El hieromonje Jristos consoló y animó a los cristianos que sufrían, por lo que fue arrestado, golpeado y, por negarse a renunciar a su confesión cristiana, fue condenado a muerte.
El 15 de agosto los cristianos ortodoxos estaban celebrando la fiesta de la Dormición de la Theotokos, y los turcos eligieron este momento para ejecutar al santo. Además, deliberadamente eligieron burlarse de la Pasión del Salvador en la forma en que idearon matarlo. El padre Jristos fue coronado de espinas, despojado, escupido y clavado en una cruz, que fue colocada junto a los plátanos en Kalou Tzesme.
Cuando expiró en la cruz, el mártir oró por sus verdugos, pero ellos se sentaron y se burlaron de él. Uno de los turcos finalmente le atravesó el costado con un sable, entregando así su alma. Incluso en la muerte no dejaron de atormentarlo; unos gitanos le cubrieron el cuerpo de alquitrán y le prendieron fuego para que se consumiera en las llamas.
El relato anterior fue registrado por el diplomático, escritor y explorador francés François Pouqueville (1770-1838) en su "Histoire de la régénération de la Grèce" (París, 1824). Había servido como cónsul general de Napoleón en la corte de Ali Pasha de Ioannina.
Fuentes consultadas: johnsanidopoulos.com
