San Mario hizo una peregrinación a San Martín, en Tours, y otra a la tumba de San Dionisio, cerca de París, donde, enfermando, soñó que recuperaba la salud por una aparición de San Dionisio, y despertando, se encontró perfectamente recuperado.
Según una costumbre recibida en muchos monasterios antes de la regla de San Benito, a imitación del retiro de nuestro divino Redentor, se impuso la regla de vivir recluido en un bosque durante los cuarenta días de Cuaresma. En uno de estos retiros, previó, en una visión, la desolación que los bárbaros pronto sembrarían en Italia, y la destrucción de su propio monasterio, que predijo antes de su muerte, en 555.
Demolida la abadía de La-Val-Benois, el cuerpo del Santo fue trasladado a Forcalquier, donde fue custodiado con honor en una famosa colegiata que lleva su nombre, la Cocathédrale Saint-Mari de Forcalquier.
Dynamius, patricio de los galos, que es mencionado por San Gregorio de Tours (Historia de los francos, L. 6, Cap. 11) y que fue durante algún tiempo mayordomo del patrimonio de la iglesia romana en Galia, en la época de San Gregorio Magno, como consta en una carta que le dirigió dicho Papa (en la que menciona que le envió en un relicario algunas de las limaduras de las cadenas de San Pedro y de la parrilla de San Lorenzo), fue autor de la vidas de San Mario y de San Máximo de Ries. Estos ahora solo existen en fragmentos.
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| Abadía de llamada de Bodon, en La-Val-Benois, en el pueblo de la actual Saint-May |
Según el Martirologio Romano:
En el monasterio de Bodón, en la región de Sisteron, en la Galia, san Marino, abad.Se dice que nació en Orléans (Francia). Entró de monje en un monasterio y más tarde, por su fama de hombre cabal y devoto, el rey Gundobado, lo nombró primer abad de la abadía de llamada de Bodon (en algunos manuscritos mal transcripta como Bobaco), en la antigua diócesis de Sisterón de Dróme, corría el año el 506.
Muy enfermo hizo una peregrinación a la tumba de san Dionisio, en los alrededores de París, donde fue milagrosamente curado. Asceta austero y pobrísimo, fue siempre un pastor celoso y caritativo, siempre dispuesto a escuchar a quién le pedía consejo. También se nos informa que acostumbraba pasar la cuaresma en un retiro del bosque y que ahí tuvo una visión sobre la desolación que las invasiones de los bárbaros iban a causar en Italia, así como de la destrucción de su propio monasterio. Murió en su monasterio. Pero los documentos que nos dan estos datos son poco de fiar. Sus reliquias se conservan en la catedral de Notre-Dame-du-Bourguet.
Fuentes consultadas: johnsanidopoulos.com, http://hagiopedia.blogspot.com/
