Versos a Bebea y Sarbelo:
Versos a San Barsimeo: "Atado a la tierra con carne pesada Barsimeo, fuiste llevado donde la carga es ligera".
Sarbelo era un sacerdote pagano de la ciudad de Edesa en la época del emperador Trajano (98-117). Un día, cuando estaba a punto de presidir una gran fiesta idólatra luciendo todas sus insignias de oro y piedras preciosas, se le acercó, no por primera vez, san Barsimeo, el santo obispo de la ciudad, cuyo ardiente celo por Cristo conducía a la conversión de muchos de sus conciudadanos, que una vez más le advirtieron de la pesada cuenta que tendría que dar a Dios por haber llevado así a tantas almas a la perdición.
Sarbelos siguió adelante con la celebración pero, conmovido por la gracia de Cristo, buscó al obispo al día siguiente y, arrojándose a sus pies, pidió recibir el bautismo con su hermana Bebaea. En el bautismo Sarbelo recibió el nombre de Zazuel. *
La noticia de su conversión conmovió a la ciudad y el gobernador Lisias lo hizo llevar ante su tribunal. Después de soportar pacientemente varias torturas, fue encarcelado durante dos meses; después sufrió nuevos tormentos durante un largo interrogatorio. Y finalmente fue condenado a ser aserrado y decapitado. El santo mártir permaneció impasible durante esta terrible prueba como si su alma ya estuviera en el cielo.
Cuando le arrancaron la cabeza, su hermana, que había estado allí durante todo el tiempo, extendió una túnica sobre su cuerpo desmembrado para recoger su preciosa sangre, y dijo: "Que mi alma y la tuya estén unidas en Cristo a quien conozco y en quien yo creo." Al escuchar sus palabras, algunos de los transeúntes se fueron a denunciar al gobernador, quien envió soldados para decapitar a la intrépida joven en el lugar donde estaba. Su sangre se mezcló así con la de su hermano y juntos llegaron al coro de los santos mártires el año 110. Algunos cristianos tomaron sus cuerpos y los enterraron en la tumba del santo obispo Abselamus (o Abshelama).
Tras su martirio, el gobernador Lisias convocó a San Barsimeo y, con varas y látigos, se esforzó en vano por hacerle negar su fe. Fue liberado de la cárcel gracias a un Edicto de Tolerancia emitido por el emperador Trajano, por lo que pudo gobernar la Iglesia de Edesa en paz hasta el final de sus días en el año 114. También se le conmemora el 29 de enero.
NOTA:
* En los sinaxarios, hay una conmemoración por los Santos Zazuel y Bebea de Edesa el 4 de septiembre (el verso traducido arriba es de esta conmemoración del 4 de septiembre). Aunque son los mismos mártires, allí se menciona que quizás fueron martirizados bajo el emperador Adriano en 116, mientras que el nombre del gobernador era Augaro y Barsimeo se llama Barsipo. Curiosamente, el 4 de septiembre, hay una conmemoración separada para un San Sarbelo que fue apedreado hasta la muerte.
Los nombres han sido traducidos del griego: "Σάρβηλος" Sarbilo, "Βεβαία" Bebea (o "Βαρβαία" Barbea), "Βαρσιμαίος" Barsimeos, "Θαθουηλ" Zazuil.
Fuentes consutadas: saint.gr, synaxarion.gr, johnsanidopoulos.com, diakonima.gr