Versos:
A Filemón: "Una tierra verde brillante aprecia a Filemón, quien es golpeado por el sanguinario con los brotes de un sauce".
A Arquipo: "Arquipo anhelaba la piedra angular, y las piedras cumplieron este anhelo".
A Onésimo: "Onésimo extendió sus piernas para ser aplastadas, piernas que valientemente recorrieron los caminos hacia Pablo".
A Apfia: "Apfia es tendida y golpeada en el suelo, hacia los cielos que tienen los ojos de su corazón".
El vigésimo segundo Filemón fue llevado.
Ellos se habían reunido en la casa del Apóstol Filemón con la esperanza de pasar una tarde tranquila en oración y meditación. ¿Cómo podrían haberse imaginado que en esa apacible tarde del año 64 de Nuestro Señor se avecinaría una gran desgracia y que sus vidas como Cristianos devotos estaban a punto de desaparecer? La agonía se inició en un abrir y cerrar de ojos.
Repentinamente, sin que nada lo pudiera sugerir, una enfurecida banda de paganos se encontró a las puertas de la pequeña casa de Colosas, voceando el nombre del dueño de la propiedad, Filemón, así como el nombre de su piadosa esposa, Apfia.
Tras destrozar cuanto se encontraba en su camino hacia el indefenso hogar en Frigia (ahora parte de la región de Anatolia en Turquía), la muchedumbre de ofendidos paganos irrumpieron en medio de la oración y aprehendieron rápidamente a la gente, a la cual ellos llamaban "cabecillas", de esta "ilegal secta Cristiana".
A Filemón: "Una tierra verde brillante aprecia a Filemón, quien es golpeado por el sanguinario con los brotes de un sauce".
A Arquipo: "Arquipo anhelaba la piedra angular, y las piedras cumplieron este anhelo".
A Onésimo: "Onésimo extendió sus piernas para ser aplastadas, piernas que valientemente recorrieron los caminos hacia Pablo".
A Apfia: "Apfia es tendida y golpeada en el suelo, hacia los cielos que tienen los ojos de su corazón".
El vigésimo segundo Filemón fue llevado.
Ellos se habían reunido en la casa del Apóstol Filemón con la esperanza de pasar una tarde tranquila en oración y meditación. ¿Cómo podrían haberse imaginado que en esa apacible tarde del año 64 de Nuestro Señor se avecinaría una gran desgracia y que sus vidas como Cristianos devotos estaban a punto de desaparecer? La agonía se inició en un abrir y cerrar de ojos.
Repentinamente, sin que nada lo pudiera sugerir, una enfurecida banda de paganos se encontró a las puertas de la pequeña casa de Colosas, voceando el nombre del dueño de la propiedad, Filemón, así como el nombre de su piadosa esposa, Apfia.
Tras destrozar cuanto se encontraba en su camino hacia el indefenso hogar en Frigia (ahora parte de la región de Anatolia en Turquía), la muchedumbre de ofendidos paganos irrumpieron en medio de la oración y aprehendieron rápidamente a la gente, a la cual ellos llamaban "cabecillas", de esta "ilegal secta Cristiana".
Sus objetivos eran Filemón, antiguo obispo de Gaza -cuya casa era usada frecuentemente para los servicios religiosos- y también otro líder de los seguidores frigianos del Santo Redentor: Arquipo, quien recientemente había sido nombrado por el Santo Apóstol Pablo como Obispo de Colosas.
No mucho tiempo antes San Pablo había convertido y bautizado a ambos futuros mártires describiendo en una memorable frase de su "Carta a Filemón" el invaluable trabajo realizado por ellos en el establecimiento de la Iglesia Primitiva. En esta misiva, tan bien conocida, el Gran Apóstol envía sus bendiciones: "Pablo, preso de Cristo Jesús, y Timoteo, el hermano, a nuestro querido amigo y colaborador Filemón, a la hermana Apfia, a nuestro compañero de armas, Arquipo, y a la Iglesia de tu casa. Gracia y paz a vosotros de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.(Filemón 1,1-3)
No mucho tiempo antes San Pablo había convertido y bautizado a ambos futuros mártires describiendo en una memorable frase de su "Carta a Filemón" el invaluable trabajo realizado por ellos en el establecimiento de la Iglesia Primitiva. En esta misiva, tan bien conocida, el Gran Apóstol envía sus bendiciones: "Pablo, preso de Cristo Jesús, y Timoteo, el hermano, a nuestro querido amigo y colaborador Filemón, a la hermana Apfia, a nuestro compañero de armas, Arquipo, y a la Iglesia de tu casa. Gracia y paz a vosotros de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.(Filemón 1,1-3)
San Pablo amaba muchísimo a los Cristianos de Colosas pero los paganos no compartían su mismo afecto por ellos. Ciertamente que los adoradores de ídolos se encontraban especialmente molestos en esa noche en particular, ya que habían estado bailando y cantando estrepitosamente en una fiesta en honor a su diosa Artemisa, cuando cayeron en cuenta de la reunión de los Cristianos en la casa del obispo misionero Filemón. Conocida como la "Virgen Diosa de los cazadores"(y la hermana gemela de la poderosa deidad griega Apolo, quien llevaba el brillo del sol de cada día a la tierra con su "carro de oro"), Artemisa era una figura amada que inspiraba una gran lealtad entre los paganos de Colosas.
