1.3. El griego del Nuevo Testamento

El griego del Nuevo Testamento es esencialmente griego "koiné", (del griego "η κοινή γλώσσα", [i kiní glosa], la lengua común, o más frecuentemente, "η κοινή διάλεκτος", [i kiní diálektos], el habla común, fue una variedad de la lengua griega utilizada en el mundo helenístico, es decir, en el periodo subsiguiente a las conquistas de Alejandro Magno. A esta variedad también se le ha llamado a veces griego helenístico), no obstante suele ser considerado como variedad independiente por la importante influencia que tienen el arameo y el hebreo (lenguas maternas de sus escritores), en la sintaxis y en el léxico, así como por la incorporación de neologismos cristianos.
Para entender adecuadamente esta influencia, hay que tener en cuenta que la lengua vehicular (que sirve de comunicación entre grupos de personas de lengua materna distinta) de la parte oriental del Imperio Romano, era el griego; y por tanto ésta fue la elegida por los judíos cristianos para su predicación tanto a los paganos como a los judíos de la diáspora en Grecia, Egipto y otros. territorios orientales del Imperio.
Otra gran influencia en la redacción del Nuevo Testamento es la Biblia de los Setenta (traducción griega del Antiguo Testamento del s. II a.C.), tanto por su importancia del griego empleado como por su presencia a través de citas.
Características del griego koiné del Nuevo Testamento son el predominio de la coordinación sobre la subordinación, repetición de partículas como "και", [ke] (y); "δέ", [dé] (no, otro); "ιδού", [idú],(aquí). Dando así sencillez, soltura y en ocasiones monotonía y empleo de locuciones, modismos y figuras de dicción al modo semítico. En el léxico se introducen nuevas palabras como  "Άββα", [Ábba], (Padre); "Πάσχα", [Pásja] (Pascua); y algunas palabras griegas adoptan un nuevo significado: "Δόξα", [Dóxa], Gloria;  "Δύναμις", [Dínamis], fuerza, poder; "Οφείλημα", [Ofílima], deuda, con el sentido de pecado.