declarar que son eternamente de su propiedad, sino también la gloria de su nombre y su rostro se reflejará también en sus rostros.

5. Y allí ya no existirá noche. Y los hombres no tendrán necesidad de ser iluminados por la luz del candil, ni la luz del sol. Porque el Señor Dios proyectará su luz sobre ellos y los iluminará. Y reinarán por los siglos de los siglos.



Vers. 6-21. El Señor viene rápido. 


6. Me dijo entonces el ángel: Estas palabras que están incluídas en todo el libro son fidedignas y verdaderas. Y el Señor y Dios que da sus carismas espirituales a los profetas, ha enviado a su ángel para guiarte. Le ha enviado para manifestar a sus siervos, la parte fiel de la Iglesia militante terrenal, las cosas que deben suceder pronto, según su plan divino.


7. He aquí, vengo rápido, dice Cristo. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.


8. Y yo, quien he escuchado y visto esto, soy Juan. Y cuando lo he escuchado y lo he visto, me postré ante los pies del ángel que me las enseñaba para adorarle.


9. Pero el ángel me dijo: Cuidado, no hagas eso que piensas que vas a hacer. Siervo soy yo también, como tú; consiervo tuyo, y de tus hermanos los profetas, así como de aquellos que observan las inspiradas por Dios palabras de este libro. Adora a Dios.


10. Y me dijo Cristo a través del ángel: No selles y no mantengas en secreto las palabras proféticas de este libro, sino que publícalas. Porque se acerca el tiempo de su cumplimiento.


11. No se violenta la voluntad ni la libertad de nadie. Que haga cada uno libremente lo que desea. El que peca, si quiere, que peque todavía más. Y el que está manchado por las obras impuras de la carne, que se manche todavía más, si le gusta. Pero también el justo que realice más obras de justicia y virtud. Y el santo que se santifique todavía más.


12. He aquí, vengo rápido. Y traigo conmigo el salario con el cual serán recompensados los míos, para recompensar a cada uno según todas sus obras.


13. Yo tengo el derecho para juzgar y recompensar a cada uno. Porque yo Jesús Cristo soy el Alfa y la Omega, el primero, que existo antes de toda la creación, y el último, que siempre viviré. Soy el principio creador de las creaciones, y el final y su más alto propósito.


14. Bienaventurados son los que cumplen los mandamientos de Cristo, dice el ángel; para que tengan el derecho para ser alimentados perpetua e initerrumpidamente del árbol de la vida eterna y que pasen sin obstáculo por las puertas a la ciudad celestial. 


15. Fuera y lejos de la ciudad todos los que son inhumanos como los perros, y los hechiceros, y los que se prostituyen, y los homicidas, y los idólatras, y todo aquel que ama y practica el fraude la mentira del pecado.


16. Yo, Jesús Cristo, envié mi ángel a notificaros todo lo que contiene este libro, para que sean leídas y sean conocidas en las iglesias. Yo soy el puro descendiente de David y el heredero de las promesas que Dios le dio. Yo soy el lucero brillante del amanecer,que traigo el eterno y sin ocaso día de la vida eterna.


17. Y el Espíritu, que fue enviado y permanece en la Novia, y la novia Iglesia, que es inspirada por él, dicen: Ven, Novia. Y quien escucha estas palabras proféticas, que diga él también: Ven, Novia. Porque Cristo es el Novio no sólo de toda la Iglesia sino también de cada fiel por separado. Y quien tiene sed y quiere al Novio y la vida y la alegría que ofrece, que venga. Quien quiera que tome gratis el agua que transmite la vida eterna.


18. Yo Juan aseguro que cada hombre que escuha las palabras proféticas de este libro que, si osa añadir otras, Dios añadirá también sobre él las plagas escritas en este libro.


19. Y si alguno se atreviese a quitar algo de estas palabras proféticas, Dios le quitará a él su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa. Que nadie quite nada de cuanto está escrito en este libro.


20. Cristo, quien asegura todo lo que está escrito en este libro, dice: Sí, vengo rápido. Amén; sí, ven, Señor Jesús.


21. La gracia del Señor Jesús Cristo que sea con todos los Cristianos. Amén.