¿Cómo se atrevían esos seguidores del Nazareno - ese hacedor de milagros de quien ellos creían era el Hijo de Dios - elegir esa noche para sus cultos blasfemos? Este insulto a su Amada Artemisa no se podía pasar por alto. Sin ningún asomo de duda la descontrolada multitud empezó a dar furiosamente latigazos a los tres líderes. Muy pronto los tres se encontraban sangrando, sus carnes estaban expuestas y abiertas mientras los látigos de cuero seguían cortando su piel sin parar.
¿Cómo se atrevían esos seguidores del Nazareno - ese hacedor de milagros de quien ellos creían era el Hijo de Dios - elegir esa noche para sus cultos blasfemos? Este insulto a su Amada Artemisa no se podía pasar por alto. Sin ningún asomo de duda la descontrolada multitud empezó a dar furiosamente latigazos a los tres líderes. Muy pronto los tres se encontraban sangrando, sus carnes estaban expuestas y abiertas mientras los látigos de cuero seguían cortando su piel sin parar.
El sufrimiento que soportaron estos cristianos fue terrible, pero no murieron lo suficientemente rápido como para satisfacer a los paganos. Moviéndose rápidamente cavaron una serie de agujeros en la tierra...y enterraron hasta la cintura a los discípulos de Jesús Cristo.
Gimiendo y sin ningún tipo de ayuda, los mártires comenzaron a ser apedreados con piedras muy pesadas por los burlones adoradores de la despreciable diosa. Fue este suceso de sus trágicas muertes un suceso que nunca olvidarían los cristianos, donde quiera que se encontrasen.
Filemón y Apfia murieron rápidamente. Un destino bastante peor le estaba reservado al fiel Arquipo, uno de los Setenta, quien fue sacado medio vivo de su semi-entierro y puesto a disposición de unos niños armados con cuchillos. Mientras su sangre se desparramaba sobre la arena ellos lo apuñalaban una y otra vez. Muy pronto la luz dejó de brillar en sus ojos moribundos para unirse a las gloriosas filas de los mártires que han muero por Jesucristo a lo largo de las generaciones.
Gimiendo y sin ningún tipo de ayuda, los mártires comenzaron a ser apedreados con piedras muy pesadas por los burlones adoradores de la despreciable diosa. Fue este suceso de sus trágicas muertes un suceso que nunca olvidarían los cristianos, donde quiera que se encontrasen.
Filemón y Apfia murieron rápidamente. Un destino bastante peor le estaba reservado al fiel Arquipo, uno de los Setenta, quien fue sacado medio vivo de su semi-entierro y puesto a disposición de unos niños armados con cuchillos. Mientras su sangre se desparramaba sobre la arena ellos lo apuñalaban una y otra vez. Muy pronto la luz dejó de brillar en sus ojos moribundos para unirse a las gloriosas filas de los mártires que han muero por Jesucristo a lo largo de las generaciones.
Al
final de su vida en la tierra Arquipo había obedecido el severo mandato
que aún se puede encontrar en la Epístola de San Pablo a los
Colosenses: "Decid a Arquipo: Considera el ministerio que recibiste en
el Señor, para que lo cumplas". (Colosenses 4,17).
Estos tres mártires habían muerto -y a ellos se les sumaría muy prontamente, al último momento, un pecador reformado quien permanece como una de las más interesantes y amadas figuras en toda la historia de Filemón y su familia.
Estos tres mártires habían muerto -y a ellos se les sumaría muy prontamente, al último momento, un pecador reformado quien permanece como una de las más interesantes y amadas figuras en toda la historia de Filemón y su familia.
