martes, 15 de octubre de 2024

Hieromártir San Luciano, Presbítero de la Iglesia de Antioquía (+312)

San Luciano vivió en los años de la gran persecución contra la Iglesia (304-312). Procedía de Antioquía (según otros de Samósata en Siria).

Cuando murieron sus padres, repartió toda su fortuna a los pobres, dejó su ciudad natal y fue a Edesa para seguir la enseñanza espiritual de Macario, un famoso profesor.
Recibió el Santo Bautismo y pasó muchos años allí practicando un riguroso ejercicio. Sus únicos compañeros eran el ayuno, las vigilias y las lágrimas.
De su profesor obtuvo una gran pasión por el estudio de la Santa Escritura, en un grado tal que Luciano pasaba todas las noches casi sin dormir. Tan cerca de la realidad celestial y eterna le llevó la lectura de las Escrituras y la oración. 

Teniendo conocimiento de su tan piadosa vida, la Iglesia de Antioquía le llamó para que volviese y le nombró presbítero*. Allí en Antioquía san Luciano fundó la famosa Escuela de Intérpretes, donde bajo su conducción los alumnos aprendían la interpretación de Santa Escritura según su significado histórico y filológico. Ya que conocía bien la lengua hebrea, estaba dispuesto a corregir los textos que se habían dañado con el tiempo o por las intervenciones de los heréticos.
 
 
 




" Ο ΆΓΙΟΣ ΛΟΥΚΙΑΝ'ΟΣ"
[Ο Áyios Lukianós]
SAN LUCIANO




El emperador Maximiano Daya, debido a la influencia ejercida por Luciano, ordenó que lo arrestaran y lo llevasen a Nicomedia, donde vivió. Llegando a esta ciudad, el santo comenzó con gran entusiasmo a animar a los cristianos, quienes por miedo a las torturas, abandonaron su fe y se introdujeron en la idolatría. Les enseñó, con referencias a la Sagrada Escritura, que el castigo eterno reservado para los apóstatas es mucho más horrible que la tortura inventada por los paganos. Sus palabras tenían tanta fuerza que todos se arrepintieron de su cobardía y estaban dispuestos a luchar hasta el martirio. El santo tanto brillaba que muchas veces bastaba a sus oyentes con ver su rostro, que brillaba por la gracia del Espíritu Santo, para asegurarse de la certeza de sus palabras.
Quizás también por miedo, es llamado por el Emperador a presentarse frente a Él, colocando entre ellos una cortina. Como ninguno de los argumentos consiguió hacer cambiar de opinión a Luciano, Maximiano ordenó que lo torturasen, y que después lo dejasen morir de hambre y de sed en su celda.
 
 
 
 
 
 
 
Martirio de San Luciano
 
 

 
 
Debido a que se acercaba la fiesta de la Teofania ( 6 de Enero), un gran número de alumnos del santo Luciano vinieron desde Antioquía y desde otras ciudades para verle por última vez y recibir su bendición. Cuando llegó el día de la fiesta, sus alumnos, que habían conseguido llegar a su celda con el pan (del gr. άρτος, artos, pan natural con levadura) y con el vino necesarios para la celebración de los sagrados Misterios, le pidieron que realizase una vez más para ellos el Sagrado Sacrificio. 
Como no había un altar consagrado, de acuerdo a las normas de la Iglesia, Luciano realizó la Divina Liturgia sobre su pecho. El más digno altar de Dios, ya que a su imagen ha creado al hombre.
Los días pasaban y el santo permanecía firme ante su hambre y su sed. Para hacer su martirio todavía más insoportable, los idólatras colocaron frente a él platos con carne y otras cosas, sacrificados a los ídolos. 
 
 
 
 
 
 
San Luciano de Antioquía, Menologuio de Basilio II.
 
 
 
 
 
El santo los despreciaba y cada vez que le insistían para que sucumbiese, él respondía: 
"¡Soy cristiano!" La tercera vez, después de la respuesta, entregó apaciblemente su alma al Señor, el día 7 de Enero del año 312. 
El emperador dio orden para que tirasen el cuerpo al mar, pero un delfín lo llevó en su lomo hasta la orilla de la ciudad de Drépano de Betania en Asia Menor, (hoy Yálova en Turquía), ciudad natal de la Santa Elena (21 de Mayo). Pudieron así los creyentes enterrarlo como es debido y ser participantes de la gracia que emanaba de sus respetadas reliquias. 
Más tarde San Constantino el Grande construyó un gran templo dedicado a San Luciano en Elenúpoli (del gr. "Έλενούπολη", la ciudad de Elena).
 
