Versos:
A Xenia: "Xenia* era una extraña a la vida, habiendo antes vivido verdaderamente como una extranjera".
A las dos sirvientas: "Ambas sirvientas murieron con Xenia, no siendo ajena a sus virtudes."
El día veinticuatro la extraña Xenia entró en el cielo.
La Santa Xeni (del gr. Ξένη) vivió en el s.V d.C. y procedía de una familia noble cristiana de Roma. El nombre que recibió en su bautismo fue el de Eusebia ("Ευσεβεία", [Efsebía]). Aunque ella había crecido con el deseo de consagrar su virginidad al Señor Jesucristo, sus padres hicieron los preparativos para el matrimonio que habían arreglado para ella. Así fue como, en su noche de bodas, huyó con dos de sus sirvientas y se embarcaron destino a Alejandría.
"Η ΑΓΊΑ ΞΈΝΗ", [I Ayía Xéni], LA SANTA XENIA |
Al llegar a la isla de Kos, cambió su nombre por el de Xenia o Xeni ("forastera, desconocida") para no ser conocida por nadie y, alzando sus manos a Dios, oró fervientemente para que, así como Él había enviado al apóstol Pablo a Santa Thekla, enviase un segundo Pablo para que también la guiase en el camino de la salvación.
Entonces vino un venerable anciano monje, que de hecho se llamaba Pablo. Las llevó a su monasterio, en la ciudad de Milasa de Karía ("Μύλασσα της Καρίας", [Mílasa tis karías]), en Asia Menor (hoy Turquía), donde era abad, y les ofreció unas celdas cerca de allí.
Durante muchos años, Santa Xenia llevó una vida no terrenal en este lugar, llevando a cabo las mortificaciones que hicieron que los demonios se acobardaran. Ella tomaba un poco de pan por comida cada dos o tres días y lo condimentaba con sus lágrimas, oraba toda la noche y huía en cada ocasión de la vanagloria, poniéndose humildemente al servicio de los pobres y de los otros monásticos, cuyo número era cada vez mayor.
"Η ΑΓΊΑ ΞΈΝΗ, ΑΙ ΔΥΟ ΘΕΡΑΠΑΙΝΙΔΑΙ", [I Ayía Xéni, E dio zerapenide], LA SANTA XENIA Y SUS DOS SIRVIENTAS |
Cerca de su celda se construyó una iglesia dedicada a San Esteban el Protomártir, y el lugar pronto se convirtió en un convento con celdas bien organizadas.
Habiendo vivido verdaderamente como una extraña en la tierra, Santa Xenia descansó en paz mientras oraba por sus hermanas, y su alma se embarcó con alegría hacia la patria celestial.
La gracia que ella había ganado de Dios se hizo evidente en su funeral, cuando, a la luz del día, apareció en el cielo una cruz luminosa, más brillante que el sol, rodeada por un coro de siete estrellas, y todo rodeado por una corona estrellada. Esta aparición celestial acompañó su procesión fúnebre y desapareció sólo cuando el cuerpo de la santa mujer fue colocado bajo tierra.
Icono Ortodoxo Ruso con escenas de la vida de Santa Xenia |
Las sagradas reliquias de la santa
Santa
Xenia de Roma (24 de enero) descansó en paz en el siglo V en Mylasa de
Caria, que se encuentra en el suroeste de Turquía. En cierto momento,
sus reliquias fueron trasladadas a Selymbria en Tracia, donde se
guardaron en la Iglesia Metropolitana. Durante la Catástrofe de Asia
Menor de 1922 y el intercambio de poblaciones, los fieles tuvieron que abandonar Selymbria y se
llevaron consigo sus tesoros eclesiásticos, entre los que se encontraban
las reliquias de Santa Xenia.
Fueron llevados a Kavala, al norte de Grecia, donde su cráneo
aún se conserva en la Iglesia Metropolitana de San Juan el Precursor.
Las partes de sus reliquias que permanecieron en Mylassa fueron llevadas a Grecia al mismo tiempo por los griegos que vivían allí y llegaron a establecerse en Nicea de El Pireo.
En
Nicea, los mlassianos, por iniciativa del obispo pontiano Gervasio de
Sebastia, quien fue promovido como Metropolita de Grevena en 1934, construyó junto con el archimandrita Philaretos una iglesia en honor a la Santa, donde se depositó una parte de sus Santas Reliquias.
Otras
partes de sus Veneradas Reliquias pueden encontrarse en el Monasterio
de Agathonos en Fthiotidos, en el Monasterio de la Transfiguración del
Salvador en Nikiton Chrysoupoli de Kavala, en el Monasterio de Leimonos
en Lesbos y en el Monasterio Ntaou Penteli.
NOTA:
* Xenia, del griego "Ξενη", [Χéνι], significa desconocida, extranjera, ajena, dependiendo del caso.
Santa Xenia de Roma y Sus Dos Sirvientas (audio)
Apolitiquio tono 3º
Apolitiquio tono 3º
Tú viviste la vida de un extraño en el mundo, y te separaste de cada pecado; abandonaste las comodidades y los fugitivos honores, y te comprometiste con tu Novio Inmortal. Oh gloriosa Xenia, ruega a Cristo nuestro Dios para que nos conceda Su gran misericordia.
Condaquio tono 2º
Celebrando la memoria de la vida que viviste como un extraño, y honrándote con amor, alabamos a Cristo que te dio poder para otorgar curaciones a todos. Oh Xenia, ora siempre a Él por todos nosotros.
Fuente: "Sinaxario de las Vidas de los Santos de la Iglesia Ortodoxa" vol.3, por el Hieromonje Makario de Simonopetra", saint.gr, diakonima.gr.