Onésimo había sido un antiguo esclavo de la familia...antes de lo cual había robado varias piezas de vajilla muy valiosas y había huido a Roma para disfrutar de los placeres ilícitos que le permitía comprar el dinero malamente conseguido. Sin embargo, nada más llegar a la capital romana se encontró con un muy querido amigo del Obispo Filemón; nada menos que San Pablo.
El gran Apóstol reprendió tiernamente al ladrón, y tras mostrarle el gran error de sus acciones escribió una carta a Filemón en la cual le explicaba acerca del arrepentimiento de Onésimo, quien retornaría brevemente a casa, y quien había hecho la promesa de no seguir pecando.
El gran Apóstol reprendió tiernamente al ladrón, y tras mostrarle el gran error de sus acciones escribió una carta a Filemón en la cual le explicaba acerca del arrepentimiento de Onésimo, quien retornaría brevemente a casa, y quien había hecho la promesa de no seguir pecando.
Esta
epístola, una de las catorce que escribiría San Pablo, habla
grandemente acerca del propósito de la Crucifixión de Cristo, así como
del Santo Evangelio. Ambos acontecimientos habían sido realizados con la
finalidad de ayudar y salvar a los pecadores, quienes eran los amados
del Señor Jesucristo.
Aunque Onésimo escapó difícilmente del martirio al que sucumbieron los apóstoles durante ese festival sangriento en honor a Artemisa, él continuó predicando el Santo Evangelio de Jesús por muchos años más. Habiendo dejado atrás, para siempre, su vida de ladrón, llegó a ser un dedicado y ferviente Cristiano, quien eventualmente sería nombrado obispo.
Aunque Onésimo escapó difícilmente del martirio al que sucumbieron los apóstoles durante ese festival sangriento en honor a Artemisa, él continuó predicando el Santo Evangelio de Jesús por muchos años más. Habiendo dejado atrás, para siempre, su vida de ladrón, llegó a ser un dedicado y ferviente Cristiano, quien eventualmente sería nombrado obispo.
De acuerdo con la mayoría de los historiadores de su época, Filemón y sus amados amigos mirieron por Cristo alrededor del año 65, bajo el gobierno del tirano emperador romano Nerón. Sus vidas son ejemplos maravillosos de la gracia que Dios nos envía a cada unos de nosotros en nuestra hora de necesidad-y en la importancia vital del perdón dentro del Evangelio de Jesús Cristo.
Santos Apóstoles Filemón, Apia, Arquipo y Onésimo de los Setenta.
Del Synaxarion
Estos cuatro Apóstoles eran todos discípulos del Apóstol Pablo, y se mencionan individualmente en su Epístola a Filemón. En el primer versículo de esta epístola, escribe: "Pablo, prisionero de Cristo Jesús, y nuestro hermano Timoteo, a Filemón, nuestro querido amigo y colaborador, también a Apia, nuestra hermana, y a Arquipo, nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que se reúne en tu casa".
Filemón fue nombrado obispo de Gaza por el apóstol Pablo. Ahuyentó de los habitantes las tinieblas de la ignorancia y los iluminó con la luz del conocimiento de Dios. Entonces él y su esposa, Apia, con el Apóstol Arquipo su hijo, ministraron a la ciudad de Colosas desde su centro cristiano, la casa de Filemón. Allí también predicaron la palabra de verdad.
Santo Apóstol Filemón, de los 70. | |
Durante una fiesta pagana a la diosa Artemisa, los cristianos de Colosas se habían reunido en la casa de Filemón para orar. Cuando los paganos se enteraron, se enfurecieron y asaltaron la casa y se llevaron a los apóstoles Filemón, Apia y Arquipo para matarlos. Los otros cristianos lograron huir atemorizados. Primero los azotaron y luego los enterraron hasta la cintura y los paganos comenzaron a apedrearlos. Luego mataron a Filemón y Apia, acostándolos en el suelo y golpeándolos con palos. Arquipo lo sacaron del pozo apenas con vida y lo dejaron para la diversión de los niños. Los niños lo traspasaron con cuchillos y luego lo apedrearon hasta morir.
En su juventud, Onésimo fue siervo de Filemón. Temiendo el castigo por una ofensa contra su amo, Onésimo huyó a Roma, pero fue encarcelado por ser un esclavo fugitivo.
