jueves, 30 de mayo de 2024

San Barlaam el Ermitaño, quien convirtió al Príncipe Joasaph

Versos:
"Los extremos de la tierra conocían a Barlaam, viviendo en un ascetismo extremo hasta que entró en la tierra".


En la época de Constantino el Grande vivía en la India un rey pagano llamado Abenner, que solo tenía un hijo, Joasaph. Cuando nació el Príncipe, los astrólogos y los sabios fueron llamados a profetizar el destino del Príncipe como rey. Todos dijeron lo mismo: que él sería un rey sabio y poderoso. Pero uno se atrevió a decir la verdad: el Príncipe se haría cristiano y renunciaría a su trono. El rey entonces se enfureció. Ordenó que cada cristiano fuera asesinado o expulsado del reino, y puso al Príncipe en un castillo privado y vigilado para protegerlo de cualquier posible influencia cristiana.
Durante veinte años de su vida, toda su infancia y juventud, Joasaph estuvo confinado en el castillo. Durante este tiempo le enseñaron las habilidades de la sabiduría y de la guerra. El rey visitaba a su hijo con frecuencia y se alegraba de encontrar que su hijo se convertía en un joven excelente y fuerte. Finalmente, convencido de que la profecía era falsa, Abenner acordó dejar que el Príncipe viese su futuro reino. 
 
 
 







 
 
 
La impresión que recibió Joasaph parecía mezclada. El mundo era realmente un lugar muy hermoso, pero los pecados, las penas y la eventual muerte del hombre atenuaron su belleza a los ojos de Joasaph y lo hicieron dudar. Ya no contento con sus lujos en el palacio, se esforzó por encontrar una vida que llenara el alma, a diferencia de lo que sentía que sería la sucesión al trono. 
Según el relato de las vidas de Barlaam y Joasaph, "en ese momento había un cierto monje sabio, que glorificaba a Dios tanto con su vida como con su boca, y había pasado por todo el entrenamiento monástico. De dónde vino, y cuál era su linaje, no puedo decirlo, pero se había instalado en un desierto de la tierra de Senaar, * y se había vuelto perfecto en la gracia del estado sagrado. Barlaam era el nombre de este anciano, quien, al haber sido notificado sobre el hijo del rey por una revelación de Dios, salió del desierto hacia donde habitaban los hombres. 
 
 
 









 
 
Cambiando su propio atuendo monástico por un vestido laico, y subiéndose a un barco, llegó al reino de la India. Luego, disfrazado de comerciante, se dirigió a la ciudad donde estaba el palacio del hijo del rey. Después de residir allí durante muchos días, hizo preguntas precisas sobre el príncipe y la gente cercana a él". 
Habiendo llegado a la India, Barlaam, disfrazado de comerciante con una "perla de gran precio", pudo entrar al castillo. Barlaam explicó la fe cristiana ortodoxa al joven príncipe, quien a su vez se hizo devoto de inmediato y exigió ser bautizado. En los meses que siguieron, toda la familia se convirtió, incluido el rey Abenner, que finalmente se convirtió en ermitaño.
Barlaam se fue de nuevo para vivir una vida de silencio, ascetismo y oración en el lugar de donde provenía, el desierto de Senaar. Abenner reposó y Joasaph se convirtió en rey. Pero no estaba contento allí y extrañaba a su padre espiritual. 
 
 
 








 
 
 
Finalmente, entregó su reino a sus familiares y se fue al desierto en busca de su maestro Barlaam, con la camisa de pelo que Barlaam le regaló. Durante dos años vagó por el desierto, sufriendo peligros y tentaciones, hasta que encontró la cueva de Barlaam, trabajando en silencio. 
El Anciano** y el joven comenzaron a luchar juntos. Cuando se acercó la muerte de Barlaam, sirvió a la Divina Liturgia, participó en los Santos Misterios y se lo comunicó a Joasaph; luego se fue al Señor. Barlaam había vivido en el desierto durante setenta de sus cien años. Después de enterrar a su Anciano, Joasaph permaneció en la cueva y continuó sus esfuerzos ascéticos. Vivió en el desierto durante treinta y cinco años, y durmió en el Señor a la edad de sesenta años.

NOTAS:

* Senaar podría referirse al área de Mesopotamia cerca de Babilonia o en África. Algunos creen que la India mencionada en esta narración es una referencia a un lugar al sur de Egipto, que también era llamado India en el mundo antiguo.

** Anciano: en griego "Yérontas", en ingés "Elder", en eslavo "Staretz". "Monje experto en la lucha espiritual, guía de otros menos expertos".





Fuentes consultadas: diakonima.gr, synaxarion.gr, johnsanidopoulos,com, pigizois.gr

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