 
 
 
Sobre el Ilustre Santo Mártir Luciano 
 
Sobre hombres ilustres, cap. 77. Por San Jerónimo


Luciano, un hombre de gran talento, presbítero de la Iglesia en Antioquía, era tan diligente en el estudio de las Escrituras, que aún ahora ciertas copias de las Escrituras llevan el nombre de Luciano. Se conservan obras suyas, Sobre la fe y epístolas cortas a varias personas. Fue ejecutado en Nicomedia por su confesión de Cristo en la persecución de Maximino,** y fue enterrado en Helenópolis en Bitinia.***
 
 
 
 
 
 

 



 
NOTAS

* Presbítero= sacerdote.
 
** La fecha tradicional que se atribuye a su ejecución es el 7 de enero de 312, en Nicomedia. Fue en este día, el día después de la Gran Fiesta de la Teofanía, que San Juan Crisóstomo predicó un elogio en su honor. Eventualmente, la Iglesia Ortodoxa transferiría su fiesta al 15 de octubre (antiguamente en el calendario católico romano era conmemorado el 7 de enero.

*** Según el historiador del siglo VI Procopio, el hijo de Helena, el emperador Constantino el Grande, cambió el nombre de la ciudad de Drepana o Drepanon a "Helenopolis" en 325 para honrar su lugar de nacimiento; pero el nombre puede simplemente haberla honrado sin marcar su lugar de nacimiento. Constantino también construyó allí una iglesia en honor del mártir Santa Lucía; pronto creció en importancia y Constantino vivió allí muy a menudo hacia el final de su vida. La Crónica Pascual registra que el emperador Constantino otorgó inmunidad fiscal a Helenópolis en honor del mártir Luciano de Antioquía.



 
 
 
 
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Ἀπολυτίκιον Ἦχος γ'. Θείας πίστεως. 
 
Θείω Πνεύματι, λελαμπρυσμένος, γνῶσιν ἔνθεον, ἐταμιεύσω, καὶ τῆς πίστεως τὸν λόγον ἐτράνωσας, ὅθεν Μαρτύρων ἀλείπτης γενόμενος, Λουκιανὲ ἐν ἀθλήσει ἠρίστευσας. Μάρτυς ἔνδοξε, Χριστὸν τὸν Θεὸν ἱκέτευε, δωρήσασθαι ἠμὶν τὸ μέγα ἔλεος.

Himno de despedida tono 3

Radiante con el Espíritu, enseñaste el verdadero conocimiento de la verdadera fe; Un entrenador de mártires, oh Luciano, fuiste glorificado en la lucha. ¡Intercede ante Cristo nuestro Dios para que nos conceda gran misericordia!
 


Himno de despedidatono 4 

Tu mártir Luciano, oh Señor, en su valiente lucha por Ti recibió el premio de las coronas de incorrupción y vida de Ti, nuestro Dios inmortal. Ya que poseía Tu fuerza, derribó a los tiranos y destruyó por completo la presunción sin fuerza de los demonios. Oh Cristo Dios, por sus oraciones, salva nuestras almas, ya que eres misericordioso.


 
 

Κοντάκιοv. Ἦχος β’. Τὴν ἐv πρεσβείαις.


Τὸv ἐν ἀσκήσει τὸ πρότεροv λαμπρυνθέντα, καὶ ἐν ἀθλήσει τὸ δεύτερον φαιδρυvθέντα, πάντες ὡς φωστήρα σὲ φαιδρότατον, Λουκιανὲ τοῖς ὕμvοις, ἐνδόξως σὲ γεραίρομεν. Πρεσβεύων μὴ παύση ὑπὲρ πάντων ἡμῶv.

 
Condaquio tono 2

Todos te glorificamos gloriosamente con himnos, oh Luciano, luminaria más brillante, que primero fuiste ilustre en el ascetismo y luego brillaste en la lucha: intercede incesantemente por todos nosotros.
 
 






Fuente: diakonima.gr., saint.gr, synaxarion.gr.



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