Versos:
Santa Atanasia nació en Paliachora de Egina de padres piadosos y ricos en el siglo IX y tenía una fuerte vocación hacia la vida monástica. Sin embargo, sus padres, Niketas e Irene, la casaron en contra de su voluntad. Dieciséis días después del matrimonio, su marido fue asesinado por piratas sarracenos, que habían invadido Egina.
Al enviudar, la santa consideró oportuno cumplir su sagrado deseo de vida monástica. Y mientras este pensamiento la ocupaba, un decreto sarraceno se extendió por toda Egina de que todas las mujeres solteras y viudas debían casarse con hombres sarracenos idólatras.De modo que Atanasia, contra su voluntad, contrajo un segundo matrimonio.
Cuidando siempre la salvación de su alma, la santa rezaba constantemente y ofrecía profusamente de sus riquezas a los necesitados y a los que sufrían. Después de algún tiempo, persuadió a su esposo para que se hiciera cristiano y monje, y fue bautizado con el nombre de Mateo. Por tanto, después de progresar en las virtudes, poco después entregó su alma al Señor.
Entonces la santa repartió sus bienes y riquezas entre los pobres, y junto con otras mujeres piadosas, se refugió en una ermita que dedicó a la Madre de Dios de la Fuente vivificante (Ζωοδόχος Πηγή, Zoodochos Pigí).
Probablemente esta ermita estaba ubicada donde está el actual Monasterio de San Nektarios , donde vivió en estricto ascetismo y ayuno. En ese lugar había una hermosa y antigua iglesia dedicada al Santo Protomártir Esteban. Allí fueron refugiados muchos enfermos y pobres. Cuatro años más tarde la santa fue nombrada abadesa de la ermita, pero partió a un lugar tranquilo y aislado, y allí con sus compañeras ascetas libró la buena batalla y vivió de su obra.
De allí fue a Constantinopla con el presbítero Ignatios, donde vivió en ascetismo durante siete años. Luego, después de una visión, regresó nuevamente a su lugar de ascetismo en Egina. Doce días antes de su reposo sintió que se acercaba su hora, por eso llamó a sus monjas y con sus oraciones expresó su agradecimiento al Señor. Se ocupó de elegir a su sucesora, y de agilizar su convivencia, para que su vínculo fraternal se mantuviera en el amor. El día antes de su reposo, volvió a llamar a sus monjas y les dio palabras reconfortantes y sabias, pidiéndoles que fueran siempre una sola alma y un solo corazón.
Luego, después de que ella y las monjas cantaron un himno juntas, ella se confesó y comulgó los Inmaculados Misterios. Al día siguiente reposó y liberó su espíritu en paz, diciéndoles a los que la rodeaban que los esperaba arriba.
La noticia de su reposo trajo a la ermita a muchos de los habitantes de la isla. Los que recibian ayuda y consuelo de ella, se arrodillaban ante su sagrada reliquia, lamentándose y llorando, y muchos recibieron curación en su entierro.
En el Monasterio de Panagia Chrysoleontissa hay una capilla dedicada a Santa Atanasia.
Fuentes cosultadas:saint.gr, diakonima.gr, johnsanidopoulos.com, aeginagreece.com