Santo Apóstol Filemón, de los 70 |
En la prisión se encontró con el Apóstol Pablo y fue iluminado por él, y fue bautizado. Pablo conoció personalmente a Filemón y le escribió una carta llena de amor, pidiéndole que perdonara al esclavo fugitivo y que lo aceptara como a un hermano. Envió a Onésimo con esta carta. Después de que Filemón recibió la carta, no solo perdonó a Onésimo, sino que también lo envió de regreso al apóstol Pablo en Roma. Después de la muerte de Pablo, se convirtió en obispo y viajó a muchos lugares predicando el evangelio.
Santo Apóstol Arquipo, de los 70. |
En Roma, Onésimo fue arrestado y llevado a juicio ante el eparco Tertillus, durante el reinado del emperador Trajano. Tuvo al Santo en prisión durante dieciocho días y luego lo envió a prisión en la ciudad de Puteoli. Después de un tiempo, el eparco envió a buscar a Onésimo y lo hizo apedrear y decapitar por mantener aún su fe en Cristo.
Cabe mencionar que el Apóstol Onésimo es celebrado separadamente por la Iglesia el 15 de febrero, y el Apóstol Arquipo el 19 de febrero. Por lo tanto, hoy la celebración principal es para el Apóstol Filemón y su esposa Apia.
Cabe mencionar que el Apóstol Onésimo es celebrado separadamente por la Iglesia el 15 de febrero, y el Apóstol Arquipo el 19 de febrero. Por lo tanto, hoy la celebración principal es para el Apóstol Filemón y su esposa Apia.
Ἀπολυτίκιον. Ἦχος δ’. Ταχύ προκατάλαβε.
Tετρὰς ἡ θεοσύλλεκτος τῶν ἀποστόλων Χριστοῦ Φιλήμων καὶ Ἄρχιππος καὶ σὺν Ἀπφίᾳ ὁμοῦ, ὁ θεῖος Ὀνήσιμος· λάμψαντες τοῖς ἐν σκότει ἀληθείας τὴν γνῶσιν, ἤθλησαν ὁμοφρόνως καὶ τὴν πλάνην καθεῖλον· καὶ νῦν ἐξευμενίζονται πᾶσι τὸν Κύριον.
Himno de despedida. Tono 4º. Ven pronto.
Los cuatro Apóstoles de Cristo que fueron elegidos por Dios, Filemón y Arquipo con Apfia y el divino Onésimo, resplandecieron con la luz del conocimiento sobre los que estaban en tinieblas; ellos impugnaron y destruyeron el error, y ahora oren al Señor por todos nosotros.
Έτερον Ἀπολυτίκιον Ἦχος γ’.
Ἀπόστολοι Ἅγιοι, πρεσβεύσατε τῷ ἐλεήμονι Θεῷ ἵνα πταισμάτων ἄφεσιν, παράσχῃ ταῖς ψυχαῖς ἡμῶν.
Otro Apolytikion. Tono 3º
Oh Santos Apóstoles Filemón, Apfia, Arquipo y Onésimo, intercedan ante el Dios misericordioso para que conceda a nuestras almas el perdón por nuestras ofensas.
Oh Santos Apóstoles Filemón, Apfia, Arquipo y Onésimo, intercedan ante el Dios misericordioso para que conceda a nuestras almas el perdón por nuestras ofensas.
Kontakion tono 2º
Alabamos a Filemón, Onésimo, Arquipo y Afio, como estrellas brillantes que iluminan el mundo, y clamamos: Ruega sin cesar por todos nosotros.
Otro condaquio. Tono pl. del 4º
Ustedes han probado ser lámparas brillantes iluminando toda la creación con el brillo de sus milagros, Oh mártires divinos. Ustedes has sanado enfermedades y disipado toda oscuridad y tristeza de espíritu, ustedes siguen rezándole a Cristo, nuestro Dios, en favor de todos nosotros.
Alabamos a Filemón, Onésimo, Arquipo y Afio, como estrellas brillantes que iluminan el mundo, y clamamos: Ruega sin cesar por todos nosotros.
Otro condaquio. Tono pl. del 4º
Ustedes han probado ser lámparas brillantes iluminando toda la creación con el brillo de sus milagros, Oh mártires divinos. Ustedes has sanado enfermedades y disipado toda oscuridad y tristeza de espíritu, ustedes siguen rezándole a Cristo, nuestro Dios, en favor de todos nosotros.
Fuente: * Texto publicado con autorización y bendición del autor, su Santidad Obispo de Jableh, Siria, Demetri Khoury. *youtube.com * johnsanidopoulos.com *sirimis.gr *saint.gr